La película La herida y el cuchillo (Notas para una película sobre García Wehbi) realizará sus funciones gratuitas en el Centro Cultural Monstera, ubicado en la calle Israel 4791 y Aguirre, en el barrio de Villa Crespo (Ciudad Autónoma de Buenos Aires). Las funciones se llevarán a cabo el día sábado 30 de abril y los viernes 6 y 13 de mayo, a las 20 hs. Es una película que inspecciona a través de cinco años el proceso creativo del artista Emilio García Wehbi. Nota al Pie consultó al director del film, Miguel Zeballos, quien es también admirador de las obras del artista.
Este film indaga a través de lo obsceno, la crisis, el accidente, la provocación, la inestabilidad, lo extraordinario, la memoria, la muerte y la violencia. Al igual que sus montajes, es un intento de brindar un espacio con distintas miradas. Las escenas de ficción dialogan con el trabajo de Emilio García Wehbi y presentan al mismo tiempo una especie de ensayo sobre el cuerpo real.
¿Por qué el nombre ‘’La herida y el cuchillo’’?
Leí por primera vez la frase ‘’La herida y el cuchillo’’ en el libro Botella en un mensaje de García Wehbi. Después me reencontré con ese verso en Las flores del mal, ‘’¡Yo soy la herida y el cuchillo!’’ pareciera gritar Baudelaire. Durante los 5 años que duró el rodaje y quizás un par más en donde desarrollé la idea el proyecto siempre tuvo ese título provisorio sin pensar que llegaría a quedar de manera definitiva y sin embargo siempre ahí, siempre latente, nunca me pareció el mejor título para la película, sentí que podía encontrar una frase mejor que la defina, pero no lo encontré.
Generalmente usaba la idea de ‘’Herida’’ y de ‘’Cuchillo’’ para dividir la película en dos, suelo hacer ese procedimiento en varios de mis trabajos. Quizás un poco por falencias propias en donde me enfrento a los materiales en momentos determinados en los que no sé cómo seguir. Creo que esas rupturas, muchas veces se dan de manera natural, la herida y el cuchillo, por mucho tiempo tenía esa voluntad, la herida sería algo así como la parte estrictamente documental y el cuchillo sería la ficción. Básicamente escenas que yo inventaría para que dialoguen con la obra de García Wehbi.
Con el tiempo y al contemplar la película, después de varios años, creo que ese concepto se respeta en algunos momentos, puedo identificar esas ideas en algunos pasajes, pero en general, la película es leída de otras maneras.
¿Qué lo llevó a inspirarse en el artista Emilio Wehbi?
Hécuba fue la primera obra que vi de García Wehbi. Hécuba es el comienzo de todo. A partir de ese encuentro es donde decido empezar a pensar de diversas maneras el registro del proceso creativo de García Wehbi, creo que fue en el año 2011. A comienzos del 2014 comencé a filmar.
¿Por qué habla sobre el cuerpo?
El cuerpo es uno de los temas centrales en mis trabajos, no lo tenía claro, pero desde hace un tiempo empecé a entender algo en relación al cuerpo y a sus modos de representación. El extenso rodaje de La herida y el cuchillo ayudó mucho en esa reflexión.
Yo había filmado dos películas de ficción, El desembarco y El naufragio, que trabajaban estrictamente sobre el cuerpo, sobre el accidente y sobre la muerte algunos años antes que La herida y el cuchillo. Así que esas ideas estuvieron rondando desde siempre.
¿Hay personas que se hayan sentido identificadas?
No estoy seguro. La película fue exhibida en un BAFICI (Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente) y luego en algunas proyecciones especiales. Durante algunas semanas estuvo disponible de manera online y pesar de la buena repercusión decidí que no pueda verse más de ese modo, el trabajo técnico final en el color, el sonido y la música se aprecia mucho mejor de manera presencial.
Fue en esas esporádicas ocasiones presenciales en donde a algunos espectadores les llamó la atención esa relación tan cercana entre el cuerpo y la cámara. Algo en la mirada, más precisamente en el modo de mirar esos acontecimientos. No diría que se sintieron “identificados”, esa idea está más cercana a un cine que no tiene nada que ver conmigo.