
En un giro inesperado, el presidente estadounidense Donald Trump anunció una «tregua completa y total» entre Irán e Israel, que comenzaría en fases de 12 horas a partir de la medianoche. El anuncio llega tras casi dos semanas de intensos bombardeos entre ambos países, con participación directa de Estados Unidos, y fue celebrado como el “fin oficial de la guerra de los 12 días”.
«Estos tipos se tienen que calmar», declaró Trump ante la prensa mientras partía rumbo a la cumbre de la OTAN en La Haya. Sin embargo, la calma duró poco. Horas después del anuncio, se registraron nuevos ataques en ambas direcciones.
Violaciones al alto el fuego y tensión renovada
Pese al acuerdo, Irán confirmó el lanzamiento de misiles contra una base estadounidense en Qatar en represalia por el bombardeo a sus instalaciones nucleares, lo que provocó la condena de Israel. En respuesta, voceros israelíes advirtieron que responderán «con contundencia» si se comprueban violaciones por parte de Teherán.
Desde Irán negaron nuevos ataques durante la tregua y acusaron al gobierno israelí de fabricar una narrativa que justifique futuras ofensivas. “La acusación carece de fundamentos”, sostuvieron desde el Estado Mayor iraní.
Trump, visiblemente molesto, reiteró su advertencia: «Israel, no lancen esas bombas. Si lo hacen, será una violación grave».
¿Un acuerdo sostenido por la diplomacia o por intereses?
El presidente estadounidense defendió su rol como mediador y aseguró que su ofensiva sobre tres instalaciones nucleares iraníes «cerró el trato» e impulsó el acuerdo. Mientras tanto, Irán afirmó que no volverá a la mesa de negociación con Estados Unidos mientras continúen las “agresiones” y las amenazas.
Pese a ello, el ministro de Exteriores iraní dejó abierta la posibilidad de cesar sus operaciones militares si Israel pone fin a sus ataques, en un gesto que podría habilitar nuevos canales diplomáticos, sobre todo con la participación de países como Qatar y China.
La economía también respira: China frena el riesgo de bloqueo del Estrecho de Ormuz
Uno de los puntos críticos del conflicto fue la amenaza iraní de cerrar el Estrecho de Ormuz, por donde circula el 20% del comercio mundial de crudo. China, principal comprador de petróleo iraní, intervino diplomáticamente y rechazó la medida, pidiendo “esfuerzos urgentes para evitar una escalada”.
El gesto fue celebrado por los mercados: el petróleo cayó más de un 6% y Trump instó a las petroleras estadounidenses a «no hacerle el juego al enemigo». “¡A perforar, chicos!”, publicó en Truth Social.
Balance provisional: muertes, advertencias y presión global
El saldo de los últimos ataques incluye al menos 9 muertos en Irán y 4 en Israel, en las primeras horas posteriores al anuncio del alto el fuego. Las sirenas volvieron a sonar en ciudades israelíes como Beerseba, mientras las FDI confirmaron la destrucción de objetivos en el corazón de Teherán, incluyendo bases militares y centros de mando.
El gobierno de Netanyahu confirmó que Israel aceptó el alto el fuego tras “cumplir sus objetivos militares” y agradeció el respaldo de Trump. Desde Teherán, el Consejo de Seguridad Nacional señaló que sus ataques no representan una amenaza para Qatar, país anfitrión de la base aérea de Al Udeid.