
*Por Jesús Escobar, movimiento Libres del Sur – Neuquén.
Los devastadores incendios que hoy consumen nuestra querida Patagonia argentina son una tragedia que no puede explicarse únicamente por causas naturales. Son, ante todo, el resultado de un Estado ausente y de políticas públicas negligentes impulsadas por un gobierno nacional que ha decidido negar una de las mayores crisis de nuestro tiempo: el cambio climático.
La negación del cambio climático por parte del presidente Javier Milei y su gabinete no solo es peligrosa, sino criminal. Su postura, además de contradecir la evidencia científica y el consenso internacional, nos deja sin herramientas para anticipar y prevenir catástrofes como estas. Sin políticas públicas que contemplen la prevención, la protección de los ecosistemas y la inversión en infraestructura para la detección y combate temprano de incendios, estas tragedias se vuelven inevitables.
La falta de planificación y recursos destinados al manejo del fuego en un territorio tan vulnerable como la Patagonia es una muestra clara de las prioridades del gobierno. Mientras los bosques, la fauna, las viviendas y las fuentes de trabajo de miles de personas son destruidos, la administración nacional prefiere mirar hacia otro lado, dilapidando el tiempo y los recursos en excusas y falsas narrativas.
En un intento desesperado por desviar la atención y evitar que la sociedad señale al verdadero responsable —el Estado nacional—, el gobierno ha optado por criminalizar a personas y organizaciones que luchan por la preservación del ambiente y los derechos de las comunidades. Estas acusaciones infundadas no solo son falsas, sino que buscan intimidar a quienes exigen justicia y acciones concretas.
Desde nuestro espacio, denunciamos esta irresponsabilidad y exigimos:
- El reconocimiento del cambio climático como una crisis urgente que requiere políticas públicas inmediatas.
- La implementación de un sistema nacional de prevención y combate de incendios que contemple tecnología avanzada, recursos humanos capacitados y financiamiento acorde.
- El cese de la persecución y la criminalización de las personas y organizaciones ambientales.
La Patagonia arde, y con ella se consume una parte invaluable de nuestro patrimonio natural y cultural. Pero lo que más se quema es la confianza de la ciudadanía en un gobierno que no está dispuesto a proteger lo esencial: la vida.
Hacemos un llamado a toda la sociedad a unirse en defensa de nuestra tierra, a exigir un cambio de rumbo y a no permitir que las llamas del olvido se lleven también nuestra capacidad de indignarnos y luchar.