A los 17 años, Omar García Brunelli escuchó a Astor Piazzolla por primera vez y de inmediato se sintió intrigado por su música. La pieza se trataba de la reedición de un LP del año 1961, uno de los primeros del quinteto que el músico había tenido. Corría la década del 70 y lo único que García Brunelli conocía del tango era la obra de Julio Sosa, a quien escuchaba gracias a los discos que tenía su padre.
La Música de Astor Piazzolla es su nuevo libro y fue lanzado por la editorial Gourmet Musical en abril de este año. En 2008 ya había publicado otro sobre el bandoneonista y por la misma editorial: se trató de la compilación de artículos, en su mayoría musicológicos, presentados en congresos o divulgados en diversos lugares del mundo. Sin embargo, el primer trabajo de investigación que publicó acerca del tema fue en 1989.
Omar García Brunelli es Licenciado en Musicología en la Universidad Católica Argentina (UCA), y Doctor en Historia y Teoría de las Artes por la Universidad de Buenos Aires (UBA). Además, es investigador del Instituto Nacional de Musicología “Carlos Vega”, en el que dirige el programa Antología del Tango Rioplatense que edita la obra biblio-fonográfica del mismo nombre.
“Piazzolla me sirvió como puerta de acceso al tango de todas las épocas”, comentó el investigador. Brunelli, además compartió que con el fin de profundizar en la obra del músico, debió ampliar su búsqueda sobre el género musical.
La etapa de producción
“Siempre tuve la idea de publicar algo que abarcara toda la obra de Piazzolla y este es el resultado de esa idea”, aseguró el autor del libro La Música de Astor Piazzolla. En ese sentido, consultado acerca del proceso de producción, el Licenciado en Musicología explicó que el libro primero fue la tesis que presentó en 2020 para obtener el Doctorado en Historia y Teoría de las Artes, en la Facultad de Filosofía y Letras de la (UBA).
Según comentó García Brunelli, el trabajo le llevó alrededor de diez años, aunque no todo el tiempo fue dedicado exclusivamente a su producción. Si bien no tuvo colaboraciones directas para el proyecto, señaló que como tesista trabajó mucho con sus directores Irma Ruiz y Omar Corrado, y que además, contó con todo el background de publicaciones sobre tango y sobre Piazzolla.
En relación al material que quedó afuera, pero que le hubiese gustado incluir en esta última obra, Brunelli confesó que fueron muchas las cosas que no pudo sumar al libro. Al respecto, expresó que le hubiera gustado trabajar un poco más sobre la etapa italiana de Astor Piazzolla y el octeto “electrónico”, pero que para el recorte que eligió en su momento, no era tan importante. “De cualquier forma estoy retomando un poco esos temas, y en algún momento publicaré algún artículo”, afirmó.
El método de Astor
El extenso periodo de investigación se centró en reunir y analizar todas las grabaciones y las partituras de las obras académicas de Astor Piazzolla, como también sus composiciones y arreglos de tango. Luego, Omar García Brunelli basó su hipótesis en observar a Piazzolla, principalmente, como compositor.
En ese sentido, el autor se apoyó en la idea de que el artista primero fue un compositor de música “clásica”, pero que trabajaba con el tango como una de sus figuras más llamativas e importantes, aunque no compusiera para este género. “A partir de los primeros años cincuenta empezó a componer tangos de una manera significativa”, señaló.
“Su formación fue con Alberto Ginastera, en tanto compositor académico, y con Troilo, en cuanto a músico de tango. Piazzolla se tomó muy en serio esas dos vertientes de su formación”, explicó.
Además, sostuvo que Piazzolla “incorporó materiales y procedimientos de tango en sus música sinfónica, suites para orquesta y música de cámara”. Al mismo tiempo, el investigador recalcó que Astor “empleó procedimientos propios de un compositor académico en la forma de pensar algunos aspectos compositivos del tango, sus arreglos, la manera de instrumentarlos”.
“Propongo que Piazzolla generó el nuevo tango a partir de esa mezcla, cosa que muchos afirman, pero yo traté de demostrarlo analizando en detalle su obra”, agregó.
Piazzolla y el tango
Durante mucho tiempo, Astor Piazzolla fue severamente criticado por tangueros de “la vieja escuela” y acusado de no respetar la estructura de lo que, hasta ese entonces, se conocía del tango. Al respecto, el autor de la obra aseguró que “las disputas de los fanáticos del tango tradicional contra él fueron llamativas y llegaron a los medios, pero en el fondo fueron anecdóticas”.
Brunelli dice que “el tango es muy rico y quedarse solo en la superficie es un desperdicio estético”. Luego, agregó que si lo que se busca es hacer una apreciación significativa del tango hay “que escucharlo como lo que es, una música compleja, con varias capas de información musical que se entrelazan, interactúan; y la música de Piazzolla tiene un 90% de tango”.
Asimismo, el investigador señaló que “la música de Piazzolla tiene muchos niveles de lectura” porque puede escucharse como tango, pero también como la tensión que genera con respecto al tango tradicional y como los diversos niveles internos de discurso que se entrelazan en los arreglos.
“No hay un solo Piazzolla. Está el tradicional de los cuarenta, el investigador del tango de los cincuenta y el vanguardista de los sesenta que genera el nuevo tango”, remarcó. Para finalizar, Brunelli concluyó la entrevista recordando que Piazzolla “grabó 900 temas. Quedarse con «Adiós Nonino» y «Balada para un Loco» es, por lo menos, tonto. El que hoy sigue diciendo que la música de Piazzolla no es tango es un ignorante del tango”.