El Hospital Garrahan, principal centro pediátrico del país, se encuentra en el centro de un conflicto que refleja la crisis del sistema de salud pública en Argentina. Aunque les médiques residentes decidieron levantar temporalmente su paro ante amenazas de despidos, el resto del personal continúa con medidas de fuerza en el marco de un paro nacional convocado por ATE.
Les trabajadores denuncian recortes presupuestarios, pérdida salarial y falta de diálogo con el Gobierno. El paro nacional de salud se convierte así en una expresión de resistencia frente al ajuste brutal impulsado por el presidente Javier Milei, que impacta de lleno en hospitales, centros de atención primaria y servicios esenciales.
Un conflicto que se profundiza
El conflicto en el Hospital Garrahan se intensificó en las últimas semanas. Les trabajadores denuncian una pérdida salarial del 53% desde diciembre de 2023, con sueldos que no alcanzan la canasta básica familiar. Los residentes, que trabajan extensas jornadas, son los más afectados, con salarios que rondan los 797.000 pesos mensuales.
Ante la falta de respuestas del Gobierno nacional, el personal del hospital realizó paros, movilizaciones y un abrazo simbólico al edificio en defensa de la salud pública. Esta situación no es aislada: forma parte de un deterioro generalizado del sistema de salud pública, producto del ajuste fiscal promovido por la administración de Javier Milei.
Dicho ajuste les permitió recortar partidas clave en salud, educación y desarrollo social bajo el argumento de reducir el déficit. Para les trabajadores, este enfoque no solo vulnera derechos básicos, sino que profundiza la precarización laboral y pone en riesgo la atención a la población más vulnerable.
Reclamos y medidas de fuerza
Les trabajadores exigen una recomposición salarial del 100%, un salario mínimo de 1.400.000 pesos y la eliminación del impuesto a las ganancias sobre los sueldos. Además, reclaman el pase a planta de los trabajadores que cumplen tareas en servicios esenciales y denuncian la falta de presupuesto para el funcionamiento del hospital.
Ante la falta de diálogo con el Gobierno, ATE convocó a un paro nacional de salud para este jueves, en el que participarán trabajadores de hospitales de todo el país. El paro nacional tiene como objetivo visibilizar la gravedad de la crisis sanitaria y denunciar el abandono estatal que afecta a médiques, enfermeres, administratives y pacientes por igual.
En el Garrahan, el personal no residente continuará con medidas de fuerza y movilizaciones para visibilizar la crisis del sistema de salud pública.
Respuesta del Gobierno y perspectivas
El Gobierno, por su parte, negó el desfinanciamiento del hospital y atribuyó los problemas a irregularidades administrativas. Sin embargo, les trabajadores rechazan esta explicación y denuncian una política de ajuste que pone en riesgo la atención médica de miles de niños y niñas.
La respuesta oficial ha sido percibida como evasiva y provocadora, intensificando el malestar entre los trabajadores del sector. La ausencia del Gobierno en instancias de negociación clave, como ocurrió recientemente en la mesa de diálogo por el Garrahan, refuerza la idea de una política deliberada de desmovilización y silenciamiento.
Mientras tanto, el conflicto continúa sin una solución a la vista. Les trabajadores del Garrahan advierten que, de no obtener respuestas concretas, profundizarán las medidas de fuerza en defensa de la salud pública y de sus derechos laborales.
El paro nacional marca un nuevo capítulo en la confrontación creciente entre les trabajadores de la salud y el modelo económico de Milei, cuya lógica de ajuste amenaza con desmantelar uno de los pilares fundamentales del Estado: el derecho a la salud.