Una momia de 4.300 años de antigüedad, junto a otras estatuas y objetos, fueron descubiertos recientemente cerca de la Pirámide Escalonada de Saqqara en Egipto. El cuerpo, cubierto de hojas de oro, fue hallado en un sarcófago sellado que simulaba ser una puerta que pertenecía a “un tal Messi”.
La momia, depositada en el fondo de un pozo de 15 metros entre otro grupo de tumbas de la quinta y sexta dinastía, sería la más antigua y completa descubierta hasta el presente en esa región. El cadáver corresponde a un hombre llamado Hekashepes o Djed Sheps y estaba alojado detrás de una falsa puerta.
Por supuesto, el dueño de la tumba no guarda relación real con el flamante campeón del mundo de Qatar 2022 pero la coincidencia llamó la atención tanto de la comunidad científica como del público en general. Las redes sociales se inundaron de memes que hacen referencia al vínculo entre el jugador argentino y el histórico hallazgo.
La colección del viejo Messi
Además de Hekashepes, fueron descubiertas otras tumbas que corresponden al momento del reinado de Unas, último faraón de la V dinastía. Una de ellas es la de Khnum djed def, sacerdote, supervisor de nobles e inspector de oficiales. Otra, es la perteneciente a un oficial del palacio real “guardián de los secretos y ayudante del gran jefe del palacio”, llamado Meri.
El equipo de excavación encontró también nueve estatuas. Entre ellas, llamó especial atención una que representaba a un hombre, a su esposa y a varios sirvientes. Luego de reconstruir los datos, el director del equipo científico Zahi Hawass informó a la agencia Reuters y Sputnik: “De esto podemos concluir que las nueve estatuas pertenecen al que llevaba el nombre Messi”.
Este conjunto de estatuas, algunas talladas en piedra y otras en madera, constituye una de las colecciones más grandes que se encontraron en Egipto en toda la historia. En consecuencia, se deduce que el Messi antiguo se destacó en su tiempo por ser el poseedor de una colección récord de estos y otros objetos; entre los que no faltan elementos de oro, amuletos y herramientas.
Una reciente historia de descubrimientos
En los últimos tiempos son cada vez más frecuentes los descubrimientos de momias y oro en los yacimientos arqueológicos del país norafricano. Un hallazgo destacado fue el del “Niño de Oro” que data del siglo tres a.C. Se trata de un adolescente momificado que contiene un corazón de oro.
Más tarde, se localizó el cuerpo de Hek shepes (la momia dorada) en el sector sur de la ciudad de El Cairo, junto con las otras tres tumbas mencionadas. A estos dos descubrimientos se suman, ahora, la colección de estatuas que pertenecían al famoso egipcio que quedó vinculado a las copas y medallas de oro del actual astro del deporte.
El singular descubrimiento se produjo después de que una expedición arqueológica encontró casi 50 amuletos en el interior del “Niño de Oro”. Este fue hallado en 1916, pero olvidado en el sótano del museo de El Cairo. Los amuletos dan testimonio de una amplia cantidad de antiguas creencias egipcias.
Un ejemplo de estas, es la colocación de una lámina dorada dentro de la boca de la momia a modo de lengua para garantizar que el difunto pudiera hablar en la otra vida. Por otro lado, en el interior de la cavidad torácica del Niño se encontró un escarabajo dorado, del que les investigadores imprimieron una copia en 3D.
En este caso, el insecto adquiría un rol fundamental en el más allá durante el juicio del difunto, además de un pesaje del mismo órgano “contra la pluma (balanza) de la diosa Maat”.
Además, el escarabajo silenciaba al corazón en el Día del Juicio para que no diera testimonio contra el mismo ser momificado. La dirección del Museo Egipcio decidió trasladar esta momia a la sala principal de exposiciones y lo llamó “Niño de oro”.