La presión internacional crece. En un movimiento sin precedentes desde el inicio del conflicto, la Unión Europea y el Reino Unido decidieron avanzar con acciones concretas contra el Gobierno israelí ante el agravamiento de la situación humanitaria en Gaza y la intensificación de la ofensiva militar.
Reino Unido congela acuerdos y sanciona a figuras clave
El Reino Unido anunció la suspensión de las negociaciones para un nuevo acuerdo comercial bilateral con Israel y la revisión de toda su cooperación con el país. La medida fue comunicada por el ministro de Asuntos Exteriores, David Lammy, quien también convocó a la embajadora israelí en Londres, Tzipi Hotovely, como muestra de disconformidad con las acciones militares en Gaza.
Además, el Gobierno británico impuso sanciones a dos organizaciones, dos asentamientos ilegales y tres personas vinculadas con la violencia de colonos israelíes en Cisjordania. Entre los sancionados figura Daniela Weiss, reconocida activista de extrema derecha, su organización Nachala, y la empresa Libi Construction and Infrastructure, acusada de apoyar asentamientos ilegales.
La Unión Europea revisa su acuerdo con Israel
En Bruselas, la Comisión Europea anunció la apertura del proceso para revisar el artículo 2 del acuerdo de asociación con Israel, que exige el respeto a los derechos humanos. La iniciativa, respaldada por 17 de los 27 Estados miembros, surgió a partir de una carta impulsada por España, Irlanda, Luxemburgo, Eslovenia y Países Bajos.
«La Unión Europea tiene que actuar con todos sus instrumentos al alcance para poner toda su presión diplomática sobre Israel», sostuvo el ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, al llegar al Consejo de Asuntos Exteriores.
Advertencias globales y apoyo árabe
En paralelo, Francia, Canadá y el Reino Unido emitieron una declaración conjunta en la que prometieron «acciones concretas» si Israel no detiene su ofensiva y libera el acceso a ayuda humanitaria para la población de Gaza. “No nos quedaremos con los brazos cruzados”, afirmaron los mandatarios.
La declaración fue celebrada por el Comité Ministerial Árabe-Islámico, que criticó duramente el uso de la ayuda humanitaria como «arma de guerra» y advirtió sobre una crisis de hambruna deliberadamente provocada por el bloqueo israelí.
Respuesta israelí: rechazó y acusaciones
En Tel Aviv, el Ministerio de Exteriores israelí rechazó de plano las críticas, señalando que “solo fortalecen a Hamás”. En un comunicado, el portavoz Oren Marmorstein acusó a la vicepresidenta de la Comisión Europea, Kaja Kallas, de “desconocer la complejidad” del conflicto y advirtió que “las críticas prolongan la guerra y alientan al enemigo”.
¿Un cambio de rumbo?
Las decisiones tomadas por los gobiernos europeos representan un giro significativo frente a la pasividad inicial de la comunidad internacional. Si bien Alemania e Italia no acompañaron la revisión del acuerdo europeo con Israel, la creciente presión diplomática y la alarma humanitaria podrían marcar el inicio de un nuevo capítulo en la relación entre Europa e Israel.