El sábado pasado, en el marco de la Fiesta Nacional de la Vendimia, celebrada en Mendoza, las Asambleas por el Agua y trabajadores vitivinícolas se manifestaron en rechazo al avance extractivista del proyecto Cerro Amarillo. A su vez, otro de los ejes del reclamo estuvo puesto en las mejoras laborales. De este modo, en las calles confluyeron distintos sectores que enfrentan a la megaminería contaminante.
Las organizaciones denunciaron que la aprobación del proyecto minero en la Legislatura es violatorio de Leyes ambientales nacionales y provinciales. Además, aseguraron que pone en riesgo glaciares y cauces de agua en la región mendocina. La iniciativa social exigió el veto y la no publicación en boletín oficial de la disposición que permite la exploración de cobre en Cerro Amarillo, aprobada el primero de marzo.
Por su parte, la Asamblea Las Heras comunicó que 12 cuadras de manifestantes se pronunciaron “en defensa de Nuestra Agua, Nuestros Bienes Comunes y por salarios dignos para trabajadores de finca y bodega”. Asimismo, destacaron que la marcha incluyó un repudio al desconocimiento del Gobierno mendocino al Pueblo Mapuche.
“Más allá que este Gobierno y la oposición cómplice avancen con crueldad y alevosía, irrespetando nuestros profundos valores, nuestro pueblo, nosotras y nosotros estamos de pie defendiendo lo que por derecho y justicia nos pertenece a los mendocinos”, afirmaron desde la organización.
En la misma línea, la Asamblea Popular por el Agua sostuvo su defensa de los bienes comunes de la contaminación minera, mientras que demandan la prohibición del Fracking y la protección de Humedales. Por otro lado, exigieron suspender la tala del arbolado público y evitar el secamiento del mismo por falta de riego artificial.
Exploración con la mira en la explotación
Lautaro Jiménez, activista y militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) de Mendoza, fue consultado por Nota al Pie acerca de los reclamos de la comunidad. El referente expresó su apoyo a la demanda ambientalista que le exige al gobernador provincial aliado a Juntos Por el Cambio, Rodolfo Suárez: el veto al proyecto en Cerro Amarillo.
Jiménez se sumó al repudio de la norma que habilita la exploración minera. “A este avance, este tratamiento exprés que tuvo y que puede ser la antesala de lo que se viene más adelante, que sería el proyecto de explotación propiamente dicho en un territorio en los que hay glaciares declarados en el inventario nacional”, afirmó.
Por su parte, Carlos Russo, integrante de la Asamblea de las Heras nucleada en la Asamblea Mendocina Por el Agua Pura (AMPAB), comentó a Nota al Pie que la presencia de las organizaciones ambientalistas obedeció a la aprobación de la exploración (futura explotación) metalífera en Cerro Amarillo.
“Es un área glaciar y periglaciar. Hay nacimientos de ríos de la cuenca del Atuel, o sea del Río Grande que después desemboca en el Colorado, que podría afectar no solamente a nuestra provincia, a partir de afectar las nacientes y de la laguna grande del cajón”, señaló el asambleísta. Además, aclaró que esa región está a solo 200 metros del lugar de exploración.
Russo remarcó que “todos estos ríos deberían ser tratados con el criterio de Cuenca ya que afectarían el sur mendocino, pero también la provincia de La Pampa de Neuquén de Río Negro y Sur de Buenos Aires”. A su vez, destacó que toda inversión en exploración tiene finalidad de explotación futura.
La abstención de voto como complicidad del delito ambiental
Sobre las expectativas para cambiar el curso de los acontecimientos, el integrante de Las Heras precisó: “En principio tenemos poca esperanza en nuestra Legislatura. Habida cuenta de que se ha transformado, prácticamente, en una escribanía del Poder Ejecutivo Provincial, con el acuerdo entre los dos partidos mayoritarios”.
Luego, al referirse a les legisladores que se abstuvieron de votar la exploración de Cerro Amarillo, el asambleísta les consideró responsables de dar libertad de acción a sus compañeres de cometer un delito ambiental. “Algunos se han abstenido, lo que para nosotros significa lo mismo que votar la propuesta del Gobierno”. subrayó.
Además, Carlos Russo detalló: “Creemos que hay conflicto de intereses, porque los dueños de esta explotación, o parte del negocio forman parte de instituciones que hicieron el inventario de glaciares. Así que hay un claro conflicto de intereses ahí. Por otro lado, tampoco se consultó a los organismos pertinentes del Centro Científico Tecnológico (CCT) de CONICET Mendoza”.
Reclamos por les trabajadores vitivinícolas
Respecto de otros reclamos de la marcha, Lautaro Jiménez remarcó: “Lo que vimos el día sábado es una confluencia de sectores que hace tiempo venimos construyendo. Las obreras de Viña y obreros de bodega, que son los verdaderos protagonistas de la vendimia, tienen sueldos que están entre los más bajos de la provincia, cobrando apenas 70 mil pesos”.
En este sentido, el dirigente del PTS expresó, que bajo estas condiciones salariales, les trabajadores de ese sector quedan “por debajo de la línea de indigencia”. Mientras tanto, las bodegas “tienen niveles de lujos, glamour y ganancias extraordinarias que ostentan en esta fiesta. Por eso la consigna (gremial) alrededor de la defensa del agua”.
Con respecto a estas demandas, Carlos Russo precisó que hay luchadores y luchadoras por los derechos laborales como los hay por los derechos ambientales y por “distintos espacios que hoy están judicializados”.
“Te vas a encontrar a viñateros autoconvocados porque los que producen la riqueza y el vino no llegan a fin de mes. Te encontrás con el gremio de estatales, también el gremio docente”, precisó.
Cabe destacar que la contra marcha fue nutrida por asambleas ambientalistas, organizaciones sociales, gremios autoconvaocados, partidos políticos, agrupaciones indigenistas y de un número de colectivos que se hicieron presentes en la medida que consideraron que podían llevar sus reclamos al Carrusel de la vendimia.