En la actualidad son diversos los deportes emergentes que se abren camino y se afianzan cada vez más. Uno de ellos es el padbol, el cual tiene un sabor especial ya que se creó en Argentina, particularmente en La Plata, capital bonaerense.
La propuesta, pensada e impulsada por Gustavo Miguens en 2008, combina aspectos del fútbol y el pádel. Se juega en formato de dos contra dos en una cancha que tiene diez metros de largo y seis de ancho. El rectángulo se encuentra delimitado por paredes, y el sistema de puntuación es el mismo que el del tenis.
Con sólo 15 años de historia, esta disciplina ya se desarrolla en más de 30 países y la próxima semana celebrará en Brasil su cuarto Mundial. Ese certamen contará con 18 participantes, cifra récord en la historia del campeonato.
En la previa de ese importante evento, Nota al Pie conversó con Gonzalo Maidana. El platense es un referente nacional e internacional del padbol y, además, lo juega desde los inicios.
En una interesante charla, el deportista contó cómo fueron aquellos primeros partidos y se refirió además al enorme crecimiento que atraviesa la actividad. Un ejemplo de ello es la reciente experiencia que tuvo en Emiratos Árabes y Qatar, sitios a los que viajó a enseñar este deporte.
Los comienzos de una dinámica aventura
“Tuve la suerte de ser uno de los primeros en jugarlo, por medio de un amigo mío que conocía a Gustavo”, explicó el entrevistado. Hacia 2010, cuando se oficializó el proyecto luego de una primera etapa creativa, Miguens se reunió con un grupo de futbolistas aficionados que se mostraron entusiasmados con la idea de practicar algo nuevo. Entre ellos se encontraba Maidana.
A manera de prueba, empezaron en una cancha de squash, la cual tiene medidas similares. Por entonces utilizaban un hilo que hacía la función de red. “Jugamos un mes allí para afianzar las características del juego, el reglamento, y ponerlo en marcha”, comentó Gonzalo. El avance fue meteórico y en 2011 se instaló en la ciudad la primera pista.
La novedosa iniciativa cruzó rápido las fronteras y fue muy bien recibida por países como España, Uruguay e Italia. Esas naciones, con Argentina, integraron el primer Mundial de Padbol. La Plata fue la merecida sede del mismo, el cual se disputó en 2013. Se realizó en el predio de la República de los Niños, reconocido parque de la localidad de Manuel Gonnet.
Esa competencia marcó un antes y un después y permitió la creación de nuevos certámenes tanto nacionales como en el exterior. En ese contexto se llevó a cabo la segunda edición mundialista en 2014 en Alicante, y la tercera en 2016 en Punta del Este.
Sobre este desarrollo hizo hincapié Maidana: “A veces, por las cuestiones del día a día, no nos damos cuenta de todo el crecimiento que tuvo el padbol. Por eso, en ocasiones, trato de mirarlo desde afuera y ahí caigo de todo lo que se logró”. Y sostuvo con alegría: “En menos de 15 años ya se construyeron canchas en diferentes continentes y estamos a días de que se juegue el cuarto Mundial”.
El progreso en distintos puntos del país
Así como se expandió a varios territorios extranjeros, este moderno deporte también llegó a diversas provincias argentinas. Sobre ello, el integrante de la selección comentó: “Salta es una de las provincias en donde más avanzó. También en sitios de la Costa Atlántica y demás ciudades de la provincia de Buenos Aires”.
“Existen torneos nacionales que sirven como clasificatorio para los campeonatos mundiales”, manifestó. Y amplió: “Esa competencia interna es positiva porque es un lugar de encuentro para evaluar el presente del padbol en cada lugar del país”.
Además consideró que la moderna disciplina sirvió también como embajadora de la capital bonaerense: “Es una herramienta de difusión. Cada vez que alguien en el mundo está interesado por el padbol, lo primero que pregunta es en dónde se originó. Eso da pie a hablar sobre La Plata y sus características”. Y aseguró: “En varios casos les genera la curiosidad de poder visitar el sitio en donde esto empezó”.
Se viene el Mundial
La cuarta edición de la Copa del Mundo se hará en Santos, Brasil, del 8 al 12 de noviembre. Además de Maidana, el equipo nacional está compuesto por Tomás Labayen, Lucas Vaioli y Benjamín Di Benedetto. Los 18 participantes estarán divididos en tres zonas de seis cada uno. Los dos primeros de cada hexagonal, más los dos mejores terceros, avanzan a los cuartos de final.
“Tenemos expectativas de llegar lo más lejos posible. Va a ser una edición pareja. Queremos repetir la final alcanzada en 2016. Sabemos que no será fácil, pero entrenamos para lograrlo”, expresó el entrevistado. Además explicó que el desafío es superar a España, la gran potencia que tiene este deporte. Los ibéricos ganaron, hasta el momento, todos los mundiales que se jugaron.
Además, Gonzalo contó una curiosidad: su hermano será el entrenador del seleccionado de Qatar, el cual compartirá zona con el representativo nacional. Esa clase de equipos emergentes harán que este sea el Mundial más complejo que haya afrontado España. En este nuevo panorama, el jugador consideró que hay cinco países que pueden disputarle el trono a los ibéricos: Argentina, Uruguay, Portugal, Rumania y Brasil.
Vale mencionar también que en la presente edición no habrá distinción de ramas como ocurrió en 2016, año en el que se llevó a cabo la versión inaugural del certamen femenino. En este caso la participación es abierta, sin división de género.
La experiencia en Asia
Además de deportista, Gonzalo Maidana es profesor en comunicación social, por lo que la docencia es otro de los ámbitos que le apasionan. En los meses recientes logró unir el deporte y la enseñanza al ser contratado en Emiratos Árabes y en Qatar para dar clases y formar nuevos jugadores.
Sobre ello comentó: “Fue algo increíble, hermoso. Cuando arranqué a jugar al padbol nunca hubiera imaginado esta oportunidad en el exterior. Ver a chicos árabes practicando este deporte surgido en La Plata es algo espectacular”.
Y, para cerrar, contó: “Me trataron muy bien. Fue todo impecable. Yo pensé que me recibirían de un modo más frío, pero fueron muy abiertos y siempre estuvieron a disposición para todo lo que necesité”. Y sintetizó: “Fue una de las mejores experiencias de mi vida”.