Son las 14:53 h. del domingo 18 de diciembre del 2022. Gonzalo Montiel decide cruzar su remate al palo derecho del arquero francés Hugo Lloris. Y a partir de allí, la locura se desata en todo el país y el tiempo se paraliza en aquella jornada histórica. Argentina, la Selección Argentina de fútbol, se consagra Campeón del Mundo luego de 36 largos años.
Finalmente, Lionel Messi, el capitán de este conjunto de 26 futbolistas que quedará en los libros de nuestro fútbol, alza el trofeo más importante del balompié mundial. Y la Copa del Mundo de Qatar 2022 ya está en manos argentinas. Sin embargo, esta victoria es el corolario de un trabajo que empezó lejos en el tiempo, justamente en tierras cataríes hace ya 28 años.
Por esta razón, y a un mes de haberse logrado nuestra tercera conquista mundialista, luego de las victorias en Argentina 1978 y México 1986, desde Nota al Pie los invitamos a trasladarse al lejano 1995. Allí, un hasta entonces desconocido José Néstor Pékerman comenzó a constituir un proyecto inigualable en los juveniles, que terminó por afincarse con esta victoria en el Estadio Lusail de Doha.
El comienzo de una etapa de gloria en los juveniles
Es el mes de abril de 1995. Qatar, un país totalmente desconocido en el ambiente futbolístico, es el encargado de organizar una Copa del Mundo juvenil sub-20. Y Argentina volvía al evento luego de 4 años, tras el escándalo en el Mundial de Portugal 1991, que le privó de disputar el Sudamericano sub-20 1992 de Colombia, rumbo a Australia 1993.
El plantel ya se encontraba dirigido por José Pekerman, quien asumió su cargo en los juveniles argentinos (incluyendo el sub-17) el 21 de septiembre de 1994. Y en su primera experiencia en esta categoría, clasificó al Mundial de Qatar, tras ser subcampeón del Sudamericano sub-20 1995, disputado en Bolivia.
La primera ubicación del campeonato disputado en Sudamérica quedaba en manos de Brasil, quien a su vez defendía el título mundialista obtenido en Australia dos años antes. Y ya en tierras cataríes, la Albiceleste se integró al Grupo C, junto a Portugal (bicampeón juvenil 1991 y 1993), Países Bajos y Honduras.
Pese a las dificultades en el debut ante los neerlandeses (victoria en el minuto 90) y un cierre dificultoso ante Honduras (luego de caer ante los portugueses en la segunda fecha), avanzaron a la siguiente instancia como segundo en su grupo.
En su debut, venció por 1-0 a Países Bajos, con gol de Andrés Garrone. En la siguiente jornada, cayó por 1-0 frente a Portugal, en lo que fue el único partido que Argentina no ganó en el certamen. Selló la clasificación a cuartos con victoria por 4-2 frente a Honduras, con un hat trick de Sebastián Pena y un tanto de Ariel Ibagaza.
En las siguientes instancias, la Albiceleste mantuvo la valla invicta, siendo junto a Brasil, el equipo con menos goles recibidos en el torneo, con un total de tres. Primero, se impuso por 2-0 frente a Camerún con goles de Francisco Guerrero y de Walter Coyette en los cuartos de final.
Posteriormente, su pasaje rumbo a la final se consiguió, con goleada incluida, tras vencer a la siempre difícil España por 3 a 0 en las semifinales. En aquella oportunidad, Leonardo Biagini, Walter Coyette y Raúl Chaparro le dieron la victoria a la albiceleste.
La final fue ni más ni menos que ante Brasil, quien era el campeón defensor y el más laureado en aquel momento en la categoría. La Verdeamarela era candidata, ya que no perdía en la Copa del Mundo juvenil desde hace 18 partidos, con un saldo de 14 victorias y cuatro empates.
Sin embargo, la Albiceleste rompió con el invicto de Brasil al imponerse por 2-0 en Doha ante 65.000 espectadores. Los goles del título fueron anotados por Leonardo Biagini y Francisco Guerrero. De este modo, se tomaron una doble revancha ante el Scratch: primero, de la derrota en el sudamericano sub-20. A esto se le sumó una vieja y dolorosa derrota en la final del Mundial sub-20 de México 1983.
Finalmente, Argentina se consagró campeón del mundo juvenil por segunda vez en su historia. Para los argentinos, el anterior también tuvo un valor agregado: en Japón 1979, de la mano de Diego Armando Maradona, y con Cesar Luis Menotti liderando el plantel, el combinado juvenil alcanzó su primer título en la categoría. Además, significó la primera alegría para el Pelusa con el seleccionado nacional.
Como dato de color, cabe mencionar que al día de hoy, la Selección Argentina se ha alzado con las dos competencias disputadas en territorio catarí, luego de las victorias en Qatar 1995 y 2022. Sin dudas, tierra sagrada para los sueños albicelestes.
Juan Pablo Sorín, líder de un plantel olvidado injustamente
De los seis títulos mundiales que tiene el seleccionado argentino juvenil, solo el conseguido en Qatar no tuvo a jugadores de renombre que se han destacado en el futuro. Una de las figuras reconocidas de aquel torneo fue Juan Pablo Sorín, quien representó a la Albiceleste en la mayor en Corea-Japón 2002 y Alemania 2006. Además, fue subcampeón de la Copa América 2004, disputada en Perú.
Otro de los destacados en la cita fue Sebastián Pena, quien se erigió como el goleador del equipo con tres tantos. Además, Joaquín Irigoytía fue elegido como el mejor arquero del certamen. Por fuera de la competencia, solo algunos lograron construir una carrera estable. Entre los nombres a mencionar, se encuentran Gastón Pezzuti, Federico Domínguez, Gustavo Lombardi, Walter Coyette y Ariel Ibagaza.
