Durante la tarde noche del lunes 8 de noviembre, las calles de Ramos Mejía se colmaron de manifestantes. Les vecines de la localidad del partido bonaerense de La Matanza, marcharon con dos pedidos básicos: justicia y seguridad. Los reclamos nacen en base a la muerte de Roberto Sabo, un kiosquero de la ciudad que fue asesinado durante un robo a su comercio.
A partir de ello, les habitantes de Ramos Mejía dijeron basta. Realizaron una manifestación que comenzó en el kiosco de Sabo y continuó hasta la comisaría de la localidad. La misma se ubica a solo trescientos metros de la escena del crimen.
Allí, les manifestantes se encontraron con un cordón policial que protegía la seccional. Más tarde hubo conflictos con les oficiales, que alrededor de las 20.30 dispersaron la marcha con gases lacrimógenos y gas pimienta.
Eso no impidió que les ramenses siguieran acercándose al lugar. La manifestación continuó hasta las 22 h. Se trató de la segunda marcha con el mismo reclamo luego de la del domingo, en la que estuvo presente el Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni.
La marcha por Ramos Mejía
Alrededor de las 19 h, las personas se concentraron frente al kiosco de Sabo, en la intersección de las calles Avenida de Mayo y Alvarado. En sus persianas colocaron flores, velas y carteles con mensajes que expresaban sus solicitudes.
Con Pedro Sabo a la cabeza, el padre de la víctima, caminaron al grito de «¡justicia!» y «¡seguridad!». Se trasladaron hasta la Comisaría Segunda de Ramos Mejía, ubicada a trescientos metros de la escena del crimen. Los esperaba un fuerte operativo policial, con un vallado que abarcaba alrededor de media cuadra a la redonda de la seccional.
Desde ese momento hubo incidentes con les oficiales. Al arribar al lugar, algunes de les manifestantes retiraron parte del vallado para intentar acercarse al edificio y hubo empujones con efectives de Infantería. Más tarde, les policías intentaron dispersar la marcha con gases lacrimógenos y gas pimienta.
La muerte de Roberto Sabo
Ese es el nombre del kiosquero que fue asesinado en su comercio de Ramos Mejía, durante un robo cometido el domingo 7 de noviembre. Leandro Daniel Suárez fue el asaltante, quien efectuó al menos seis disparos.
Las fuerzas policiales capturaron al acusado, que ayer por la tarde se negó a declarar ante el fiscal de la causa, Federico Medone. Además lloró en la audiencia y rogó «por favor» que no le «pidan prisión perpetua», según informaron fuentes judiciales a la agencia Télam.
Es que el joven ya estuvo casi seis años preso por robo y hurto, y recuperó la libertad en agosto de 2020. Ahora está imputado por «homicidio agravado» del comerciante, delito que prevé la pena máxima. También por dos hechos de «robo calificado, hurto de vehículo, portación ilegal de arma de fuego de uso civil y portación ilegal de arma de guerra».
Tras negarse a declarar, el juez de Garantías 5 de La Matanza, Gustavo Banco, ordenó que el acusado siga detenido mientras se resuelve su situación procesal.
Las declaraciones de Berni
Por su parte, el Ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, habló sobre lo sucedido. Ayer por la mañana, en diálogo con radio La Red, explicó que la culpa del robo y asesinato «no fue una cuestión policial. La policía los detuvo, un policía forcejeó con el delincuente, pasaba por ahí».
Esto se debe a que uno de los reclamos de les manifestantes y familiares de Roberto Sabo es en cuanto a la condición reincidente del asaltante. Suárez había sido excarcelado durante el 2020.
Para Berni, hay que «leer sus antecedentes como si se leyera la historia clínica». De esta forma, ver que «es el mismo patrón: totalmente fuera del sistema, sin control, sin educación, sin perspectiva de trabajo. Es un fenómeno extremadamente complejo», cerró en su polémica declaración.
En cuanto a la represión policial en la marcha del lunes por la tarde noche, el ministro de seguridad bonaerense Sergio Berni justificó el accionar de las fuerzas de seguridad. Aludió que tuvieron «que tirar gases porque si la gente prende fuego la comisaría se calcinan todos los detenidos». Mientras tanto, los restos del kiosquero asesinado serán velados hoy, 9 de noviembre, a las 17 en la cochería Pache, situada en Eva Perón 1122, de Morón.