El fútbol argentino se sumerge en aguas turbulentas cada vez que el Gobierno Nacional insiste en la introducción de las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD). Desde el primer momento se percibió una postura de rechazo por parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) pero un nuevo capítulo se abrirá esta semana y generará varios problemas. El presidente Javier Milei hará oficial el decreto que quitará todos los beneficios impositivos que gozan los clubes.
Esta problemática emergente eliminará aquellos privilegios y sus derivados que las instituciones deportivas argentinas ostentaban desde el Decreto 1212. Asimismo, la situación funcionará como otro intento opresor por parte de las autoridades nacionales en que acepten las SAD en el fútbol. En tanto, es la misma estrategia que utilizó Mauricio Macri cuando fue presidente en la búsqueda de la privatización del fútbol.
Nueva problemática en puerta
Más allá de que el concepto de suprimir los beneficios impositivos se profundizó en estos días, es una idea que se rumoreó desde principio de año. Ante la determinación que oficializará el Gobierno de Milei, el Poder Ejecutivo aplicará un período de entre 3 y 6 meses a los clubes hasta su derogación. Además, se organizará una mesa de diálogo con el fútbol para analizar si se comprenden un nuevo régimen especial u otro tipo de beneficio.
De hecho, el futuro cónclave estará conformado por algunos clubes y miembros de las diferentes carteras del Gobierno. Con este panorama desalentador para la AFA, los últimos detalles se definirán entre el lunes y miércoles para ser publicado en el Boletín Oficial. Frente a la inmediata conclusión del asunto, los clubes aseguran que es un apriete como parte de la planificación para que les abran las puertas a las SAD en el corto plazo.
Por su parte, el Decreto 1212 tuvo su última actualización en octubre de 2023 bajo el nombramiento 510/23. La misma incluyó a todos los clubes del fútbol argentino y se extendió a la primera división de la rama femenina. Uno de sus principales activos apuntaba a garantizar la inclusión social y la seguridad jurídica de los trabajadores dependientes de las instituciones, como también la registración laboral.
Esa línea permitía que se genere un mayor empleo registrado y de calidad sin un posible riesgo. Por tal motivo, los clubes sostenían beneficios en calidad impositiva bajo el decreto. Aquellos que efectúan roles sociales, tienen escuelas educativas y una amplia cantidad de trabajadores consiguieron un alivio en el pago diferido de las cargas sociales desde el 1° de noviembre de 2023. Será cuestión de espera cómo sigue la guerra de intereses entre el Gobierno y la AFA.
Un desahogo financiero
El Decreto 1212, o también llamado 510/23, funciona como un indiscutido alivio fiscal que beneficia a varios involucrados dentro del fútbol argentino. Es un régimen de percepción y retención para el ingreso de los aportes personales y contribuciones patronales pertenecientes a los jugadores de fútbol. Incluso, abarca también a los miembros de los cuerpos médicos, técnicos y auxiliares que atiendan a los planteles que practiquen fútbol profesional.
En resumen, se aplica en cualquier categoría y demás personal dependiente de la AFA y de los clubes que intervengan en los torneos organizados por dicha asociación. En cuanto a su funcionalidad, se observaba su enfoque primordial en un mayor espíritu inclusivo del rol, como incorporación de los clubes, a los fines de incrementar las acciones de inclusión y deporte social. A su vez, fomentaba la registración laboral a través de un sistema sustentable generado por el financiamiento del profesionalismo.
No obstante, existían diversos puntos en el mismo ya que en su momento se alteró el porcentaje mensual que los clubes abonan a 7,50% y la alícuota anual al 8% final. La excepción en la última modificación se vio en que se mantuvo el 0,5% para las deudas anteriores con el Estado. Los montos en cuestión se fijaban en las recaudaciones por venta de entradas, transferencias de jugadores y derechos de televisación.
En tanto, quedaron fuera las retenciones sobre lo que percibían en concepto de sponsors y derechos de formación o mecanismos de seguridad. Asimismo, se lograron constituir nuevas divisiones, torneos y conceptos alcanzados por el régimen especial de percepción, retención y/o autorretención. Esto último se puede reflejar con facilidad en las apuestas y la comercialización del “Big Data” en el ámbito futbolístico.
Por otro lado, el mayor impacto positivo dentro del decreto de destacó cuando los clubes dejaron de abonar los aportes de sus empleados. Esos números pasaron a ser parte de la alícuota. La iniciativa incluyó también a aquellos trabajadores de las entidades educativas o colegios que poseen las instituciones. Sin duda que el gran objetivo de establecer un alivio económico y producir mayor empleo registrado de percibió con esa ordenanza.
No es la primera vez
Es un hecho que el Gobierno de Milei va con todo en su lucha por insertar las SAD en el fútbol argentino y la nueva maniobra política visualiza ese enfoque. Asimismo, es una metodología similar a la que usó Macri en 2019 cuando estuvo al frente del país como máxima autoridad. El ex dirigente de Boca Juniors modificó el decreto original bajo la iniciativa de desmantelar las SAD junto con Fernando Marín mediante un golpe económico en los clubes argentinos.
Con el único propósito de que se aceptara la privatización del fútbol, mismo que Milei intenta aplicar desde hace tiempo, Macri fue el primero en intentar traer las SAD hace 5 años. La gran diferencia en aquel período es que hubo una enorme y total resistencia de los clubes y por ello el decreto nunca se llevó a cabo. Sin lograr la vigencia para instaurar un nuevo estatuto en el fútbol, en el mandato de Macri se implementaba un financiamiento en un mayor número de aspectos.