
Agronomía es uno de los 48 barrios de la Ciudad de Buenos Aires. Pertenece a la Comuna 15 y limita con seis barrios. Tiene alrededor de siete clubes de barrio, que son asociaciones civiles sin fines de lucro que promueven actividades deportivas, recreativas y culturales, a nivel amateur, en un contexto comunitario.
En una serie de notas abordaremos los clubes más importantes de cada uno de los 48 barrios porteños, conociendo su historia y tratando de brindarles a los lectores de Nota al Pie la posibilidad de aprender sobre ellos. En esta oportunidad, nos enfocaremos en los principales clubes del barrio de Agronomía.
Club Comunicaciones, los carteros de Agronomía
El Club Comunicaciones se fundó el 15 de marzo de 1931 por empleados de la Compañía de Correos y Telégrafos. De ahí surgió su primer nombre “Club Atlético Correos y Telégrafos”, el cuál perduró hasta la década del 50.
Los colores del club, amarillo y negro, fueron tomados por ser los colores internacionales del correo, que además era la vestimenta de los carteros en aquellos años.
El predio quedaba en una ubicación diferente a la actual, en Núñez, donde hoy está el CENARD. En 1953 el entonces presidente Juan Domingo Perón donó las tierras en Agronomía para usarse como club social y deportivo.
Hoy, luego de 92 años desde su fundación, es de destacar el rol social del club: Comunicaciones cuenta con más de 5 mil socios y ofrece 25 deportes. Algunas de las disciplinas deportivas son futsal, artes marciales, vóley, tenis, hockey, handball, entre otras.
Comunicaciones promueve actividades que van más allá del deporte, incluyendo iniciativas de responsabilidad social y ambiental. El club se enfoca en el bienestar físico, emocional y social de sus miembros a través de diversas propuestas. La institución cuenta con 18 hectáreas verdes, 3 piletas, 2 quinchos techados, zona de camping con mesas y parrillas, plaza de juegos infantiles, gimnasio, vestuarios, baños y dos buffetes.
Las instalaciones deportivas cuentan con 16 canchas de tenis, canchas de paddle, 3 canchas de fútbol auxiliares, dos de césped sintético, cancha de fútbol 11, 5 y 7 de césped sintético, 2 canchas de pelota paleta, canchas de tenis criollo, 2 canchas de handball, una cerrada, frontones, cancha de hockey sobre césped, canchas de tejo, microestadio de futsal, 2 gimnasios de boxeo, uno profesional, estadio de básquet, sauna y sala de masajes y relax.
Además, cuenta con “Comu Social”, que abre un comedor durante el invierno y realiza actividades solidarias. Nació gracias a los socios, hinchas y vecinos que asumieron la importancia y el rol que ocupa Comunicaciones en el barrio. Esta área realiza diferentes campañas para suplir las necesidades básicas que, por diferentes cuestiones, algunas personas no pueden cubrir. Las campañas de colecta de útiles para el inicio del ciclo lectivo o de juguetes para que todos los niños puedan tener un regalo en las fiestas son algunos ejemplos.
También existe “Comu Cultural”, donde desde 2021 se practican diversas actividades artísticas, como tango y folklore. Con la premisa de “que la cultura vuelva a ser parte del club”, se lanzó un espacio destinado a todos los socios y vecinos del barrio.
Si hay algo de lo que sabe Comunicaciones es superar crisis. Durante los últimos años del siglo XX el club sufrió una crisis económica, producto del desfinanciamiento provocado por la privatización del Correo Oficial de la República Argentina que dispuso Carlos Menem. Hasta ese momento, se financiaba por los aportes que provenían de la obra social de los empleados. Esto dejó de ser obligatorio y el apoyo al club bajó. Años después, llegó la quiebra.
A través de una administración fiduciaria se buscó que los clubes continúen con su desempeño buscando sanear el pasivo. En este contexto, un Órgano Fiduciario se hizo cargo de Comunicaciones, que tenía menos de mil socios, una vez declarada su quiebra el 26 de octubre del 2000. La suma de lo adeudado era de 35 millones de pesos.
A partir de entonces, se transitaron 22 años en los que hubo un momento bisagra: la resistencia frente a interesados en quedarse con el club.