A continuación, el plantel campeón en Qatar 1995:
Arqueros: Joaquín Irigoytía y Gastón Pezzuti
Defensores: Federico Domínguez, Juan Pablo Sorín, Sebastián Pena, Gustavo Lombardi, Diego Crosa y Cristian Díaz
Volantes: Mariano Juan, Guillermo Larrosa, Walter Coyette, Ariel Ibagaza, Germán Arangio, Julio Bayón y Andrés Garrone
Delanteros: Leonardo Biagini, Francisco Guerrero y Raúl Cristian Chaparro
Otros antecedentes juveniles en Asia
Qatar no fue el único sitio en donde la Selección Argentina gritó campeón dentro del continente asiático. Como hemos mencionado con anterioridad, se consagró campeón en Japón en 1979, siendo el siguiente éxito el alcanzado en Malasia en 1997, dos años después del título catarí .
Y en ambas ediciones, se destacaron varias promesas que se convirtieron posteriormente en figuras e incluso, han disputado la Copa del Mundo con la Mayor. En 1979, en lo que fue la primera consagración del seleccionado juvenil, una de las máximas figuras fue Diego Armando Maradona.
Pelusa con apenas 18 años, le demostró a Cesar Luis Menotti que era un jugador digno para disputar un Mundial con la mayor. En Argentina 1978, Diego no fue citado por el Flaco, pero si tuvo revancha fue en España 1982. Luego, la historia conocida: campeón en México 1986, siendo la máxima estrella; subcampeón en Italia 1990, con insultos incluidos; y el doloroso final en Estados Unidos 1994, con el doping positivo.
Volviendo a Japón 1979, otro de los destacados fue Ramón Díaz, goleador indiscutible del torneo, con ocho tantos. El Pelado fue citado por Menotti en España 1982. Juan Barbas y Gabriel Calderón, fueron otros de los integrantes del plantel que estuvieron presente en España. Calderón también disputó la cita de Italia 1990, junto a Juan Simón, otro de los campeones de Japón.
Ya en Malasia 1997, Argentina se alzó con su tercer título juvenil también con José Pekerman como entrenador. El plantel bicampeón del mundo, lleno de incontables figuras, relució con la presencia de seis jugadores que representaron a la Albiceleste en Alemania 2006, también con el entrerriano como DT en la mayor.
La media docena de jugadores en Alemania fueron: Leonardo Franco, Leandro Cufré, Esteban Cambiasso, Juan Román Riquelme, Lionel Scaloni y Pablo Aimar (botín de bronce), quien formó parte de la dura eliminación en primera fase en el torneo de Corea/Japón 2002.
A su vez, en esta cita se destacaron dos jugadores que también formaron parte del plantel que disputó la cita en Corea/Japón: Diego Placente y Walter Samuel. Este último, además, formó parte de la plantilla en Sudáfrica 2010, con Diego Maradona como Director Técnico.
Un cuerpo técnico empapado en gloria
Cuando Lionel Scaloni, junto a su cuerpo técnico conformado por Walter Samuel y Pablo Aimar (entrenador de la sub-17), fue ratificado por Claudio “Chiqui” Tapia como el entrenador de la Selección Argentina de fútbol mayor, las ilusiones le escapaban a la realidad.
El combinado albiceleste venía de quedar eliminado en octavos de final ante Francia por el Mundial de Rusia 2018. Jorge Sampaoli dejaba de ser técnico de la mayor, además de confirmarse la despedida de varios históricos como Gonzalo Higuaín, Lucas Biglia, Enzo Pérez, Marcos Rojo (estos dos últimos, sin buscarlo) y Javier Mascherano (hoy entrenador del sub-20).
Lionel Scaloni, ayudante técnico de Sampaoli en aquel equipo, junto a Sebastián Beccacece, se mantenía en la selección nacional como entrenador interino. Sin dudas, un lugar que ocupó con polémica luego de la destitución del entrenador campeón de la Copa América 2015 con Chile (justamente, ante Argentina).
Y a partir de allí, construyó un proceso de 57 partidos a lo largo de cuatro años, que incluyó una dura y cuestionable eliminación en la Copa América de Brasil 2019. Pero sobre todo, un título para la selección luego de 28 años, tras la lejana consagración en la Copa América de Ecuador 1993.
En esta oportunidad, la mayor obtuvo la Copa América de Brasil 2021 en el Estadio Maracaná (con sede original en Argentina y Colombia) ante el local por 1 a 0, con gol de Ángel Di María. Posteriormente, se obtuvo la Finalissima 2022 ante Italia en el Estadio Wembley de Londres, con un contundente 3 a 0 con tantos de Di María, Lautaro Martínez y Paulo Dybala.
Por último, cabe mencionar el máximo trofeo mundial, conseguido hace exactamente un mes, tras el empate 3 a 3 contra el combinado francés, tras un doblete de Lionel Messi y otro Di María, especialista en finales. La victoria por penales (4-2) le dio una revancha especial para Samuel y Aimar, quienes sufrieron hace 20 años en Japón.
Y ratifica la nobleza de Scaloni, quien contra todo pronóstico, se alzó con la corona máxima del fútbol mundial, hecho que su mentor, Pékerman, no pudo en Alemania 2006, justamente al caer en cuartos de final por penales. Pero que sí le hizo un honor a su exitoso paso por las juveniles, iniciando allá, en el lejano 1995, un proceso de gloria para nuestro fútbol argentino. Y siendo Qatar, la tierra elegida.