
Almagro es uno de los 48 barrios de la Ciudad de Buenos Aires. Pertenece a la Comuna 5 y limita con siete barrios. Tiene alrededor de doce clubes de barrio, que son asociaciones civiles sin fines de lucro que promueven actividades deportivas, recreativas y culturales, a nivel amateur, en un contexto comunitario.
En una serie de notas abordaremos los clubes más importantes de cada uno de los 48 barrios porteños, conociendo su historia y tratando de brindarles a los lectores de Nota al Pie la posibilidad de aprender sobre ellos. En esta oportunidad, nos enfocaremos en los principales clubes del barrio de Almagro.
Defensores y DEPROP, clubes que mantienen vivo el espíritu de Almagro
El viejo Mercado de Abasto fue un semillero no sólo de las mejores frutas y verduras de aquel entonces, sino un espacio de encuentro. Los trabajadores forjaron vínculos aún vigentes. Fruto de esta relación, surgieron los primeros clubes de Almagro y alrededores. Con este empuje, un sótano ubicado en Humahuaca, entre Salguero y Medrano, fue la primera sede del Club Social y Deportivo Defensores de Almagro, fundado el 8 de abril de 1945.
A principios de la década del 60 se hizo la primera mudanza de la sede. Se siguió sobre Humahuaca, pero esta vez al 3451, sólo a cinco cuadras de la anterior.
Fue así como sus primeros integrantes defendieron el emblema azul y blanco en cada clásico barrial. Luego, con los años, Defensores comenzó a jugar partidos de AFA. Debido a lo popular que era el fútbol entre sus miembros, en 1959 el club se afilió a la AFA para jugar en la Primera D. En 1971 Defensores de Almagro jugó en Primera C, donde no hizo un buen desempeño y descendió nuevamente a la Primera D. Disputó diez temporadas más en la última división sin volver a ascender. Finalmente, luego del torneo de 1981 el club se desafilió de la AFA y no volvió a jugar un torneo profesional.
De todos modos, el recuerdo se hace con la frente en alto. La actual sede, ubicada en Sánchez de Bustamante 724 desde fines del siglo XX, arranca con una escalera larguísima que lleva hasta un primer piso donde el recuerdo de glorias pasadas sale al encuentro: al pie de la escalera uno queda frente a un muro lleno de distinciones de la AFA, con los nombres de los jugadores grabados, junto a fotos blanquinegras con tribunas y arcos de fondo.
A la derecha, uno puede ver el cielo, limpio de torres gigantescas. Las paredes están pintadas de rosa intenso y un juego de farolas completan el espacio que recuerda la hazaña del Defensores de Almagro. A la izquierda está la puerta que conduce al bufet, derecho está la cocina y a la derecha la escalera que lleva al quincho del segundo piso. Dentro del bufet, son comunes las charlas de mesa a mesa entre la moza, los comensales y los socios del club que vienen y van; en la habitación contigua está la sala de juegos de mesa.
Este es el presente del club Defensores de Almagro, hito del fútbol amateur en la zona. Aunque un halo de nostalgia sobrevuela las instalaciones, hoy quedan los testigos de aquellas épocas doradas. El bufet, aparte de los juegos de mesa que se usan, es lo más importante. Pero el vínculo con el barrio está vigente: en el quincho se suelen hacer peñas de vez en cuando, también los trabajadores de correo o de la telefónica (todos en el radio del ex Mercado) hacen asados y festejos.
El Club de Artistas Defensores de Almagro es un club de artistas creado para el desarrollo de actividades culturales donde funcionan ateliers individuales y colectivos que además cuenta con un espacio de exhibición y encuentro artístico y social. Ubicado dentro de las instalaciones del Club Atlético Defensores de Almagro, fue creado en marzo de 2018 y abre sus puertas a la comunidad artística y amigos para hacer de este espacio un lugar independiente y autogestivo en la escena artística de Buenos Aires.
Ayer, Defensores de Almagro reunía al barrio con las gambetas y partidos inolvidables, grabados en la retira de los socios vitalicios. Hoy, el club reúne a vecinos y laburantes en sus mesas para compartir una buena comida, un rato de encuentro, así como soñaron sus fundadores, más de medio siglo atrás.
Por otro lado, el Club Deportivo, Social y Cultural DEPROP se encuentra asentado en Avenida Rivadavia 3777. Hoy el deporte que practican por excelencia es pelota paleta, pero en sus comienzos no fue así.
Es importante destacar que hay poca gente profesional en este deporte, aproximadamente serán 500 profesionales y que vivan menos de 100.
El Club DEPROP significa departamento de propaganda y su nombre se debe a un grupo de empleados del departamento de propaganda de la compañía Nobleza de cigarrillos que se reunía a hacer sociales en una casa.
Hoy en día, el club se mantiene debido a la cuota mensual que abonan los socios. Lo cual es fundamental que paguen porque de lo contrario desde el club no pueden mantener los gastos.
