Este 17 de noviembre se conmemora el Día del Prematuro. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como bebé prematuro al bebé que nace antes de haber completado las 37 semanas de gestación. En situaciones normales el embarazo tiene una duración de 40 semanas aproximadamente, y un parto se considera “a término” cuando el bebé nace entre las semanas 37 y 42.
Según datos de la OMS, se estima que en el mundo nacen anualmente 15 millones de prematuros, una cifra que está aumentando en los últimos años. La tasa de nacimientos prematuros oscila entre el 5% y el 18% en función de los países, de los cuales alrededor del 84% nacen entre las semanas 32-37, el 10% entre las semanas 28-32 y en torno al 5% antes de las 28 semanas de gestación.
“Si un bebé nace antes de tiempo, además de ser más pequeño que los nacidos a término, requiere más ayuda por parte nuestra en la unidad de cuidados intensivos neonatales ya que aún no están preparados como para regular temperatura adecuadamente, pueden requerir algún tipo de soporte respiratorio y ayudarlos en el inicio de su alimentación”, explica la Dra. Marcela Volpe, neonatóloga del Sanatorio Otamendi Miroli.
Complicaciones del bebé
La gravedad de las complicaciones de salud asociadas a los partos prematuros dependerá principalmente del grado de madurez del recién nacido, es decir, de su edad gestacional y peso. “En los casos más severos, las complicaciones a corto plazo pueden afectar a los distintos sistemas del organismo, debido a que también están inmaduros, y pueden ser de carácter respiratorio, cardiaco, digestivo, de los vasos sanguíneos, de la retina, del riñón, neurológicos o infecciosos”, explica la Dra. Volpe.
Dentro del cuadro respiratorio una patología frecuente en los bebes prematuros, es el déficit de una sustancia llamada surfactante, a nivel pulmonar, que se conoce como enfermedad de membrana hialina, y desde hace muchos años este síndrome tiene muy buena respuesta al tratamiento con surfactante exógeno.
El ductus arterioso o conducto arterioso persistente es un pequeño vaso sanguíneo que comunica la aorta con la arteria principal de los pulmones, y habitualmente se cierra en los primeros días de vida extrauterina, en los prematuros es frecuentes que el mismo necesite la ayuda de medicación para cerrarse, y en muy pocos casos se requiere de cirugía para tratarlo efectivamente.
Los bebés prematuros también son más propensos a tener infecciones, siendo necesario el seguimiento y el tratamiento farmacológico oportuno.
“El pronóstico de los problemas de salud en bebés prematuros varía según las complicaciones que presenten y su gravedad, disminuyendo las mismas cuando se trabaja en forma conjunta con los obstetras (equipo perinatal), para lograr un nacimiento en el momento más adecuado tanto para la salud de la madre como la del bebe”, agrega la neonatóloga.
Cuidados del bebé prematuro
“Los bebés prematuros no tienen la grasa corporal necesaria para mantener la temperatura adecuada. A fin de mantenerlos calientes, se usan cunas radiantes e incubadoras. También se usan unas incubadoras duales. Estas últimas combinan las características de una incubadora y la de una cuna radiante. Cuando se utiliza como incubadora, proporciona un entorno controlado para que los prematuros y recién nacidos puedan crecer. Como cuna radiante, puede proporcionar un entorno de tipo abierto para cuidado, atención y ajustar la temperatura del paciente”, agrega Tomás Piqueras, CEO del Centro de Servicios Hospitalarios, la empresa que tiene el equipo de neonatología más completo del país.
Y en esta línea, explica que “las unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) están equipadas con aparatos y dispositivos de monitorización complejos, diseñados para satisfacer las necesidades específicas de los bebés pequeños. Es muy importante que estas neos tengan respiradores, lámparas de luminoterapia, bombas de infusión y monitores multiparamétricos”.
Por otro lado, la Dra. Volpe concluye que “en el Sanatorio Otamendi el trabajo conjunto y multidisciplinario, ha ayudado a elegir el momento más oportuno para la finalización de un embarazo cuidando tanto a la madre como al bebe”.
Y finaliza: “Este trabajo en equipo nos permite conocer a los progenitores antes del momento del nacimiento, poder explicar sus dudas y temores, contarles cómo será la estadía de su bebe en la unidad de cuidados intensivos neonatales, contenerlos, y asegurarles que contamos con todo lo necesario que necesita su bebe para salir adelante”.
Fuente: Centro de Servicios Hospitalarios.