Durante el sábado 4 y el domingo 5 de diciembre se llevó a cabo la feria Edita. Fue en la ciudad bonaerense de La Plata, en pleno centro y junto al Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti. A lo largo del fin de semana, les platenses pudieron disfrutar del evento, que contó con libros, charlas, talleres y hasta música en vivo.
Nota al Pie pasó allí la tarde del domingo, y el paisaje no podía ser más local. De fondo se escuchaban las bocinas de les hinchas de Estudiantes y Gimnasia, los dos equipos locales que se enfrentaban a unas cuadras en el clásico futbolero de la ciudad. Además, la feria tuvo lugar en la avenida 51 entre las calles 5 y 6, bajo el techo de los tilos que son característicos de la capital bonaerense.
La feria Edita también es un producto platense. La organiza Malisia, un colectivo que incluye las editoriales Fa, EME,Club Hem, Pixel y Malisia. Es la quinta edición del evento, que se realiza todos los diciembres desde 2016 (salvo en 2020, cuando el mundo se paró por la pandemia del virus Covid 19).
En los años anteriores, Edita tuvo lugar en el edificio Sergio Karakachoff, de la Universidad Nacional de La Plata. Pero en esta ocasión se realizó al aire libre, para mantener el protocolo sanitario.
La ubicación no podía ser mejor: en pleno centro platense, junto a la Casa de Gobernación y el famoso Bazar X (con sus dos pisos llenos de cafés, restaurantes y bares). La zona es frecuentada los fines de semana por quienes salen a pasear por los locales comerciales y gastronómicos de la zona. Esta vez, su caminata tuvo una sorpresa: una calle repleta de libros, con la oferta de más de cien editoriales independientes.
Literatura para platenses
Nota al Pie habló la tarde del domingo con Francisco Magallanes, parte del colectivo editorial Malisia y uno de los organizadores de Edita feria. Se lo veía feliz: “ayer fue impresionante, la verdad que superó nuestras expectativas”.
La feria fue con entrada libre y gratuita, y contó con más de ciento treinta editoriales independientes. “Hay dos corredores con cuatro filas de puestos, y siempre estuvieron repletos de gente”, se enorgulleció Magallanes. “También, en las consultas que hemos hecho a los editores les ha ido muy bien en las ventas”.
El clima no se los hizo fácil: fue un fin de semana de pura lluvia en La Plata. “Estuvimos cortando clavos para que no lloviera, le pedimos al Gauchito Gil, hicimos cruz de sal…”, compartió el organizador entre risas. Pero la suerte los acompañó, ya que el domingo, contra todos los pronósticos, el sol brilló en el cielo platense.
Les transeúntes pudieron disfrutar de más de ciento treinta editoriales. “Vienen de todo el país, incluso hay editoriales de Latinoamérica”, comentó Magallanes. Los géneros eran variados: novelas, ensayos, infantiles, comics, fanzines, la lista era larga.
Si bien la capital bonaerense se caracteriza por su escena cultural, Edita feria no tiene muchos precedentes. “Siempre en La Plata nos quejamos de que no tenemos una feria editorial a la altura de la ciudad, de su cultura y su historia en literatura”, reflexionó el miembro de Malisia. “Por eso nos propusimos que esa feria sea Edita, queremos que este evento sea de todos los platenses y vivirlo como una fiesta”, concluyó.
Una tarde entre libros
El domingo por la tarde salió el sol. La lluvia se fue y dejó paso a un sorpresivo cielo celeste. En ese marco, el público comenzó a acercarse a Edita feria, con algunas gotas de agua acumuladas en el techo de tilos cayendo sobre sus cabezas.
La oferta de editoriales era variada y extensa: había libros para todos los gustos. En uno de los stands se encontraban las chicas de Banda de Editoras, con publicaciones para niñes y preadolescentes.
En diálogo con Nota al Pie, contaron que son oriundas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). “Somos seis editoriales pero trabajamos juntas para movernos en las ferias y las escuelas, vamos como banda”, expresaron.
En su puesto tenían los libros de Párrafo Aparte, cuya temática es deportiva. Sus publicaciones están en tinta, braile y a veces con lengua de señas incluida. También mostraban la oferta de Nubífero, editorial que se especializa en libros objetos. “En ellos el formato es lo importante”, explicaba su editora. “Es una forma de acercar los clásicos a los primeros lectores”.
Para les pre adolescentes contaban con las publicaciones de A-Marte, que edita literatura juvenil. Bianca también forma parte de Banda de Editoras, con libros que hacen hincapié en las emociones. Completaban la oferta las editoriales Mil trazos, con publicaciones de primeros autores, y Cheuque, con foco en el cuidado del ambiente y la ecología.
En otro stand se encontraba María, de la editorial Eloisa Cartonera. Sus publicaciones llamaban la atención por lo originales: las tapas de los libros eran de cajas de cartón reciclado.
“La editorial nació hace casi veinte años, después de la crisis del 2001”, relató la feriante. “Editamos literatura latinoamericana con un sistema muy sencillo que cualquiera puede hacer: cartón reciclado doblado por la mitad e interiores impresos y fotocopiados”.
Sus libros eran baratos y accesibles. “La idea es que se distribuya un montón de poesía que no circula en el circuito comercial. Hemos editado a muchos escritores importantes, peruanos, chilenos, venezolanos y argentinos”, contó Maria.
En su puesto también compartía el material de Nebli Plateada. “Es una editorial hermana de Eloisa Cartonera de alguna manera, porque yo soy la editora y trabajo en ambas”, confesó. Sus publicaciones abarcan de forma similar la literatura latinoamericana. Al igual que Banda de Editoras, es oriunda de CABA, pero se acercó a La Plata para participar de Edita feria.
No todo son libros
En Edita feria no solo se podían encontrar libros. También hubo música en vivo, a cargo de les DJs Támara Stella y Camil Lee; y la presentación de la banda 107 Faunos el sábado por la noche.
No faltaron las charlas y talleres sobre formación en edición y herramientas digitales para proyectos editoriales. Asimismo, se realizó un ciclo de lectura de poesía, y otro que se titulaba “Hasta que choque China con África”.
El sábado por la tarde además, se llevó a cabo la concurrida “Vereda gráfica”, en la que les transeúntes podían experimentar y crear su propio fanzine.
La feria Edita ofreció una variedad de actividades relacionadas con la literatura. Pero también, la oportunidad de acercarse a los libros, que a veces son dejados de lado en esta época donde prima la tecnología.
Cómo explicaba una madre entre risas a su hija, mientras caminaban por los puestos en la tarde del domingo: “Antes de la computadora todo el mundo tenía una máquina de escribir». Se lo aseguraba luego de que la niña viera el viejo artefacto en una mesa y se preguntaba qué era ese instrumento para ella desconocido.