Desde el viernes 7 de abril el público argentino disfruta de la versión nacional del unipersonal A.K.A. (Also known as) (También conocido como …). Un espectáculo que fusiona el drama, lo musical y mucha picardía en escena gracias a Lucas Pose, su protagonista. La dirección corre por el profesional Gastón Marioni, con una puesta cuidada y divertida, donde los músicos en vivo son clave para la dinámica. Y un texto de Daniel J. Meyer, con variados giros como emociones que sorprende a la platea en esta historia adolescente. Las funciones son los viernes y sábados de abril, y los sábados de mayo a las 21:00 horas. Las entradas se pueden obtener en Alternativa Teatral o en la boletería del teatro, el Centro Cultural 25 de Mayo, Av. Triunvirato 4444, CABA.
Tras conquistar a más de 45.000 espectadores desde su estreno en España y cosechar elogios por parte del público como por la crítica durante cinco temporadas tanto en Madrid como en Barcelona. Este musical llegó finalmente a Argentina, donde se invita a los jóvenes y a su familia a reflexionar sobre temáticas sociales tan necesarias a debatir. El texto tiene un poco de todo, cargado de frescura y sentimientos, también hay espacio para el drama desde su mitad. Cuando salen a luz temas inesperados como la adopción, la discriminación, los refugiados, el racismo, y la incomprensión de los jóvenes por gran parte de los adultos.
Daniel J. Meyer, con audacia creó un texto donde se transmite una realidad que, sinceramente, no es todo lo visible que debería ser y es de vital importancia en la sociedad. Un texto que fue escrito tan solo en una noche, pero que su autor dando rienda suelta a su imaginación más referencias propias de su propia adolescencia. Ya que es un argentino de tan solo 20 años, un día partió hacia Cataluña. Donde continuó perfeccionando sus estudios y hoy cuenta con varias obras. En esta plasma con simplicidad como ser un inmigrante. Y ha perfilado un cuento dramático condimentado con música, tan disfrutable como aleccionador. Una trama que resulta atractiva y de fácil comprensión, pero se guarda algunas sorpresas hacia el final.
Las raíces y una identidad reservada
La trama se centra en la adolescencia de un joven adoptado, que no conoce su verdadero origen. Y vive el día a día entre la escuela y su habitación. En un principio no parece tanto diferenciarse del clásico joven rebelde, que se refugia en lo antisocial y con un pequeño grupo de amigos, pero poco a poco va dejando ver sus capas ocultas y su inagotable timidez.
La puesta nacional cuenta con Lucas Pose, en el rol principal. Con simpatía rompe la cuarta pared desde el inicio, y poco a poco logra una comunicación fluida con la platea. Además, expone toda su vitalidad y suma entrega física, para dar forma a un personaje que muta varias veces en escena. Ya que comienza representando cosas cotidianas y algo superficiales como el colegio, su gusto por la música, el refugio de las redes sociales y la marihuana, más ciertos coqueteos con el amor. Para luego pasar a un personaje más oscuro, víctima de la marginación, la crueldad del racismo y la injusticia también toca a su puerta, cuando se lo acusa de violación. Y es ahí cuando la historia cobra mayor complejidad y validez, all traer a la superficie con astucia la profundización en la identidad humana y social.
Pero a pesar de ser un espectáculo unipersonal, la dirección de Gaston Marioni permite que ciertos personajes secundarios interactúen en la trama. Y están a cargo de Salvador Pecelis, Agustín Painefil y Facundo Biderbost, que son los músicos en escena. Así que no sólo subrayan cada minuto en la pieza con su talento en las melodías, sino que también dan voz a los amigos del protagonista.
Conclusiones
AKA (Also Know As) resulta una obra tan pequeña como profunda. Necesaria para que vean los jóvenes y adultos por igual. Son de esas que enriquecen la cartelera anual, además de entretener de seguro al visitante. Ya que descubrirá todos los códigos de las nuevas generaciones, desde su manera de hablar, hasta la música de hoy y la forma de relacionarse. La calidad artística da el presente y crece durante la trama. Y una vez terminada la noche en más de uno, dejará tarea y motivos para reflexionar camino a casa.