El jueves pasado, en Estados Unidos, un gran jurado de Manhattan resolvió acusar de manera formal a Donald Trump, convirtiéndolo en el primer expresidente de la historia del país en ser imputado. El dirigente del Partido Republicano enfrentará cargos penales a causa de un presunto soborno en el año 2016 a la actriz de cine para adultos, Stephanie Clifford, para silenciar una relación extramatrimonial que habían mantenido una década atrás.
Trump, que tiene intenciones de volver a la Casa Blanca en el año 2024, sostuvo tras la imputación que “esto es una persecución política e interferencia electoral al más alto nivel de la historia”. En ese sentido, el ex presidente norteamericano apuntó contra el Partido Demócrata. Alegó que el partido gobernante utiliza “como arma nuestro sistema judicial para castigar a un oponente político”.
Trump, ¿fortalecido tras la acusación?
Los principales dirigentes del Partido Republicano, por motivos genuinos o por estrategia electoral, defendieron a Donald Trump tras la imputación de la Justicia. Paradójicamente, la acusación al ex mandatario estadounidense generó, como contrapartida, la unidad del partido opositor, algo impensable hasta hace poco tiempo.
Rivales directos de Trump en la interna republicana, como Ron DeSantis o Mike Pence, no dudaron en atacar la decisión de la Justicia, a la que acusan de estar alineada a la agenda demócrata. El motivo es claro: independientemente de sus propias aspiraciones o de sus simpatías, en el Partido Republicano saben que Trump es el dirigente más popular entre su base electoral por un amplio margen.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, sostuvo en sus redes sociales que “la militarización del sistema legal para promover una agenda política pone patas arriba el Estado de Derecho”, al mismo tiempo que afirmó que los cargos son “antiestadounidenses”. Pence, por su parte, destacó que la imputación “es un escándalo”, explicando que, además, “es un nuevo ejemplo de la criminalización política en este país”.
En este sentido, el posible fortalecimiento de Trump tras la acusación no solo se ha visto en las palabras de los principales dirigentes republicanos, sino que su defensa se extiende a otras dimensiones. En las últimas 24 horas, tras conocerse la imputación, la campaña del magnate recaudó más de 4 millones de dólares.
En esa misma línea, además de una base social se encuentra en alerta, todo parece indicar que el expresidente volvió a obtener el favor de diversos medios norteamericanos conservadores como Fox News, que habían invisibilizado a Trump en los últimos meses.
¿Cómo sigue el proceso legal?
Si bien el expediente se encuentra bajo secreto de sumario, lo que deja la situación abierta a un sinfín de especulaciones, existen algunas certezas. Por lo pronto, el próximo martes 4 de abril, Donald Trump deberá presentarse en Nueva York para dar inicio a un proceso legal que, sin lugar a dudas, no será corto.
En esa instancia, el juez le comunicará al expresidente todos los cargos por los que es acusado. Diversos medios estadounidenses adelantaron que, a pesar de que todavía no se han hecho públicos, Trump enfrentará más de 30 cargos relacionados al supuesto soborno hecho a la estrella de cine para adultos.
Más allá de que su abogado Joe Tacopina adelantó que el precandidato a la Casa Blanca no será esposado, Trump no podrá eludir el proceso de fichado, es decir la toma de huellas dactilares así como tampoco las fotografías correspondientes. Su defensor, además, aseguró que el expresidente no se declarará culpable, por lo que deberá ir a juicio si el proceso legal continúa.
Independientemente de lo que ocurra en el terreno de lo legal, que será previsiblemente largo, Trump podrá presentarse a las elecciones presidenciales del 2024 si continúa con la decisión tomada el año pasado. La Constitución de Estados Unidos, en este sentido, no establece ninguna disposición que le impida a una persona imputada o condenada presentarse como candidata a la Casa Blanca.