Luego, con la ayuda de las distintas subcomisiones y colaboradores, Comunicaciones empezó a crecer. Por ejemplo, el hockey se volvió a afiliar a la Asociación Argentina. Además, se construyó un microestadio para el futsal femenino y masculino, y un gimnasio multipropósito.
Una de las decisiones más relevantes del Órgano Fiduciario fue el acuerdo con la empresa AUSA, a la cual Comunicaciones le cedió una hectárea para el viaducto Cerati sobre la avenida Beiró.
Después de 20 más años de resistencia contra grupos de poder que quisieron quedarse con el club, como el empresario Daniel Hadad, Comunicaciones se reencontró con la democracia. El 1 de noviembre de 2022 celebró elecciones y dio fin a gerenciamientos e intervenciones judiciales debido a la quiebra. Las elecciones se desarrollaron en las instalaciones del gimnasio de handball.
Agronomía Central: casi un siglo siendo refugio, escuela y segunda casa
Para hablar sobre la fundación del Club Social y Deportivo Agronomía Central, Nota al Pie dialogó con Pablo Jorge, su tesorero. “El club de fundó el 11 de diciembre de 1928 en Chorroarín 632, donde se reunían vecinos que tenían una identificación en el barrio. Después, en 1930 se cedieron unos terrenos en Bauness 958, que es donde actualmente está el club para que se desarrollen más actividades”, explicó.
Durante dos años, el grupo fundador llevó el prestigio de la institución por las canchas de fútbol improvisadas en los terrenos baldíos. En 1930, se fusionaron con el Club Villa Modelo.
Su sede social funcionó en distintas direcciones, hasta que, en 1940, se instaló en su actual ubicación en Bauness al 958. Constaba de 2 lotes y un asociado adquirió el tercero.
El Club obtuvo su personería jurídica el 24 de noviembre de 1952, cuando se construyó el actual buffet y el salón de fiesta.
“Se hacían carnavales con orquestas típicas de tango. Después se modificaron los grupos musicales a medida que pasaron las épocas. Eran muy buenos los carnavales que se ofrecían. Venían muy buenas orquestas. Todos los años la gente del barrio esperaba los carnavales”, relató Pablo Jorge.
Agronomía Central contó con muy grandes equipos de básquet entre los años 50 y 70, como así también de baby y papi Fútbol entre los años 60 y 70.
La Junta Directiva está formada por socios del club, quienes dirigen las iniciativas más representativas para cumplir los objetivos de la organización. Se renueva cada cuatro años. Además, cuentan con socios que realizan trabajos voluntarios de planificación y desarrollo de actividades. Sus socios son personas que comparten los valores de camaradería, respeto, honestidad y ánimo de divertirse de manera sana.
El club cuenta con un buffet, un quincho, un salón de fiestas y canchas. Su buffet ofrece diversas opciones para desayunos, almuerzos y cenas. Su quincho es cerrado de 50 metros cuadrados, equipado con tres parrillas, mesas y sillas, televisor, freezer, heladeras y cocina. Es perfecto para juntadas en familia, almuerzos de trabajo y cumpleaños. Su salón de fiestas tiene capacidad para eventos de hasta 120 personas, equipado con barra de tragos, cocina y cabina de DJ. Ya sea para eventos empresariales, bautismos, cumpleaños, casamientos o cualquier otra celebración. Por último, cuenta con dos canchas techadas en excelente estado para disfrutar sin importar el clima: una principal de fútbol 5 y una auxiliar para entrenamientos. Además, se puede alquilar la cancha auxiliar junto con el quincho para festejos infantiles.
Respecto al rol social que cumple el club, Pablo Jorge dijo que “es muy importante, ya que nosotros contamos con 250 chicos. Más allá de eso, el club presta las instalaciones al Gobierno de la Ciudad en el programa Jornada Extendida, donde todos los días vienen a comer a nuestro club alrededor de 40 chicos”.
Agronomía Central cuenta con otras actividades aparte del fútbol, por ejemplo, yoga, taekwondo, ajedrez. “El club saca a los chicos de la calle, los cuida, les da un sentido de pertenencia”, agregó el tesorero.