Están en el barrio de Almagro desde el año 1974 y hoy, para muchos es como su segunda casa, donde tienen todas sus amistades. En sus orígenes, DEPROP fue un club social, pero que se transformó en un lugar donde hoy se respira pelota paleta.
Un pedazo de Navarra en Almagro: el legado de una comunidad
A tres cuadras de Avenida Rivadavia se respira un aire a contramano de la urbanidad y el cemento monótono, con el fin de mantener vivas las tradiciones de la comunidad española de Navarra, cuya descendencia llegó a esta ciudad a fines del siglo XIX.
Cuentan los socios que el 3 de noviembre de 1895 un puñado de navarros porteños fundaron el Centro Orfeón Gayarre para “tener unido el espíritu” ibérico. Su primera sede estuvo en Tacuarí 472 y a fin de siglo la renombraron Centro Navarro de Buenos Aires. En 1933 se mudaron a Almagro, con un acto donde colocaron un escudo traído de España que aún se luce en el frente de la calle Moreno.
Desde entonces se realizan actividades culturales, abiertas a los vecinos y descendientes navarros.
Los más de 160 socios pasan sus tardes en varios puntos de la sede. En la esquina está el restaurante, abierto a todo el público, con platos tradicionales españoles. Otros optan por las clases de bachata, tango y taekwondo que se dictan durante la semana. En cuanto a lo tradicional, los sábados ensaya el cuerpo de baile del Centro Navarro.
Otros socios, en cambio, optan por la charla de café en el barcito de planta baja, ubicado frente a la cancha de pelota paleta. Arriba, en el primer y segundo piso, hay salones con pianos de cola, mesas y espacio para jugar a las cartas, sobre todo a la canasta. Allí ensaya también el cuerpo de baile, que incluye el uso de “cabezudos”, unos cascos gigantes con rostros caricaturescos, en este caso con motivos de reyes y bufones.
Otro de los orgullos del Centro Navarro es su biblioteca. Armada con donaciones de socios en distintas épocas, se puede ver una gran cantidad de volúmenes de literatura universal junto a libros sobre España, algunos en vasco. Incluso, tienen actas navarras incunables del 1700, forradas, según sus referentes, “con piel humana”.
Almagro, entre el club náutico y el boxeo
Otros dos clubes que tienen sede en Almagro son el Almagro Boxing Club y el Club Náutico Hacoaj.
El Almagro Boxing Club es una institución deportiva privada y es el más antiguo club de boxeo, habiéndose fundado el 23 de abril de 1923 en la calle Bogado antes de llegar a Yatay. Con el tiempo empezó a hacerse cada vez más popular el club y como sus instalaciones no eran muy grandes, se trasladó a la calle Cangallo (hoy Juan Domingo Perón) entre Pringles y Yatay. Para el año 1945, se instaló definitivamente en la actual sede con domicilio en la avenida Díaz Vélez 4422.
El club posee una sede para la práctica de boxeo en la ciudad de Buenos Aires. Su gimnasio lleva el nombre de Prudencio Melero, quien fuera entrenador de uno de sus presidentes históricos: Juan Crescente. En 2008, antes de dar un concierto en la cancha de Vélez Sarsfield, Bob Dylan fue hasta el Almagro Boxing Club para darle algunos golpes a la bolsa.
El Club Náutico Hacoaj es un club privado con fines sociales y deportivos situado en la ciudad de Tigre, provincia de Buenos Aires. Luego de que su solicitud de inscripción en un tradicional club de remo fuese desestimada, la noche del 24 de diciembre de 1935, un grupo de 20 jóvenes judíos argentinos crearon el Club Náutico Israelita, nombre tomado como provisional, hasta tanto una asamblea de socios decidiera el definitivo, lo que ocurrió poco tiempo después, cuando se adoptó el de Club Náutico Hacoaj, en honor del homónimo Hakoah de Viena (Austria) por entonces destruido por los nazis y reabierto en 2008.
El Club Náutico Hacoaj tiene cuatro sedes, entre ellas una en el barrio de Almagro, más precisamente en Estado de Israel 4156. Los deportes que se practican en la sede de Almagro son básquet, cesto, fútbol masculino, gimnasia artística, judo, running y vóley femenino, entre otras.
Respecto a actividades culturales, quienes sean socios pueden practicar arte contemporáneo; rikudim, que es la danza folklórica del pueblo judío y Harkada Tali Keren, que es un taller de baile.
Además, hay talleres para la memoria, yoga, narración oral, comprensión lectora, crítica de cine, talleres de teatro y Kabalat Shabat, que es el servicio de plegarias judío que se realiza el viernes por la noche para recibir el Shabat.
La sede cuenta con cinco canchas de tenis y cuatro canchas de pádel. Además, posee camarines, una cafetería y un quincho.