Este lunes se inauguró la tercera semana de audiencias por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido en enero de 2020. Casi 3 años después del hecho, Máximo Thomsen eligió hablar luego de escuchar las declaraciones de su madre, quien mencionó que sufre de cáncer. El imputado aseguró que nunca tuvo intenciones de matar y que reaccionó “tirando patadas” ya que sintió un golpe en su cara.
El inicio de la audiencia se postergó casi tres horas por demoras de los abogados de ambas partes. El primero en declarar fue Juan Pedro Guarino, quien junto a Alejo Milanesi fue sobreseído en la causa por falta de pruebas incriminatorias. El joven declaró que vio a Thomsen “al lado de un chico tirado” y supuso que se estaban peleando de vuelta, una práctica recurrente del grupo oriundo de Zárate.
Aunque estaba previsto que también declarara Milanesi, su testimonio fue desestimado tanto por la defensa como por el particular damnificado. Luego fue el turno de Tomás Ítalo Colazzo, quien estaba presente al momento del hecho pero no formó parte del ataque. Mencionó que vio a Fernando tirado en el piso «cerca» de los acusados Thomsen y Ciro Pertossi, pero no pudo identificar quienes le propiciaron los golpes.
Durante horas de la tarde fue el turno de Santino Franco Massagli, José Aníbal Leguiza y Juan Ignacio Neme Correa, amigos de Blas Cinalli que intercambiaron mensajes de texto con el acusado luego de concretado el asesinato. Por último, intervinieron Rosalía Zárate y María Paula Cinalli, madres de Thomsen y Cinalli respectivamente.
Las declaraciones de Máximo Thomsen
Sobre el final de la audiencia, uno de los imputados más complicados en la causa, Máximo Thomsen, pidió declarar ante el Tribunal. Durante su testimonio pidió disculpas y aclaró que no tenía como objetivo asesinar a nadie.
Al ser interrogado por el fiscal Gustavo García, Thomsen dijo que no recordaba dónde estaba cuando se inició la pelea por los efectos del alcohol y de la asfixia, producto de la llave que se le aplicó al ser echado del local Le Brique. Cuando le preguntaron si había propinado patadas en la cara a la víctima alegó que no lo recordaba. También se negó a identificar a sus compañeros en distintos videos que comprometen a los acusados.
Cuando fue cuestionado sobre la ropa que llevaba la noche del 18 de enero de 2020, el rugbier reconoció que las zapatillas con sangre encontradas en la escena son suyas. Luego fue el turno del abogado Fernando Burlando de indagar al acusado, pero Thomsen se negó a declarar ya que no se sentía cómodo “respondiendo a una persona que dijo muchas barbaridades sobre mi persona y que insultó a mi mamá”.
Guarino se mostró emocionado y pidió disculpas
Juan Pedro Guarino, quien fuera sobreseído en la causa, llegó a los Tribunales de Dolores pasadas las 8 de la mañana y declaró que concurría para “ayudar a la Justicia”. Luego, pidió justicia por Fernando Báez Sosa.
“Sigo teniendo tristeza, enojo, dolor, no poder creerlo”, alegó el joven. Dijo que sentía mucha vergüenza por la situación que le tocó vivir. Guarino, que luego de ser liberado nunca volvió a tener contacto con los acusados, mencionó que al ver lo que estaba ocurriendo “no podía creer” que se estuviesen peleando de vuelta. “Yo había hablado con mi mamá y mi novia que si volvía a pasar yo me iba a volver de las vacaciones”, sostuvo.
Posterior a su declaración, el joven le dedicó unas palabras a los padres de Fernando Báez Sosa: “Quiero expresar mis condolencias a la familia, que nunca pude hacerlo. Todos los días desde que pasó me pregunto si podría haber hecho algo para que no pasara».