Los contextos sociales cambian y con ello, el arte en sus diversas formas de expresión también se transforma. Esa consigna es la que atravesó la conformación de ACTA, la Asociación Civil de Trabajadores del Arte.
Nota al Pie entrevistó al escritor e integrante del organismo, Mariano Marquevich, para profundizar sobre la historia de la iniciativa. Además, habló sobre el equipo que la conforma y los objetivos que persiguen.
ACTA devino del contexto de la etapa más cruda de la pandemia. Surgió de la mano del un grupo de actrices, actores, autores, entre otres como propuesta para repensar el arte ante la situación de crisis que atravesaba la cultura en el marco de la expansión del Covid.
En cuanto a las razones que impulsaron la conformación del espacio, Marquevich explicó: «Surge desde de una vocación compartida entre colegas por generar las condiciones para que el trabajo artístico en Argentina pueda desplegar el potencial que tiene».
«Nos parecía inverosímil que tengamos que estar yéndonos a filmar a España o Uruguay para trabajar. Tenemos talento, equipos técnicos de primer nivel, locaciones de todo tipo. Algo tiene que andar mal para que esto no funcione», reflexionó el autor en cuanto a una de las problemáticas de la industria cultural local.
En esa línea, el integrante de ACTA opinó sobre las implicancias de haber construido el proyecto. Al respecto consideró que «es un acto de rebeldía sana poder crear algo, en lugar de quedarnos rumiando entre nosotros una queja que no le sirve a nadie».
Un equipo para cambiar la realidad
Por otra parte, el entrevistado dio cuenta de las personas que forman parte del equipo de la iniciativa. «ACTA es una asociación civil conformada por trabajadores del arte».
La Asociación Civil de Trabajadores del Arte cuenta entre sus integrantes con figuras como Peter Lanzani, Lali Espósito, Gastón Soffritti, entre otres representantes de las artes.
En ese punto, Marquevich hizo una aclaración en cuanto al nombre de la organización como «trabajadores del arte». Así afirmó: «Preferimos esa descripción a la de “artistas” por dos motivos; uno circunvalar el peso de las subjetividades sobre lo que es un artista o no».
«Y, por otro lado y principalmente, para incluir a todos los trabajadores tanto técnicos, intelectuales como performáticos que suceden para que el hecho artístico ocurra», amplió.
Además, destaca que ACTA en un proyecto autogestivo. Al respecto, el entrevistado manifestó que «la hicimos de nuestro propio bolsillo, sin ayudas externas de partidos o empresas. Es nuestra simple vocación la que nos moviliza a hacerlo. Es por los que literalmente se conoce como “por amor al arte”».
Compromiso para mejorar
En tanto, el escritor habló de la forma de trabajar del equipo de la Asociación. En ese punto, Marquevich señaló: «En la comisión directiva hay muchos jóvenes, pero todos tenemos más de veinte años de trabajar en el arte. Así, la credibilidad y el peso de lo que se comunica hace que haya un dinamismo orgánico».
De esta manera, el equipo que la constituye ACTA actúa como nexo de comunicación entre diferentes sectores de la cultura. Otra de sus funciones es difundir los planteos que consideran necesarios que se debatan dentro del sector en la Argentina.
«Nos interesa poner en la mesa los problemas y tratarlos con el mayor pragmatismo para que prosperen el trabajo y las oportunidades. Y no solo en la Ciudad Autónoma, sino a nivel Federal», argumentó el integrante de la Asociación Civil de Trabajadores del Arte.
En esa línea y para concluir Marquevich reflexionó y subrayó que «somos personas que hemos tenido oportunidades de trabajo en Argentina y ahora nos toca intentar que siga floreciendo. Es una forma de devolver algo también, lamentablemente en un contexto acuciante, pero por ello tan necesario también».