En el mundo cinematográfico, las narrativas pueden encontrar inspiración en historias, personas, acontecimientos, incluso en la naturaleza. En ese sentido, los elementos naturales constituyen símbolos potentes para representar, entre otras cosas, cuestiones ligadas a la experiencia humana.
En este contexto se enmarca “Aguas De Litigio”, un cortometraje realizado entre Argentina y Brasil, que aborda y visibiliza temas como las emociones y la violencia dentro de los vínculos e invita al público a reflexionar sobre ello.
Para conocer más detalles, Nota al Pie dialogó con la guionista Laura Roa acerca de su experiencia, la génesis del proyecto, la construcción de los personajes y las intenciones que atraviesan esta historia de ficción.
Sobre cómo nace el corto, Roa explicó que ‘Aguas de Litigio’ surge de la idea del agua. “Había estado pensando durante mucho tiempo en hablar acerca de, o comparar, el agua con algunas emociones sobre las que uno no tiene control”, mencionó. “El viento, el agua, los planetas, son elementos que no tienen manera de ser dominados porque tienen una funcionalidad independiente. Ciertas cosas del ser humano, algunas emociones, tampoco pueden ser dominadas”, agregó.
Y de eso, justamente, se trata la obra: de aquellas conductas y emociones desbordadas que no tienen control, que en algún momento nos exceden. “En el mundo en el cual vivimos, a veces, se les llama enfermedad”, sostuvo Roa.
El cine como herramienta de reflexión
“Aguas de Litigio” narra la historia de una mujer joven con hijos que se divorcia de su marido, quien ejerce violencia física y psicológica sobre ella. La separación es el momento en el que Roa, como guionista, aplica la metáfora del agua. “Comienza a llover de una manera desproporcionada. Todo lo que se desarrolla durante el encuentro de divorcio tiene que ver con el agua, con las emociones que no tienen dominio, y con el agua que tampoco lo tiene, que cae sin que podamos hacer nada para evitarlo, salvo mojarnos”, expresó.
Sin embargo, el cortometraje no solo gira en torno a la violencia y la ruptura, sino que también indaga en la relación especial que la protagonista mantiene con su abogada y su pareja del momento, quienes juegan roles fundamentales dentro de la trama.
Por otra parte, Roa se refirió al fin de esta pieza y lo que busca despertar en el público. “Quiero que se reflexione sobre la culpa, esa sensación de que somos responsables de ciertas cosas que nos pasan en la vida, cuando en realidad no siempre es así”, señaló. “Me gustaría que aparecieran reflexiones sobre la falta de dominio que tenemos sobre ciertas cosas que nos suceden y que, cuando nos damos cuenta de que nos desbordan, tenemos que actuar consecuentemente”, resaltó.
Sobre Aguas de Litigio
“Aguas de Litigio” es un cortometraje que forma parte de la categoría “documental de ficción” y sigue la historia de Victoria, una mujer que decide poner fin a su matrimonio tras años de violencia física y psicológica.
Dirigido por Paulo Gabriel y Val Carbone, y escrito por Laura Roa, la historia cuenta con las actuaciones de Ellen Bueno, Paulo Gabriel, Marcelo Gomes, Marilia Adamy, Fernanda Viacava, Fabio Visconde y Murilo Meola.
Como se mencionó, el corto sigue a la protagonista tras su divorcio. Muestra cómo intenta formar otra pareja, con la que también no todo será lo que parece, y su lucha por liberarse de patrones emocionales profundamente arraigados y recuperar su autonomía.
En ese sentido, el corto se constituye como un retrato poderoso del ciclo del abuso y la lucha por la emancipación emocional, desde un enfoque que cuestiona los límites entre la realidad y la representación cinematográfica.
“Este corto va a estar orientado a circuitos que sirvan como educación preventiva de la violencia. También va a estar destinado a lugares donde se ayude a las mujeres en ese sentido y a circuitos para hombres que también sufren violencia o son causantes de ella, para trabajar sobre ello”, destacó al respecto la guionista.
Para finalizar, Roa expresó sus deseos sobre la proyección: “Espero que en todos los festivales a los que vayamos y en todos los circuitos en los que nos manejemos, haya una reflexión”. “Espero que al corto le vaya lo mejor posible, porque todos trabajaron un montón, con muy poco dinero, con mucho más mano de obra que dinero, y eso merece el reconocimiento”, concluyó.