Entre los deportes que se pueden practicar en Agronomía Central se encuentran ajedrez, baby fútbol, futsal y taekwondo.
El club tiene ya hace 6 años un bachillerato para adultos, que funciona en el segundo piso del club. Puede comenzar o retomar los estudios cualquier persona mayor de 18 años. Es con cursada nocturna y a los tres años se dan títulos oficiales. “Mucha gente del barrio ha terminado la secundaria gracias a nuestro bachillerato”, destacó Pablo Jorge.
En diciembre del 2017, la Legislatura porteña sancionó la ley que condona al Club la deuda que tenía con el Gobierno de la Ciudad en concepto del impuesto inmobiliario y la tasa de alumbrado, barrido y limpieza. La iniciativa correspondió al diputado Gabriel Fuks. Entre los fundamentos del proyecto se detalló que “El Colegio Secundario de Comercio Nº 24, Dalmacio Vélez Sarsfield (Avenida del Campo 1340) realiza sus actividades deportivas en el club”. También que el salón de Agronomía Central “fue y es cedido gratuitamente para el uso de las escuelas públicas y charlas y encuentros sobre prevención que dicta el Hospital Tornú”. Y, por último, “que el club accedió a la solicitud del Gobierno porteño cuando funcionaban los hogares de día para la tercera edad”.
La situación económica del último tiempo a esta parte afectó e impactó de lleno en el club. Debido a las altas cuotas en los servicios de agua, luz y gas, se vieron en la obligación de aumentar la cuota social.
Hay un grupo de familias que encontraron dificultades para seguir pagando la cuota, pero en estas situaciones aflora la filosofía solidaria y empática de los clubes de barrio. “Cuando una familia o un/a chico/a no puede afrontar el pago de la cuota, lo primero que hacemos es conversar para entender su situación y ver cómo podemos acompañarlos. Evaluamos si necesitan una cobertura parcial o total del valor mensual, y actuamos en consecuencia”, comentó Sofía, delegada de futsal del club.
“Nuestra prioridad es que nadie se quede afuera por motivos económicos y que todos puedan disfrutar de pertenecer al club”, agregó. La esencia del club es esa, fijarse mucho en lo social. Es tan fuerte la identificación y pertenencia entre sus socios, que es común que haya gente en el club, aun cuando su hijo ya no juega más allí.
Otros clubes de barrio en Agronomía
El Club Arquitectura nació el 29 de agosto de 1927. Originalmente se creó con el nombre de “Club Atlético del Personal de la Dirección General de Arquitectura M.O.P.”. Un año más tarde le concedieron un terreno en Rubén Darío 1232 de 36.000 m2. Por decreto, en 1943 se obtuvo la Personería Jurídica y los Estatutos. En este “primer Club Arquitectura” y hasta 1954 se realizaron importantes obras y se construyó, entre otras instalaciones, una cancha cerrada de pelota con baños y vestuarios y una cancha abierta. El 5 de octubre de ese año, ese predio fue afectado al Ministerio de Educación y se expropiaron los terrenos e instalaciones donde funcionaba el Club Arquitectura en Núñez y se le dio 25.000 m2 en Agronomía.
Se le prometió a Arquitectura una indemnización de 2 millones de pesos, la cual nunca se hizo efectiva. Desde 1954 se realizaron en el nuevo terreno trabajos para adecuar el lugar para el desarrollo del club, sin subsidios, solo con el aporte de los socios y empresas de la zona. Con casi 100 años de historia y más de 70 años de posesión continua e ininterrumpida en la zona, Arquitectura creció, y gracias a sus socios y dirigentes, que invirtieron mucho capital y esfuerzo, es hoy una institución social y deportiva modelo, que engalana Agronomía.
Otro club del barrio es el Club Biblioteca General Artigas. Fue fundado en 1941 por jóvenes de 18 años. Entre ellos, había uruguayos, quienes donaron una bandera artiguista, celeste y blanca con una franja cruzada roja. Entonces, el club tomó esos colores y el nombre del caudillo uruguayo. El club tiene cerca de 700 socios, un número que creció en el último tiempo. El problema económico más importante que están sufriendo tiene que ver con los aumentos en las tarifas de luz y gas.
