Pospopulares. Las culturas populares despuรฉs de la hibridaciรณn, escrito por Pablo Alabarces, es un libro que busca repensar el vรญnculo entre las culturas populares y las culturas de masas en Amรฉrica Latina a partir de las transformaciones a las que hemos asistido en las รบltimas dรฉcadas. Se ha dado un proceso de hibridaciรณn entre ambas culturas. Sin embargo, la cultura popular latinoamericana ha demostrado una persistencia por fuera de lo mediรกtico. Este libro, entonces, busca abordar una pregunta central: ยฟquรฉ es lo popular hoy?
Esta investigaciรณn, que surgiรณ en el marco de una serie de ensayos producidos en el seno del Centro Maria Sibylla Merian de Estudios Latinoamericanos Avanzados en Humanidades y Ciencias Sociales (calas), fue editada por la Universidad de San Martรญn.
Pablo, tambiรฉn autor de obras como ยซFรบtbol y Patriaยป o ยซHistoria Mรญnima del Fรบtbol en Amรฉrica Latinaยซ, es doctor en Sociologรญa por la University of Brighton. Es, ademรกs, profesor titular del Seminario de Cultura Popular y Masiva en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires e investigador superior del Consejo Nacional de Investigaciones Cientรญficas y Tรฉcnicas. Nota al Pie logro hablar con รฉl, donde se destacaron varias cuestiones vinculadas a su ultimo libro y su proceso de escritura.
-ยฟCรณmo surgiรณ la idea de escribir este libro?
-Podrรญamos decir que este libro es el que estoy tratando de escribir desde hace 10 aรฑos, cuando intentaba separarme de la sociologรญa del deporte y querรญa volver a lo que habรญa sido mi gran tema de origen: el estudio de las culturas. Eso ocurre aproximadamente hacia el 2005 รณ 2006. En el 2008 publiquรฉ, junto con Mariela Graciela Rodriguez, un libro que se llamรณ โResistencias y mediacionesโ, una producciรณn colectiva con los compaรฑeros y las compaรฑeras que trabajaban conmigo en mi cรกtedra de Cultura Popular en la UBA. Lo que pasa es que los compaรฑeros trabajaban sobre casos y lo que a mรญ me quedaba era la sensaciรณn de que faltaba el espacio de producciรณn teรณrica. Habรญa una necesidad de producir sobre ese anรกlisis de casos, una propuesta de categorรญas mรกs amplias que comprendan varios aspectos de la cultura popular. Esa es la idea original: volver a producir teorรญas sobre las culturas populares que, como cuento en el libro, se habรญa dejado de hacer desde hacรญa 30 aรฑos.
-ยฟCรณmo fue el proceso de escritura?
-Fueron 10 aรฑos de acumular muchรญsimo material. Luego me encerrรฉ en lo que prometรญan ser 4 meses de paz y tranquilidad en la Universidad de Guadalajara. Estuve dos meses terminando de leer y de fichar el material acumulado y, ya en pandemia y regresado a la fuerza a Buenos Aires, un mes escribiendo. Finalmente, a comienzos de Mayo tuve el hermoso placer de decir โaquรญ estรกโ.
-ยฟPor quรฉ le interesรณ trabajar particularmente la pregunta por lo popular?
-Preguntarse por lo popular implica preguntarse por lo democrรกtico. Entendiendo lo popular como un lugar de conflicto, jerarquizaciรณn, subalternizaciรณn, represiรณn, opresiรณn, etc. Preguntarme por lo popular, entonces, es preguntarme por lo que falta para que una sociedad sea plenamente democrรกtica.
Han desaparecido las palabras que nombraban las otredades, las jerarquรญas, y han sido desplazadas por la palabra gente. Es un continuo martilleo en mi hรญgado el constante uso de la palabra โgenteโ en los contextos mรกs amplios y ridรญculos. โLa gente dice queโฆโ y no hay tal โgenteโ. Esa โgenteโ encubre en realidad enunciadores blancos, hombres, de clase media y urbana. Entonces preocuparse por lo popular es preguntarse por todo aquello que no son esos hombres.
-Hoy en dรญa la mayorรญa de los consumos culturales se concretan en la virtualidad, ยฟcรณmo se ve afectada la cultura popular por esta coyuntura? ยฟQuรฉ efectos tienen las redes sociales?
-Los consumos culturales no se concretan en la virtualidad, mayoritariamente. Ojo con eso. Hay cierto exceso de virtualidad que nos hace olvidar aquello que no lo es. Por ejemplo, el consumo televisivo o radial es analรณgico. Sรญ ha pasado a ser principalmente virtual el consumo de cine, a travรฉs del streaming, porque no se podรญa hacerlo en las salas. Pero la idea de โmayorรญaโ ocupa un punto de vista muy etnocรฉntrico. Que nosotres, las clases medias urbanas, tengamos acceso a la virtualidad y a las plataformas, no significa que la mayorรญa de los consumos culturales sean como los nuevos.
Mi colega Libertad Borda, cuando empezรณ la pandemia, decรญa โnadie se pregunta por todes aquelles que no tienen acceso a Netflixโ. Todes hablaban de Netflix, cuando la mayor parte de la poblaciรณn argentina no tiene acceso a la plataforma. Una gran porciรณn de la sociedad sรณlo tiene acceso a Internet a travรฉs de celulares de tercera o cuarta categorรญa y con planes de datos sumamente precarios. Por eso, una de las ideas que discute el libro es que la organizaciรณn de la cultura es la organizaciรณn que experimentamos nosotres y ese nosotres es de clase, de etnia y de gรฉnero tambiรฉn, en muchos casos. Entonces, para analizar los consumos culturales hay que salir de esa burbuja. Una burbuja que, ademรกs, muchas veces las redes sociales recrean. Uno estรก metido en su propia burbuja de su propia red. Eso no significa que uno estรฉ atento a todo lo que circula dentro de su red y, mucho menos, lo que circula fuera de ella.
El libro se encuentra disponible de manera gratuita y en formato PDF ingresando a este enlace.