Del 5 al 8 de septiembre se desarrolló en Vladivostok, ciudad del Lejano Oriente de Rusia, el VII Foro Económico Oriental. El encuentro se realizó bajo el lema “En camino hacia un mundo multipolar” y participó el presidente de la Federación Rusa, Vladímir Putin.
Durante las jornadas se destacó la transición estructural global hacia el multipolarismo, y las implicancias políticas y económicas para la cooperación internacional. De esta manera, se realizaron más de 90 eventos empresariales con la presencia de diferentes delegaciones. Entre ellas las de China; Vietnam; India; Corea del Sur; Japón; Kazajstán; Bielorrusia; Camerún; Indonesia. En tanto, por América Latina concurrieron delegaciones de Argentina, Chile y Nicaragua.
El gobierno ruso tuvo la intención de fortalecer los lazos económicos con los países orientales. En este sentido, la fundación rusa organizadora del foro, Roscongress, anunció que se firmaron casi 300 acuerdos por un valor total de 3.272 billones de rublos (más de 53 mil millones de dólares).
La palabra de Putin
El líder ruso, Vladímir Putin, se refirió a los “cambios tectónicos” emergidos en la geopolítica y denunció que Occidente “trata de mantener el orden mundial anterior”.
Asimismo, afirmó que el escenario económico mundial, luego de los retos de la pandemia, debió enfrentar “la fiebre sancionadora de Occidente”. Según él, las potencias occidentales han intentado por décadas “imponer a otros países los modelos de comportamiento, privándolos de soberanía y sometiéndolos a su voluntad”.
Además, remarcó que “los países de Occidente socavaron los pilares del sistema económico mundial” y que sus acciones responden al declive del “dominio de Estados Unidos en la economía política global”. Advirtió, además, que “la separación entre las élites occidentales y los intereses de sus propios ciudadanos está aumentando”.
De esta manera, el presidente ruso expresó que el “horno sancionador” puso en riesgo el nivel de desarrollo industrial alcanzado en Europa, la calidad de vida de la gente y la estabilidad socioeconómica. En esta línea, aseguró que “Rusia maneja la agresión económica, financiera y tecnológica de Occidente”.
Por otra parte, el mandatario determinó que “no importa lo mucho que algunos quieran aislar a Rusia, es imposible hacerlo”. En este eje, el líder del gigante euroasiático recalcó que su país ha estabilizado el mercado monetario financiero, que la inflación se encuentra en baja y que el desempleo ha disminuido a niveles récords.
Rusia – China, un tándem que no se rompe
Como detalló Nota al Pie, la sociedad Rusia – China se explica en la alianza estratégica e integral que han formado durante las últimas dos décadas. Esto, como era de esperar, también se expresó durante las jornadas del VII Foro Económico Oriental.
Representantes de ambos países, entre los que estaban el presidente de la Asamblea Nacional Popular de China, Li Zhanshu, trabajaron sobre la expansión de la cooperación económica y comercial. Asimismo, les embajadores de ambas naciones celebraron el incremento del comercio bilateral entre los países y la profundización de su vínculo en los últimos meses.
Durante la semana, dos hechos evidenciaron la asociación estratégica e integral entre los países. El pasado martes, Vladimir Putin supervisó importantes maniobras militares en conjunto con países aliados como China, Siria e India. A su vez, ese día, el gigante energético Gazprom anunció que China utilizará el rublo y el yuan como monedas de pago y no el dólar.
Funcionarios rusos anunciaron que Vladimir Putin y el presidente de China, Xi Jinping, se verán las caras el próximo 15 y 16 de septiembre en Uzbekistán. El encuentro ocurrirá en el marco de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) y promete traer consigo importantes noticias en términos geopolíticos. “Estamos preparando una reunión seria y llena de contenido entre nuestros dos líderes, y trabajando en una agenda detallada con nuestros socios chinos”, sostuvo el embajador ruso en Pekín, Andréi Denisov.