Este miércoles 17 de agosto, los movimientos sociales nucleados en la Unidad Piquetera junto a agrupaciones afines se movilizaron hacia la Plaza de Mayo.
La movilización del sindicalismo combativo fue alternativa a la manifestación convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) acompañada por la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). El punto de concentración fue en la calle Bolívar y Avenida de Mayo.
El sindicalismo de base y los numerosos movimientos sociales son fuertemente críticos con la política económica del Frente de Todos (FdT). Sus reclamos consisten en un aumento de salarios, de jubilaciones y de la ayuda social. Además, cuestionan la actitud “entreguista” de la burocracia sindical de la CGT-CTA.
La crítica flexible
El Obelisco de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fue el punto de reunión elegido por la CGT, la CTA y organizaciones asociadas a la UTEP. Esta última engloba a movimientos como la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y el Movimiento Evita, entre otros.
¿Ya criticó Zabaleta la marcha de la CGT? Porque cuando marcharon las organizaciones sociales dijo: “No hace falta cortar calles, basta de apretar a los argentinos de esta forma”. ¿O el ministro usa una vara para los reclamos de los pobres y otra para el resto? Pareciera, no. pic.twitter.com/PXLjsbyHSU
— Humberto Tumini (@HumbertoTumini) August 17, 2022
La consigna que sostienen las centrales sindicales aliadas al FdT se orienta a un “llamado de atención al Gobierno nacional” respecto de la actual política económica.
Por medio de un documento organizacional, la CGT expresó su apoyo a la gestión en la lucha contra los “formadores de precios” que aceleran la inflación; y los especuladores del sector financiero que desvalorizan la moneda.
Estos sectores dejaron en claro que no se trata de una marcha contra la gestión actual si no en apoyo a la misma. En este sentido, tratan de evitar ser críticos con el Gobierno y reducen al mínimo la responsabilidad hacia la actual administración.
Por el contrario, se inclinan en poner énfasis sólo en los poderes concentrados de la economía real como causantes de la crisis y el proceso inflacionario.
A pesar de todo esto, es la primera movilización que se organiza por parte de los sectores aliados al oficialismo. Por otro lado, las centrales sindicales advierten la importancia de unir a la coalición peronista, cambiar el enfoque de las medidas macroeconómicas y concertar un mayor consenso de todos los sectores sociales involucrados (políticos y gremiales).
La jornada oficialista
Poco después del mediodía, la concentración en la zona del Obelisco, y a lo largo de la Avenida 9 de Julio, tomó características masivas. Además de las federaciones sindicales y los movimientos sociales mencionados, se hicieron presentes gremios como la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) y la Federación de Docentes de las Universidades (FEDUN) entre muchas otras.
A partir de las 14, varias columnas gremiales avanzaron por Avenida de Mayo hasta llegar al Congreso Nacional. Las organizaciones, en su mayoría de raíz cegetista, se multiplicaron. Una gran cantidad de banderas y percusión se concentró frente al parlamento.
La multitud se podía contar en diez miles de manifestantes. Cerca de las 15 horas comenzó la desconcentración de la manifestación.
La crítica dura
Desde las 15, las Organizaciones nucleadas bajo la Unidad Piquetera colmaron la Plaza de Mayo. La convocatoria fue de amplia masividad y de una importante cobertura mediática. La consigna que le dio homogeneidad a la manifestación fue “Paro General y plan de lucha”.
Esta consigna marcó una postura de diferenciación frente a la marcha que se llevaba a cabo en la Plaza de los Dos Congresos. Por estos motivos, las organizaciones piqueteras, el sindicalismo combativo y la izquierda decidieron organizar una jornada independiente en “rechazo al ajuste”.
Algunas de las organizaciones que asistieron a la concentración de Plaza de Mayo fueron Libres del Sur; el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST); el Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), el Polo Obrero, entre un amplio número de movimientos sociales.
Desde hace tiempo, estas agrupaciones reclaman a la CGT (y las CTA) una ruptura de la obediencia al Gobierno nacional. Además de las demandas consignadas en contra del ajuste, este sector solicita la reapertura de los programas de seguridad social, entre otros reclamos.
Las voces de la propuesta alternativa
De cara a la movilización de ayer, Silvia Saravia, coordinadora nacional territorial de Libres del Sur, dialogó en el programa Informados perteneciente a un multimedio de la localidad de Lanús: “Telecreativa”.
La dirigente social se refirió a una “debilidad” del Gobierno nacional que “está yendo en perjuicio de la población. Hay un sector económico muy pequeño, pero muy poderoso, que está poniendo sus reglas y que nos tiene de rehenes a la mayoría de la población porque son los que ponen el precio de los alimentos”, afirmó Saravia.
Celeste Fierro, referente del MST, fue consultada por Nota al Pie acerca de su posición respecto de la convocatoria de las centrales oficialistas. La dirigente afirmó: “Hoy quedó demostrado (por la marcha de la izquierda) que si las y los trabajadores salen a pelear es porque el ajuste golpea a todo el conjunto de la clase trabajadora”.
Fierro definió a las fuerzas sindicales aliadas al FdT como cómplices del ajuste que recae sobre la economía argentina. “Porque hoy, por más que salgan y convoquen criticando la inflación, a los que especulan, no dicen nada de que esas políticas van de la mano de un gobierno que prefirió honrar una estafa como la macrista del Fondo Monetario Internacional (FMI) en vez de garantizar el derecho de las mayorías.”
“Hoy la esperanza está puesta en las y los trabajadores que se organizan desde abajo y fundamentalmente en aquellos que tienen y creen que se puede cambiar la realidad en la que vivimos”, cerró la dirigente nacional del MST – Frente de Izquierda Unidad (FIT-U).