El pasado martes debutรณ en las tablas porteรฑas la obra โConsentimientoโ. Esta cuarta dramaturgia de la inglesa Nina Raine, que tiene su fiel adaptaciรณn argentina bajo la direcciรณn de Carla Calabrese y Mela Lenoir, adentra al pรบblico en la vida personal de tres abogados de clase alta, y sus respectivas parejas.
Esto puede llegar a confundir y hasta desilusionar a mรกs de uno de los espectadores, ya que desde el marketing la obra se presentaba como dos historias paralelas con un eje central de violaciรณn. Durante el desarrollo, una de ellas pierde valor y se convierte en puro condimento de la otra.ย
Al principio, a manera de introducciรณn, dos parejas juguetean con el concepto de violaciรณn, y hasta uno de los maridos hace chistes con que es un violador. La realidad es que son abogados que estรกn llevando un caso de este tipo de violencia.
La siguiente escena presenta al fiscal del caso cuando conoce por primera vez a la vรญctima, quien le implora ayuda. Este, debido a la forma en que funciona el sistema judicial inglรฉs, no puede simpatizar con ella. Solo la puede tratar como otro testigo para ser interrogado, un hecho que difiere notablemente del sistema argentino, ya que en la puesta solo se busca re victimiza a la vรญctima. Pero debe ser algo que por derecho de la obra no se ha podido adaptar.
Asรญ, el espectador conoce a la testigo clave, una mujer cuyo presente dista mucho del divertido pasar de estos profesionales de la justicia. Durante la trama el pรบblico serรก testigo de cรณmo sus vidas comienzan a complicarse, aรบn mรกs cuando se ponen en juego secretos y engaรฑos, y se cuestionan cada versiรณn de su propia verdad.
El estreno al pรบblico serรก esta noche, y contarรก con funciones todos los sรกbados a las 20:30 horas y los domingos a las 19:30 horas, en el Teatro Maipo, Esmeralda 443, Ciudad Autรณnoma de Buenos Aires (CABA).ย
Consentimiento, una puesta audaz con buenas actuaciones
La direcciรณn en general es muy buena y se adapta muy bien a una dramaturgia que transita momentos muy amargos desde el humor. Aunque se abusa de las transiciones a oscuras, se destaca el muy buen uso del espacio escรฉnico y el tiempo en la trama. La mayorรญa de los personajes principales son difรญciles de empatizar, algo que se compensa en general con las acertadas actuaciones del elenco.
Diego Gentile y Alejandra Perlusky son quienes aportan los momentos de mayor comicidad. Esta รบltima es un deleite en los momentos de furia matrimonial.
Sebastiรกn Suรฑรฉ se pone de manera acertada en la piel del fiscal, y encarna un personaje que gana terreno en la parte intimista de la obra y se vuelve el mรกs creรญble de los varones. Hasta se permite jugar con distintos tonos de voces en su personificaciรณn, la cual resulta tan simpรกtica como destacable.
Daniela Pantano se luce en los momentos pรญcaros. Su personaje es una amiga de la protagonista que tiene problemas para conseguir un papel de actriz, y subraya la falta de รฉxito profesional en la vida de las mujeres que plantea esta obra.
Mela Lenoir y Bruno Pedicone interpretan a la pareja principal. Sรณlidos en sus personajes, aunque su mejor desempeรฑo se produce en la primera parte antes del intervalo. Ella transmite bien el humor y la tensiรณn de esta madre primeriza, y el giro de su personaje hacia una aguda recriminaciรณn. Su personaje es quien termina siendo la vรญctima de la segunda violaciรณn de la obra, un abuso matrimonial.
รl tiene un personaje difรญcil, con grandes cuotas de desprecio y muy antipรกtico. Lleva adelante un rol de engreรญdo que se va pronunciando hasta el final, hasta su quiebre, cuando se convierte en ese hombre rendido a los pies de su mujer. Aรบn asรญ, en ambas personificaciones hay un halo de superficialidad en lo dramรกtico.
Iride Mockert tiene dos papeles en la obra, pero muy cortos, lo cual deja al espectador con sabor a poco, ya que hubiera sido bueno haber visto mรกs de ambas excelentes personificaciones. Ya sea como la vรญctima de la violaciรณn en el juicio, un papel bien dramรกtico, que es lo mรกs emocionante de la noche, o como su pequeรฑa participaciรณn en la segunda parte, mรกs en tono de comedia, una asesora de la protagonista, Mockert deja en lo mรกs alto su calidad como actriz.
En resumen
La obra tiene un inicio sorprendente que parece girar alrededor del tema de la violaciรณn. Pero la decepciรณn se hace presente cuando realmente se pone en foco las relaciones amorosas y conflictivas de seis personajes que difรญcilmente logren hacerse querer por el espectador.
Sรญ hay espacio para la reflexiรณn y el debate luego de la obra, al tener momentos de suprema injusticia. Ademรกs, el machismo parece reinar en toda la obra, y ni siquiera en su final con franqueza se empodera a las protagonistas femeninas.