La Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) enfrenta una degradación de su arbolado urbano debido a podas excesivas, políticas de tercerización y falta de estrategias efectivas. En respuesta, un grupo de organizaciones ambientales, sociales y legisladores impulsó el proyecto de ley “Instituto del Bosque Urbano”, para priorizar la vida de los árboles.
De esta manera, la iniciativa busca garantizar la preservación, el cuidado y la expansión del arbolado; esencial para enfrentar el cambio climático y mejorar la calidad de vida de la comunidad.
El equipo de coordinación, que trabajó sobre este tema desde febrero de 2024, está conformado por el Centro de Estudios Metropolitanos; Basta de mutilar nuestros árboles; Cultura Abasto; la Fundación Ciudad y la Red Argentina del Paisaje Nodo CABA. Estas organizaciones comparten la preocupación por el estado del arbolado de la Ciudad y el conocimiento sobre la gestión de este patrimonio natural y cultural.
El proyecto para transformar la gestión del arbolado
El primer paso hasta llegar a un proyecto de ley fue realizar una convocatoria pública en la Legislatura porteña el 5 de junio, en el Día Mundial del Ambiente. Este encuentro permitió recopilar propuestas de más de 30 organizaciones sociales y profesionales comprometidos con la causa.
Así, a partir del trabajo coordinado, el proyecto de ley contempla cuatro objetivos:
- Reformar los pliegos de licitación para priorizar el cuidado del arbolado.
- Promover la educación ambiental en todos los niveles educativos.
- Actualizar la legislación vigente para proteger el arbolado público y privado.
- Fomentar la participación ciudadana mediante mecanismos transparentes.
El contexto actual: patrimonio en peligro
Los árboles en Buenos Aires exhiben signos de deterioro: follaje escaso, raíces dañadas y mutilaciones reiteradas que afectan su salud y longevidad. Este escenario es agravado por prácticas como podas sistemáticas, cementación de espacios verdes y la especulación inmobiliaria.
Estas acciones dan como resultado una reducción de la capacidad del arbolado para mitigar olas de calor, absorber agua de lluvias intensas y proporcionar hábitats para la fauna urbana.
A pesar de contar con una ley vigente y un Plan Maestro de Arbolado, no se evidencian avances significativos en la preservación ni en el cuidado de los árboles. Además, las plantaciones realizadas presentan altos índices de fracaso, entre el 50 % y el 90 %, por falta de mantenimiento adecuado.
Entre los factores que contribuyeron a esta crisis se destacan:
- Tercerización del mantenimiento: contratos deficientes que priorizan el lucro sobre el cuidado.
- Falta de participación ciudadana: las decisiones se toman sin consultar a expertos ni vecinos interesados en proteger el arbolado.
- Inadecuada planificación urbana: obras públicas como el Metrobús o túneles bajo nivel eliminaron árboles añosos irremplazables.
- Desacato a la legislación: el incumplimiento de la Ley 3263 y la ausencia de sanciones a quienes dañan el arbolado perpetúan la problemática.
La preservación del arbolado urbano debe ser una prioridad en las políticas públicas de Buenos Aires. Este proyecto de ley no solo busca revertir el daño actual debido al avance del negocio inmobiliario, sino también promover una nueva visión en la que los árboles sean valorados como seres vivos indispensables para la sostenibilidad de la ciudad.
Con la adhesión de colectivos vecinales y expertos, este esfuerzo conjunto marca un punto de inflexión en la gestión ambiental de Buenos Aires, apuntando hacia un modelo de ciudad más verde y resiliente.