El camino de la sumisión nacional no conduce a la felicidad del pueblo

Mientras el gobierno disfraza de “alianza estratégica” su subordinación total a los intereses de Washington, Londres y Tel Aviv, la Argentina cede su independencia política, económica y militar. Las consecuencias son claras: más endeudamiento, pérdida de control territorial, desocupación y un pueblo condenado a la humillación de vivir bajo decisiones ajenas.