El Club Deportivo y Biblioteca El Talar fue fundado el 1 de marzo de 1931 por amigos que adquirieron un lote sobre la avenida Nazca, en “Los Talares», a partir de la cual bautizaron al club como “Unidos del Talar”, y luego con su nombre actual. “El Club nació del esfuerzo colectivo de vecinos del barrio que, el 1 de marzo de 1931, sintieron la necesidad de contar con un espacio propio para el encuentro, el deporte y la vida comunitaria”, nos comentó Gustavo Naistat, dirigente del club.
Más tarde adquirieron cuatro lotes adicionales, uno sobre la calle Nueva York donde instalaron una cancha de básquet y que se convertiría en el edificio principal y sede social. Además de básquet, en el club se practica fútbol (infantil y de sala), patín (artístico o recreativo) y taekwondo.
“El club tiene un fuerte desarrollo deportivo, con el básquet como una de sus disciplinas principales, reconocido por su nivel competitivo y formativo. También contamos con fútbol en distintas categorías, tanto infantil como juvenil y mayores”, nos comentó Naistat.
El Talar se funda en dos propósitos: primero, la calidez humana. El club siempre fue muy familiar. Siempre están todos haciendo cosas por el club. Nadie es directivo, son todos padres que colaboran. Hoy son unos 600 socios, lo máximo a lo que, por cuestiones de infraestructura, pueden aspirar. La segunda clave es la organización. Las subcomisiones de los distintos deportes se manejan de forma autónoma, supervisadas por los directivos que cobran la cuota.
A nivel social y comunitario, el club desarrolla múltiples actividades y campañas buscando la participación activa de vecinos y vecinas. “Impulsamos campañas solidarias de recolección de abrigos, fuimos parte del Comité de Crisis de Clubes de Barrio durante la pandemia, integrando una red solidaria que acompañó a quienes más lo necesitaban”, dijo Naistat. También realizaron campañas de donación de sangre, talleres de alimentación saludable y de valores deportivos, eventos barriales, jornadas solidarias y espacios recreativos para todas las edades.
Se recauda dinero a través de cuotas y de eventos como cenas, torneos a beneficios y algún sponsor. El club funciona como contención social, siendo la segunda casa para muchos chicos, quienes pasan todas las tardes desde que salen del colegio a la noche, en los pasillos del club. “El club es, hoy y siempre, un punto de encuentro donde el deporte, la inclusión y la vida comunitaria se entrelazan”, enfatizó Naistat. El Talar da becas para aquellas familias que se quedan sin trabajo y no pueden pagar la cuota.
La suba de tarifas públicos pegó duro. La luz subió cinco veces. El mayor problema es que aumentaron la cuota social un 20%, pero las tarifas subieron en un 500% y desde El Talar no pueden seguir aumentando por cuestiones lógicas.
“Muchos clubes de barrio del país se ven seriamente afectados por la coyuntura económica: el aumento de tarifas y la falta de subsidios en las tarifas para este tipo de instituciones que cumplen una función social fundamental impactan directamente en el funcionamiento diario de cada club, remarcó Naistat.
Y, por último, terminó diciendo que: “Ante esta situación, la gestión de la comisión directiva y la pertenencia de nuestros socios y socias fueron claves para sostener las actividades y participando en distintas acciones solidarias para seguir adelante. Reafirmamos que los clubes no son un gasto: son una inversión social imprescindible”.
Por último, en el Club Social y Deportivo Moran, una gran cantidad de chicos compiten amistosamente, se divierten en cada una de las actividades y aprenden, sólo, valores para la vida. Dentro del club, los chicos pueden divertirse en fútbol, baby fútbol, futsal femenino y masculino, vóley masculino, femenino y adaptado, y a la brevedad abrirán una escuelita formativa. También cuentan con patín artístico, talleres de arte y taekwondo. En el 2021 hicieron dos vestuarios grandes, que les cambiaron la vida. Ahora están terminando la segunda obra, en la que invirtieron en el frente del club porque estaba deteriorado. Además, el club funciona como centro donde conviven distintas propuestas culturales, como espectáculos, muestras, exposiciones, presentaciones, producciones, y se dictan cursos, talleres, seminarios, y hay debates, eventos sociales, actividades deportivas y sociales.