Ante el avance feroz de la tecnología y un mundo entero extasiado por las herramientas digitales que surgen de manera constante, el Papa Francisco llamó a reflexionar en cómo y para qué son utilizados estos instrumentos. A lo largo del mensaje que la oficina de prensa del Vaticano difundió este jueves, Francisco también puso el foco en la Inteligencia Artificial (IA) al considerar que representa un peligro para la vida de las personas y el bienestar común.
La publicación que la Santa Sede hizo esta semana retoma las palabras que Jorge Bergoglio compartió en el marco de la 57° Jornada Mundial de la Paz, en un mensaje titulado “Inteligencia artificial y paz”. Desde allí, el Pontífice alertó sobre el uso de esta herramienta para fines “comerciales y políticos” y sostuvo que además representa “un serio problema” cuando se emplea en campañas de desinformación.
En paralelo, Francisco se encargó de reconocer los progresos de la ciencia y la tecnología al sostener que fueron indispensables para encontrar el remedio a los males que afectan la vida humana. Sin embargo, el ex arzobispo de Buenos Aires advirtió que, en esos mismos avances, también se esconden otras intenciones.
“Los progresos técnico-científicos, haciendo posible el ejercicio de un control sobre la realidad nunca visto hasta ahora, están poniendo en las manos del hombre una vasta gama de posibilidades, algunas de las cuales representan un riesgo para la supervivencia humana y un peligro para la casa común”, denunció.
De esta manera, el Papa planteó algunas preguntas en torno a la estimulación del uso de estas herramientas en las que subyacen oportunidades, pero también peligros “para la búsqueda de la justicia y de la armonía entre los pueblos”.
“¿Cuáles serán las consecuencias, a medio y a largo plazo, de las nuevas tecnologías digitales? ¿Y qué impacto tendrán sobre la vida de los individuos y de la sociedad, sobre la estabilidad internacional y sobre la paz?”, indagó Bergoglio.
El Papa Francisco advierte sobre el robo de datos y manipulación
Además de los cambios en la cotidianidad humana, el Papa Francisco también ahondó en otra alerta del mundo digital: el robo de información. Al respecto, el pontífice hizo hincapié en el uso de los algoritmos y de cómo se pueden extraer, a través de ellos, datos que permiten “controlar los hábitos mentales y relacionales de las personas” con fines comerciales o políticos, sin que las víctimas se enteren y dejándolas limitadas en el ejercicio consciente de la libertad de elección.
“De hecho, en un espacio como la web, caracterizado por una sobrecarga de información, se puede estructurar el flujo de datos según criterios de selección no siempre percibidos por el usuario”, alertó Francisco.
En ese sentido, el padre de la Iglesia Católica convocó a afinar el ojo al señalar que tanto la investigación científica como las innovaciones tecnológicas “no están desencarnadas de la realidad ni son «neutrales», sino que están sujetas a las influencias culturales”.
“Esto vale también para las formas de inteligencia artificial, para la cual, hasta hoy, no existe una definición unívoca en el mundo de la ciencia y de la tecnología. El término mismo, que ha entrado ya en el lenguaje común, abraza una variedad de ciencias, teorías y técnicas dirigidas a hacer que las máquinas reproduzcan o imiten, en su funcionamiento, las capacidades cognitivas de los seres humanos”, añadió.
La responsabilidad ante la avanzada tecnológica
En otro tramo del mensaje, el Papa se encargó de reflexionar con respecto al rol que debería tomar hoy la IA. Para él, en tanto debe ser entendida “como una galaxia de realidades distintas” pero que no se puede presumir “a priori” que su desarrollo aporte “una contribución benéfica al futuro de la humanidad y a la paz entre los pueblos”.
“Tal resultado positivo sólo será posible si somos capaces de actuar de forma responsable y de respetar los valores humanos fundamentales como «la inclusión, la transparencia, la seguridad, la equidad, la privacidad y la responsabilidad»”, detalló Francisco.
Y siguiendo esa línea, agregó que no basta “ni siquiera con suponer” que de parte de quien proyecta algoritmos y tecnologías digitales existe “un compromiso de actuar de forma ética y responsable”.
“Es preciso reforzar o, si es necesario, instituir organismos encargados de examinar las cuestiones éticas emergentes y de tutelar los derechos de los que utilizan formas de inteligencia artificial o reciben su influencia”, sostuvo Bergoglio.
Por último, el Pontífice convocó nuevamente a la responsabilidad ante la expansión de la tecnología y sus impactos en la sociedad debido a que “la libertad y la convivencia pacífica están amenazadas cuando los seres humanos ceden a la tentación del egoísmo, del interés personal, del afán de lucro y de la sed de poder”.
“Tenemos por ello el deber de ensanchar la mirada y de orientar la búsqueda técnico-científica hacia la consecución de la paz y del bien común, al servicio del desarrollo integral del hombre y de la comunidad”, remarcó el Papa.