En el histórico Parque Lezama de Buenos Aires se instaló un escenario vibrante y lleno de fervor artificial, donde Javier Milei se presentó este sábado luego de conocido el fuerte incremento de la pobreza, el más alto desde 2002.
El Presidente aseguró que «el primer trimestre la pobreza creció al 55%. Pero quiero contarles algo a todos estos sensibleros hipócritas empobrecedores: la pobreza en el segundo trimestre del año fue de 51%; por lo tanto, la pobreza ha empezado a caer en Argentina». Consideró, además, que los salarios «le vienen ganando claramente a la inflación, recomponiendo el poder real de compra».
Es la extraña manera de desarmar una medición en base a encuestas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), que hace años difunde estos estudios con carácter semestral, con lo que descomponer ese período de tiempo en dos, es apenas un engaño estadístico.
A pesar del contexto, Milei llegó sonriente, agitando los brazos y cantando: «Hola a todos, yo soy el león», mientras su hermana, Karina Milei, tomaba el micrófono para expresar su entusiasmo por el nuevo partido La Libertad Avanza (LLA). La secretaria general de la Presidencia es la presidenta de la agrupación que quieren proyectar como la fuerza para sostener su aventura electoral en 2025.
En su discurso, marcado como es habitual por la intensidad emocional, el presidente se autoproclamó «el mejor de la historia» y además de asegurar que la pobreza está disminuyendo, apeló a su retórica cargada de ataques a la «casta» política.
“Que les quede bien claro: los hermanos Milei cumplen sus promesas”, afirmó Karina Milei, que con su intervención pública suma millas a sus apariciones: antes del Parque Lezama había sido la presentadora del electo presidente en el Hotel Libertador, la noche del ballotage. Aunque algunos memoriosos apelan a su presencia televisiva en el show de perros que conducía Guido Kaczka en Canal 13. En fin, cada cual construye su camino al «poder» como quiere y puede.
Un acto de campaña para un futuro incierto de Javier Milei
Los carteles de LLA, que clamaban “Te necesito para terminar con la casta”, reflejan la estrategia comunicacional del presidente, que busca unir a sus adversarios en un mismo saco para descalificarlos. El mito del eterno rebelde de la derecha en una atmósfera acalorada por el público que entonaba canciones de rechazo hacia la oposición, mientras Milei prometía un «batacazo electoral» en 2025.
Para Milei, eso permitirá que «triunfen los justos y se hundan los populistas». Antes, había hablado Karina Milei quien aseguró: «que les quede bien claro: los hermanos Milei, las promesas que hacen, las cumplen. Gracias a todos. Ahora, vamos a recibir al mejor presidente de la historia: Javier Milei».
«El morbo de la ridiculez a veces cobra sus servicios en los números del ráting«
El discurso del Presidente, que se extendió por más de una hora y media, se dividió en tres partes: la historia de su partido, los logros de su gestión y los desafíos futuros. Milei no dudó en criticar a sindicalistas, movimientos sociales y medios de comunicación y los periodistas, a quienes acusó de «encubrir la realidad».
Con un enfoque en los «logros económicos», Milei mencionó la reducción de la inflación y prometió cambios en la legislación penal, cuando confirmó que avanzaran con la modificación de la ley penal juvenil «para que los delitos de adultos sean juzgados como adultos», y con la «Ley de reiterancia para que se termine la puerta giratoria para los chorros».
El acto del sábado, donde Milei cerró su campaña electoral de 2021, fue el corolario de una semana en la que Milei tuvo una hiperactividad que contrasta con los días en los que prácticamente no se le conoce agenda al mandatario y permanece recluido en Olivos.
Del viaje a Nueva York, con su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, pasó a sacarse una foto con el gobernador cordobés Martín Llaryora, mientras los bomberos esperaban formados por un saludo que no llegó. El reconocimiento a su tarea no está entre las prioridades del gobierno nacional, que apenas envío una ayuda simbólica y le negó hasta una pasada a quienes ponen el cuerpo para combatir los incendios que consumieron unas 40 mil hectáreas, el doble de la superficie de la ciudad de Buenos Aires, para que se tenga una idea de la magnitud del desastre.
Es la semana también en la que al mismo tiempo en que se conocían los datos de la pobreza, se generaban las imágenes que ilustran esta nota: en una sincronización calculada (que habla de un sentido común que gobierna el país), alguien se preocupó en publicar la foto de Karina, Susana y el perro Thor, al tiempo que la conductora junto al propio Javier Milei saludaban desde el balcón de la Casa Rosada a una Plaza de Mayo vacía.
Todo a las 4 de la tarde del jueves 26 de septiembre, un rato después de la grabación de la entrevista que le hizo a Milei la conductora exiliada en Uruguay para pagar menos impuestos que en nuestro país. La entrevista, luego de la prolija edición, se emitirá en la noche del domingo 29 de septiembre.
Claro que durante un par de días se debatirá sobre si el número de la audiencia (en vivo y sumada en redes), de la charla entre ellos implica un apoyo o rechazo a la gestión del Gobierno. Pero que lo importante no sea devorado por la bruma de los datos: el morbo de la ridiculez a veces cobra sus servicios en los números del ráting.
Pero sin dudas el living de la conductora televisiva, trasladado a la Casa Rosada esta vez, es un símbolo de la época. Hacen falta evasores como Susana, que son «héroes» para Milei, que pongan el cuerpo, la cara y el tributo a la torpeza e ignorancia, como pantalla para que no veamos la realidad.
Esa que todavía digiere la bronca cotidiana del ajuste sin fin, pero que pondrá (más temprano que tarde), los cimientos básicos para transformarla en camino de salida, en clave de alternativa política. Son los puntos que faltan unirse y, como la experiencia demuestra, cuando esas variables se tocan la Historia se transforma en sentido de disputa popular.