El papa Francisco proclamó santo al enfermero ítalo-argentino Artémides Zatti, conocido como el «pariente de todos los pobres» por su labor en la Patagonia al servicio de las personas necesitadas durante la primera mitad del siglo XX.
La ceremonia se desarrolló en la Plaza San Pedro y durante su mensaje, el Sumo Pontífice también hizo hincapié en «no separar el mundo «en buenos y malos y a superar muros de división».
La historia del nuevo Santo
Artémides Zatti nació el 12 de octubre de 1880 en Boretto (Italia) y murió el 15 de marzo de 1951 en Viedma (Argentina), donde emigró cuando tenía 17 años con sus padres y sus 7 hermanos.
Desde ahora es el tercer santo argentino y el primero laico, ya que fue coadjutor de los salesianos.
En el transcurso de su carrera como enfermero que mantuvo cerca de los más pobres, formando parte del movimiento de los Salesianos de Don Bosco.
Este enfermero ítalo argentino ya había sido declarado beato, fue canonizado luego de que se reconociera el milagro logrado a través de su intercesión en la curación de un hombre que sanó de un «ictus isquémico cerebeloso derecho, complicado con lesión hemorrágica voluminosa», en agosto de 2016 en Lipa, Filipinas.
Vale recordar que los otros dos argentinos que fueron santificados son Héctor Valdivieso, quien desempeñó su sacerdocio en la ciudad de Buenos Aires y asesinado en la Revolución de Asturias española de 1934, y luego de José Gabriel Brochero, el «Cura Gaucho» glorificado por el propio Francisco en 2016.
Un ejemplo de gratitud
«Artémides Zatti fue un ejemplo vivo de gratitud», afirmó Francisco durante su mensaje en la misa. Además el Papa pidió que «recemos para que estos santos hermanos nuestros nos ayuden a caminar juntos, sin muros de división».
Y convocó a todos los fieles a comprobar «si en nuestra vida, en nuestras familias, en los lugares donde trabajamos y que frecuentamos cada día, somos capaces de caminar junto a los demás, de escuchar, de vencer la tentación de atrincherarnos en nuestra autorreferencialidad y de pensar sólo en nuestras propias necesidades».