La obra teatral “Druk” cuenta con un elenco de renombrados actores: Pablo Echarri, Juan Gil Navarro, Osqui Guzmán y Carlos Portaluppi. Se trata de una adaptación de Thomas Vinterberg y Claus Flygare, basada en la película danesa Another Round, ganadora del Premio Oscar. La versión en castellano está dirigida por Javier Daulte, con producción de Pablo Kompel y Ricardo Hornos. Se podrá disfrutar hasta el 13 de abril, de miércoles a domingos, en el Teatro Metropolitan (Av. Corrientes 1343, CABA). Las entradas están disponibles en Plateanet o en la boletería.
“Druk” aborda la historia de cuatro amigos de 50 años, profesores en un colegio secundario de Dinamarca. El grupo vive monótonamente, sin sobresaltos, sabiendo que el mundo de posibilidades de la juventud ya pasó. Un día, se reúnen para celebrar el cumpleaños de uno de ellos y es ahí cuando alguien recuerda la curiosa teoría del psiquiatra noruego Finn Skarderud, quien sostiene que “los humanos nacemos con un déficit de alcohol del 0.5%, de modo que para funcionar de manera óptima y para impulsar la creatividad, sería necesario ingerir esa cantidad cada día”.
Los amigos deciden poner a prueba la tesis y los resultados son sorprendentes. Mientras se exponen a las consecuencias de vivir en un estado de ebriedad, y evitando toda prédica moralizante, “Druk” enfatiza en cómo cada uno de nosotros, para ser quienes somos, en algún momento tuvimos que desobedecer las reglas. La comedia y las dudas existenciales se entretejen en esta historia que recorre un año de la vida de los protagonistas. Año en el que tocarán fondo y en el que tal vez renacerán.
Javier Daulte se confiesa sobre “Druk”
Nota al Pie conversó con el director y adaptador de “Druk”, quien además dirige la comedia “El Jefe del Jefe” protagonizada por Diego Peretti y Federico D’Elia.
Al preguntarle acerca del proceso de adaptación del texto a la versión argentina, el dramaturgo explicó que “Trasladar un texto del teatro al cine o, como en este caso, del cine al teatro, es una tarea apasionante, aunque se trata de dos lenguajes muy diferentes entre sí”. “Sin embargo, hay algo esencial que no puede perderse en el traslado de formato: los personajes y sus vínculos”, agregó.
Por otro lado, Daulte resaltó que la obra no trata solo de los vínculos entre los personajes que se ven en el escenario, sino también de la relación que establece cada uno de ellos con su alumnado. “Ese es, en algún sentido, uno de los elementos principales de la pieza. El que sirve de motor y de hilo conductor para el desarrollo de la historia. Encontrar la manera de establecer la conexión con ese alumnado, representa quizá el desafío más ambicioso y lúdico de la adaptación”, expresó.
Vale mencionar que dicho alumnado es representado por el público. Al respecto, Daulte afirmó que la brillante idea no fue suya. “El director y guionista decidieron esto para la adaptación. Lo que sí hice fue reversionar para que la obra se dividiera en tres actos, distintas etapas, donde el público ve los momentos que transitan con el experimento del alcohol. Algunas escenas, como la de la clase de historia, son iguales a las de la película”.
En ese sentido, el dramaturgo se mostró contento por la recepción del público. “Todas las modificaciones (fueron muchas) que realicé fueron aprobadas positivamente”, aseguró.
“Druk” más allá de un experimento
La puesta en escena de la versión argentina tiene su propia impronta. Además de ser divertida, invita a repensar creencias. Los actores tienen una química especial, logrando que todos brillen por igual. Se puede ver bailar a Pablo Echarri, emocionarse con lo dramático y emotivo de Carlos Portaluppi, vivir la inocencia y lealtad de Juan Gil Navarro, y disfrutar de las ocurrencias, con su estilo a puro clown, de Osqui Guzmán.
Echarri fue el primer actor en ingresar al elenco. “Con él empezamos y el proceso de selección no es fácil, porque hay que unir voluntades. Fue muy curioso porque a los actores se les iba proponiendo, pero todavía no estaba lista la adaptación. Entonces les pedíamos que vieran la película. Por suerte gustaron de la versión y aceptaron estar”, comentó el director.
Si bien “Druk” aborda lo que sucede con la ingesta del alcohol, el director hizo hincapié en que no es una apología al consumo. “El tema del alcohol es una excusa. La obra no juzga a los personajes por beber. Poco a poco con el trabajo de actuación, los ensayos, el estreno y las previas, uno se va apropiando de la historia y por lo menos con el equipo, nos fuimos olvidando de la película (en el buen sentido). Es interesante que el público la pasa muy bien, son agradecidos, sienten que es una historia nuestra y que son profes de acá”, concluyó Daulte.