
Esta semana, el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI) presentó un informe para advertir sobre el aumento de los precios de los alimentos. El estudio se centró en los comercios de los barrios del conurbano bonaerense.
Al respecto, Nota a Pie dialogó con el director del Instituto, Isaac Rudnik. A continuación, un análisis para profundizar sobre el tema y conocer cómo impactan los aumentos en las economías familiares.
«La principal consecuencia para familias de menores ingresos es que los aumentos generan que vayan dejando de incorporar a la dieta los productos que tienen mayores nutrientes», manifestó Rudnik.
En ese sentido, el titular de ISEPCI mencionó como ejemplos que la suba de precios repercute en el consumo de «carnes, lácteos, fruta y verdura. Los cuales en el último año, sobre todo, son los que han sufrido mayores incrementos».
Ante las dificultades de las familias para poder acceder a dichos alimentos, señaló que «dejan de consumir esos productos o los consumen en una medida mucho menor».
De esta manera, el entrevistado advirtió que la población «se corre a derivados de harinas y alimentos ricos en grasas que permiten saciar el apetito. Pero que no necesariamente contienen los nutrientes indispensables para una alimentación saludable».
Realidad alimentaria
En este punto, ISEPCI analizó el costo vinculado a los productos de la Canasta Básica de Alimentos (CBA). Así, en comercios de los barrios del conurbano, en abril pasado, una familia de cuatro integrantes necesitó $41.833 para costear los insumos mensuales.
En este marco, el organismo informó que dicho resultado implicó un incremento de 8,8% respecto a lo que debía gastar por el consumo de estos productos sólo un mes antes.
En sintonía con lo expuesto, el estudio elaborado por ISEPCI arrojó que en lo que va de 2022 los alimentos de la canasta básica sufrieron incrementos de 31,3%. Además, desde abril del 2021 registraron una suba de 63,5% en el período de un año.
Entre ellos, se encuentran los productos de carnicería y frutas y verduras. Así, el informe precisó que «desde abril del año pasado las carnes se incrementaron un 69,32%; el almacén escaló hasta 69,14%; las frutas y verduras subieron 37,19%».
Precios accesibles
El entrevistado reflexionó sobre las medidas necesarias para hacer frente a esta situación. Al respecto, planteó que «lo que venimos reclamando desde hace tiempo es el congelamiento de los 57 productos de la Canasta Básica de Alimentos».
«No estamos pidiendo congelamiento de todos los precios de la economía. Estamos reclamando una medida que proteja la dieta de los argentinos. La dieta que permite que, efectivamente, todas las familias ejerzan el derecho de adquirir los productos que le permiten tener una alimentación saludable», enfatizó el titular de ISEPCI.
A su vez, agregó que «hay otras medidas macroeconómicas que también hay que tomar como una perspectiva de mediano y largo plazo».
Respecto de tales medidas explicó que «tienen que ver con las retenciones a las exportaciones. Tenemos una canasta de consumo de alimentos igual a la de exportación, entonces los precios internos tienden a igualarse con los incrementos de los precios internacionales; esto no debería ser así».
Por último, Rudnik hizo hincapié en «medidas como los impuestos a las exportaciones y la generación de fideicomisos que permitan estabilizar los precios internos de los alimentos.” Otro factor clave a tener en cuenta es “incrementar la participación de la economía popular en la producción de alimentos», concluyó.