El talento argentino brilló en el 36º Aguilar Film Festival con Shugurensky, autorretrato, un cortometraje dirigido por el español Guillermo García-Ramos que se alzó con el Premio al Mejor Cortometraje de Castilla y León. Además, otras tres obras argentinas se proyectaron durante el festival.
La obra ganadora retrata la vida del pintor argentino Pablo Schugurensky, afincado en España, mientras realiza uno de sus autorretratos. Con una voz en off íntima y reflexiva, el artista narra su trayectoria y las dificultades que enfrenta debido al Parkinson, revelando cómo la pintura se convierte en una herramienta para sobrellevar la enfermedad.
El jurado, compuesto por Olga Lamontanara, Pedro del Rey y Antonio Miguel Arenas, justificó su decisión diciendo: “Por su capacidad de síntesis para condensar toda una vida entregada al arte que acepta y abraza su final. Por la honestidad con la que afronta una enfermedad degenerativa, reivindicando el cortometraje como obra artística”.
Por su parte, García-Ramos destacó la importancia de los festivales de cine como el Aguilar Film Festival afirmando: “Los festivales de cine son la razón principal de que exista cine en España, especialmente para todos aquellos que no están nominados a los Goya”. También señaló que el certamen es un espacio clave para visibilizar el talento de Castilla y León: “El Aguilar Film Festival es el lugar donde se encuentra el talento de la región”.
El pintor argentino como eje central
Pablo Schugurensky, oriundo de Catamarca, llegó a España hace más de tres décadas huyendo de la situación política de su país. Según el director, “Pablo vino a España, como muchos otros argentinos en el siglo XX, buscando una oportunidad. Aquí su arte siempre ha sido reconocido, aunque su relación con el mercado ha sido esquiva”. Esta dualidad entre el éxito artístico y la incertidumbre económica marca una historia que, en palabras de García-Ramos, “resuena en la cabeza de cualquier pintor, sin importar la nacionalidad, y también en la de cualquier artista de cualquier disciplina”.
La conexión entre Schugurensky y Bustarviejo, el pueblo en la Sierra de Madrid donde reside, también es clave. “Pablo es argentino, pero tras más de 30 años en Bustarviejo, ya es un bustareño más a los ojos de quienes vivimos aquí”, comentó el director.
El origen del proyecto
García-Ramos contó que su inspiración surgió tras mudarse con su familia a Bustarviejo después del confinamiento. “El pueblo tiene una tradición como imán para artistas. Empecé un podcast para entrevistarlos, y todo el mundo me dijo que Pablo era una entrevista obligada. Su talento y amabilidad lo confirmaron”. Cuando Schugurensky le reveló que padecía Parkinson, el director sintió la necesidad de documentar esa “dolorosa ironía”.
El resultado es un cortometraje sereno que captura la esencia del pintor mientras este reflexiona sobre su vida y su arte. García-Ramos subrayó que el tema de la enfermedad trasciende fronteras: “El Parkinson no entiende de profesiones ni nacionalidades”.
Reconocimiento internacional
El Aguilar Film Festival, un referente en Europa, fue el escenario perfecto para el estreno y reconocimiento de Shugurensky, autorretrato. De acuerdo a García-Ramos, “El festival de Aguilar ya era relevante cuando yo empecé hace 25 años. Hoy es uno de los grandes. La experiencia, la acogida y el entorno son inmejorables”.
Tres cortometrajes argentinos en el AFF
En la sección MiniAguilar, Steps to Fly, de Nicolás Conte y Rosario Carlino, cautivó al público con una historia conmovedora sobre un ave que enseña a un pajarillo a volar, a pesar de no tener alas. Sin embargo, la aparición de un misterioso maletín amenaza con alterar el rumbo de su historia y abre una inesperada posibilidad de escape.
Por otra parte, en la sección Distopía se destacaron dos producciones argentinas. Sueño finlandés y paranoico, de Jimena Aguilar, que explora la fragilidad de imaginar un futuro en un mundo que parece haber llegado a su fin. Este cortometraje fluyó entre imágenes y reflexiones que cuestionan los límites del tiempo y la existencia. En tanto, Loop, de Pablo Polledri, presenta una sociedad atrapada en un eterno ciclo de acciones repetitivas, donde una pareja desafía la monotonía para intentar algo diferente, desafiando las reglas de un sistema aparentemente inalterable.