El Gobierno Nacional confirmó ayer que finalizaron las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y envió hoy a la Cámara de Diputados el proyecto. Tras semanas en que se demoraron las negociaciones, el Frente de Todos presentó el acuerdo y Sergio Massa, presidente de la cámara, se comprometió a entregarlo inmediatamente a diputados.
Las metas fiscales habían dilatado las conversaciones entre el Gabinete Económico y el organismo financiero, demorando el envío al Congreso previo al inicio del nuevo período legislativo del 1 de marzo, como aspiraba Alberto Fernández. Sin embargo, Sergio Massa anunció el miércoles que se llegó a un acuerdo e ingresó a Diputados el día de hoy. Se reunió al mediodía con los jefes de bloque de las bancadas que integran la comisión de Presupuesto y Hacienda junto con las autoridades de la Cámara baja, en la que definieron cómo se abordará el acuerdo con el FMI.
Reunión de Massa con legisladores
Luciano Laspina, diputado del PRO y vicepresidente de la comisión, y Germán Martínez, jefe de la bancada del Frente de Todos, se mostraron conformes con los acuerdos de la reunión, celebrada en el Salón de Honor de la Cámara baja.
Ell lunes 14 se pondrá en marcha el debate en comisión con el objetivo de que los diputados puedan leer la letra chica del acuerdo “el fin de semana”. Así, el mismo día expondrán ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda distintos funcionarios del Gobierno Nacional. Mientras que, Juntos por el Cambio anticipó que bajo ningún concepto participarán de dicho debate los funcionarios del gobierno de Mauricio Macri que formaron parte del acuerdo realizado en 2018, como pretendía la bancada oficialista. En tanto, el martes 15 será el turno de referentes empresariales, sindicales e incluso gobernadores.
Por último, Massa le sugirió a los jefes de bloque que el miércoles los diputados dictaminen el proyecto de ley, que apenas cuenta con tres artículos y podría ser votado al día siguiente en el recinto. De acuerdo a ese plan, el proyecto podría ser tratado en el Senado, escenario que quiere favorecer el Frente de Todos, ya que si no se sanciona antes del 22 sería imposible realizar el primer desembolso de 800 millones de dólares.
El escenario según los votos
El pasado martes, el encendido discurso de Alberto Fernández en la apertura de sesiones generó un quiebre en el parlamento. Luego de la contundente crítica a Mauricio Macri y la consecuente retirada de Juntos por el Cambio del recinto, la oposición cuestionó puertas adentro la propuesta inicial de acompañar el acuerdo. Semanas atrás, Patricia Bullrich había señalado que de ninguna manera legitimarían una opción que conduzca al país al default. Si bien el ala moderada mantiene la iniciativa de ratificar el proyecto en el Congreso, “los halcones” indican que es un “mal acuerdo” porque le daría al gobierno un “puente de plata” de cara al 2023.
Dentro del Frente de Todos, las diferencias son similares y también se pronuncian. El espacio más cercano al presidente, el Frente Renovador y otros sectores más moderados plantearon que acompañarán el Acuerdo de Facilidades Extendidas con el FMI, que expresa un nuevo plan de pago para afrontar la deuda de 45 mil millones de dólares que Argentina sostiene con el organismo.
En contraparte, todo indicaría que el ala sintetizada por Máximo y Cristina Fernández de Kirchner lo rechazaría. Desde su renuncia a la presidencia del bloque, el líder de La Cámpora no cedió en su postura e incluso profundizó la negativa con gestos como su ausencia en la apertura de sesiones legislativas.
Asimismo, los libertarios y los sectores progresistas y de izquierda ya habían anticipado que no legitimarán el proyecto de Casa Rosada. En caso de que no se altere el escenario previsto, el Frente de Todos cosecharía casi cien votos a favor, sumando la aprobación de la Coalición Cívica, la presunta abstención de la UCR y el rechazo del PRO.
De todos modos, el sucesor de Kirchner en la Cámara baja, el santafesino Germán Martínez, aseguró que hará lo imposible con tal de lograr los grados de consenso necesarios. Con los bloques mayoritarios divididos, aún es incierto si el gobierno conseguirá los 129 escaños para ratificar el proyecto de ley y que pase al Senado.