Se agrava el conflicto en la provincia de Tierra del Fuego tras la decisión gubernamental de bajar los aranceles a la importación de productos electrónicos. En este marco, los gremios convocaron a un paro total para el próximo miércoles 21 de mayo. Según argumentan, la medida es una amenaza a miles de puestos de trabajo.
Las organizaciones sindicales y sociales de la provincia fueguina, se reunieron en la ciudad de Tolhuin, ubicada entre Ushuaia y Río Grande en la ruta 3, y decidieron adherirse a las medidas de fuerza de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) de Río Grande, gremio que ya este jueves convocó al cese de actividades por tiempo indeterminado.
La decisión de unirse a las medidas de lucha fue votada de forma unánime por los representantes de Camioneros, Asociación de Supervisores de la Industria Minera Metalúrgica Mecánica de la República Argentina (ASIMRA), Unión de Obreros y Empleados Públicos (UOYEP) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), entre otros.
De este modo, se adhieren: Camioneros, Ate, Satsaid, Utedyc, Petroleros Privados, Plasticos, Atsa, Apel, Sadem, Cec, Uejn, Apuntdf, Agrupación 9 De Octubre, Luz Y Fuerza, Apjae, Sitos, Suetra, Supetax, Sutep, Uom Rg, Uom Ush, Asimra, Asoem, Upsra y Petroquímicos.
En sintonía, la seccional de la CGT Río Grande difundió un comunicado en el que expresaron: “Ante un nuevo ataque del Gobierno Nacional al trabajo y la producción de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y al pueblo fueguino en general, las organizaciones sindicales y sociales de la provincia expresamos nuestro rechazo absoluto y exigimos la marcha atrás de todas las medidas implementadas que atentan contra la industria, los puestos laborales y la dignidad de miles de familias de nuestra provincia”.
Mientras tanto, desde el Gobierno cuestionaron la medida de la UOM y la calificaron de “exagerada”. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expresó en una entrevista radial que “hay que competir dentro de las reglas del juego internacional y acostumbraros a que los precios tienen que acomodarse a las reglas del juego”.
Por su parte, la seccional gremial del punto más austral del país sostiene que la baja de aranceles “afecta gravemente a la industria, los puestos de trabajo y el derecho soberano a continuar habitando esta provincia”.