En Argentina hay pocos feriados nacionales inamovibles y uno de esos es el Día del Veterano y los Caídos en la Guerra de Malvinas, jornada que se conmemora cada 2 de abril. El conflicto bélico por el Atlántico Sur entre el país sudamericano y Reino Unido de 1982 impactó en el fútbol inglés con dos futbolistas albicelestes. Osvaldo Ardiles y Ricardo Villa, campeones del mundo en 1978, llegaron a Inglaterra y se vieron obligados a tomar partido durante la confrontación política.
En aquel entonces, Tottenham logró el ascenso a la élite del fútbol británico y su DT, Keith Burkinshaw, apostó por los jugadores argentinos para reforzar el equipo. El tiempo le dio la razón pero Ardiles, proveniente de Huracán, y Villa, de Racing, fueron parte del conflicto desde el lado del fútbol. Los dos futbolistas causaron un gran debate en su arribo a suelo inglés ya que anularon una prohibición para fichar extranjeros que se instauró en 1931.
Frente a ese panorama, los “Spurs” acordaron sus arribos y ambos atletas representaron a la primera camada de jugadores compatriotas en llegar al fútbol inglés. Con el paso de las temporadas, la afición generó un fuerte vínculo con los argentinos y eso se reflejó durante 1982 y la época moderna con un gran homenaje para ambos. En 2008, Ardiles y Villa ingresaron al salón de la fama del club londinense por su destacada actuación a inicios de la década de los ’80.
La guerra rompió un entrañable vínculo
Tras tres buenas campañas en Londres, los argentinos se convirtieron en ídolos de la institución y fueron grandes artífices de dos importantes conquistas. En la F.A Cup de 1981, Villa fue la figura absoluta de la final al marcar dos goles en el triunfo por 3-2 frente al Manchester City. Su segundo tanto personal, tercero del equipo, fue considerado como el mejor gol anotado en Wembley en todo el Siglo XX.
En tanto, Ardiles fue elegido como parte del elenco de actores en la película “Evasión o Victoria” y formó parte del tema musical “Ossie’s Dream” del dúo Chas & Dave. Este último alcanzó la primera posición de la lista como el más escuchado durante una semana. “Les ganamos a Los Beatles, a los Rolling Stones, a Elton John, a todos. Fueron unas semanas, pero les ganamos a todos”, señaló el propio jugador en una posterior entrevista con El Gráfico.
Tras la conquista del sexto título del certamen nacional ante los “Citizens”, la edición de 1982 fue un detonante para el calvario que vivieron los argentinos en Inglaterra. El 3 de abril de ese año, Tottenham jugó contra Leicester City la semifinal de la F.A Cup, la cual ganó por 2-0, y las cuestiones políticas se hicieron sentir. A un día de que estalle el conflicto bélico, la afición rival recibió a los argentinos con el cántico de “England, England, England”.
Sin embargo, los hinchas del Tottenham sentían un gran cariño por ellos y salieron a defenderlos al grito de “Argentina, Argentina, Argentina”. Incluso, colgaron una bandera que traducida decía: “Argentina se puede quedar con las Malvinas, nosotros nos quedamos con ‘Ossie’”. En aquel encuentro, Villa prefirió no jugar y solo hizo presencia Ardiles; aunque, ese sería su último compromiso con el club debido a que luego fue concentrado para el Mundial 1982.
Por su parte, Tottenham alcanzó la final y venció en un tercer partido al Queens Park Rangers, donde Villa no fue convocado por el panorama político. A sus 30 años, el oriundo de Roque Pérez rescindió su contrato tras 133 partidos y 18 goles, y se fue al fútbol estadounidense. Una vez concluida la Copa del Mundo, Ardiles reflexionó sobre un cambio de aire y se fue cedido por una temporada al Paris Saint Germain.
La vida tras la guerra
Más allá que la guerra duró 74 días, su efecto repercutió en gran medida en la carrera deportiva de ambos futbolistas. Por un lado, Villa sintió que debía irse de Londres y así recaló en el Strikes de Fort Lauderdale de Florida de la segunda división de Estados Unidos. En la temporada 1983 sólo disputó 19 cotejos y anotó 3 goles, lo que demostró que todavía se mantenía afectado por su sucedido entre Argentina y Reino Unido.
Tras su experiencia en Norteamérica, el mediocampista estuvo dos años en Deportivo Cali de Colombia y entre 1986 y 1989 en Defensa y Justicia. Con el cuadro de Florencio Varela jugó en la segunda división hasta que le puso fin a su carrera luego de tres temporadas. A pesar de contar con un pasado enfocado en la política, en 1999 fue entrenador de Tigre, donde solo dirigió 12 partidos. Desde 2005 es el secretario técnico de Talleres de Córdoba, provincia en la que vive.
Por su parte, Ardiles tuvo un exilio en Francia para escaparle a la presión que significaba jugar en Inglaterra pero no lo logró. En su cabeza aún estaban las consecuencias del conflicto bélico y se vio reflejado dentro de la cancha. En París jugó 14 compromisos y marcó un solo tanto, situación que desde Tottenham querían solucionar para recuperarlo. Cuando regresó del préstamo, en Londres contrataron un psicólogo para que lo ayude con los traumas que lo atormentaban.
Con paciencia y tiempo, Ardiles volvió a ser el mismo y logró encaminar su carrera deportiva con la institución, la cual lo necesitaba y nunca quiso que se fuera. En la temporada 1983-1984 se consagró campeón de la Copa de la UEFA, hoy conocida como Europa League, frente al Anderlecht de Bélgica por la vía de los penales. En total disputó 236 encuentros con el club londinense y convirtió 16 goles, números poco habituales en aquella época para un extranjero.
Asimismo, la institución inglesa organizó un partido homenaje para Ardiles en 1986, donde estuvo presente Diego Maradona con la camiseta de los Spurs. Incluso, fue entrenador por un mes en 1987 y en la actualidad es embajador del cuadro londinense. En 1988 finalizó su relación con el Tottenham, y luego tuvo posteriores pasos por Blackburn Rovers, Queens Park Rangers, Strikers de Florida y Swindon Town, donde cerró su carrera en 1991.