
Solana Sierra sigue firme su crecimiento en el tour internacional. Con 21 años recién cumplidos, la bonaerense ingresó el pasado lunes al top 100 del ranking WTA por primera vez. Desde abril que es la principal raqueta femenina albiceleste de la actualidad. Se reafirma cada vez más como la referente argentina de la nueva generación del tenis de damas.
Con un estilo agresivo y moderno, la jugadora siempre se perfiló para ser protagonista en la alta competencia. Paso a paso, sin apresurarse ni cortar etapas, está cada vez más afianzada en competitivos escenarios. A continuación un repaso de cómo ha sido hasta el momento su esperanzador 2025, a qué puede apuntar en el futuro, y cómo fue su desarrollo tenístico previo.
Grandes resultados en canchas lentas y el primer título WTA 125 de su campaña
Tras un inicio irregular del año en su gira por Oceanía, Sierra recuperó confianza con partidos en la superficie que más cómoda le resulta: la tierra batida. Fue así que a fines de enero consiguió el W75 de Vero Beach, en Estados Unidos. Por entonces ese era el título más importante de su recorrido. Lo hizo tras superar en una reñida final a la local Whitney Osuigwe, quien fuera campeona de Roland Garros Junior en 2017.
Durante febrero tuvo algunas mejores sensaciones en su regreso a las canchas rápidas. Alcanzó los cuartos de final en el WTA 125 de Cancún, en donde perdió contra la australiana Maya Joint, una de los grandes proyectos del tenis mundial.
Sin actividad en marzo, a comienzos de abril desplegó otra vez toda su capacidad en pistas lentas. Tras dos primeras ruedas complejas, ganó luego de punta a punta el WTA 125 de Antalya, Turquía. Ese éxito significó un antes y un después en su carrera. Le permitió un salto de 33 puestos en el listado ecuménico para ubicarse en la posición 119.
En la semana siguiente Sierra continuó con ritmo y nivel para quedarse con el campeonato en el W75 de Bellinzona en Suiza. Allí cedió apenas un set. Con estos éxitos consecutivos llegó a un invicto de 10 encuentros. Esa seguidilla se cortó con la derrota en primera fase en el W100 de Oeiras, Portugal.
La gira europea de polvo de ladrillo llegó a su punto clave en Roland Garros. Allí pasó la qualy pero cayó en la ronda inicial ante la experimentada kazaja Yulia Putintseva. Se trató de un cotejo en el que su rendimiento fue de mayor a menor.
¿Qué se viene para Solana Sierra?
A lo que refiere al calendario, la albiceleste disputará desde el próximo lunes la qualy de Wimbledon. Se trata de uno de los 2 Grand Slams que aún no jugó, el otro es el Australian Open. Será la segunda vez que la joven buscará entrar al main draw del tradicional certamen británico. También será apenas su segundo partido en césped, por lo que servirá para adquirir experiencia en esta superficie.
De no lograr ese objetivo, la sudamericana se encuentra inscripta en la semana siguiente para disputar el W100 de Cary, Estados Unidos, sobre canchas rápidas. Pero si sí lo consigue, se quedaría en Europa. Y ya en julio participaría en el WTA 125 de Newport en pasto.
En cuanto a metas futuras, Sierra cuenta con herramientas para afianzarse en torneos WTA 250 y 500. Necesita mantener su nivel en clay y ser más consistente en hard. Tiene la agresividad y potencia para lograrlo. A partir de allí, otro ítem será conseguir su primera victoria en grand slams y estar presente en los 4 majors. En ese panorama, no sería inapropiado calcular que la argentina pueda ser como mínimo top 50 en el mediano plazo. Sin dudas posee la capacidad para ello.
¿Cómo fue su carrera previo a este trascendental 2025?
Solana Sierra fue top 15 del ranking mundial junior. Mientras daba con éxito sus primeros pasos en el profesionalismo, brilló en el circuito juvenil. Allí llego a semifinales del US Open 2021 y a la final de Roland Garros 2022.
Ese mismo año, a nivel pro, obtuvo 3 trofeos ITF W15. Eso le permitió cerrar la temporada en el top 500 del planeta. Ya dedicada al 100% al profesionalismo, en 2023 siguió con importantes resultados y disputó 6 finales en ese tour, de las cuales ganó 3: en Tucumán, Zaragoza y Mendoza. Todas ellas fueron W25. De este modo tuvo un gran ascenso y se acercó al top 200.
Ya en 2024, con un nivel de exigencia y oposición más alto, tuvo otra formidable actuación con 6 campeonatos ganados: 4 W35 y 2 W50. Con los dos de 2025, Sierra suma 14 títulos ITF más un WTA 125.