Para Javier Milei, en su cruzada por ser el máximo exponente de la “libertad en el mundo”, las políticas colectivistas “han afectado a Argentina durante más de un siglo”. En esa línea, Milei subrayó la necesidad de retornar a los principios fundamentales de la ONU, expresando que la organización ha evolucionado hacia “un modelo burocrático que impone agendas ideológicas en lugar de fomentar la paz y la cooperación entre estados”.
El mandatario resaltó el éxito de la ONU en sus primeras décadas, que permitió un prolongado período de paz y crecimiento económico, pero alertó sobre su transformación en un “Leviatán” que busca decidir sobre la vida de los ciudadanos a nivel global. Criticó la Agenda 2030, considerándola un programa supranacional de corte socialista que atenta contra la soberanía de los estados y los derechos individuales, y condenó las políticas colectivistas promovidas por la organización.
Milei denunció la “hipocresía de la ONU al permitir que regímenes autoritarios, como los de Cuba y Venezuela”, ingresen en instancias de derechos humanos mientras ignoran las violaciones a la libertad. Al final de su discurso, anunció que Argentina adoptará un enfoque más proactivo en la defensa de la libertad, abandonando su histórica neutralidad y abogando por una “nueva agenda para esta noble institución”, centrada en la libertad y la soberanía de los pueblos.
Con respecto al reclamo argentino por la soberanía en Malvinas, apenas una referencia: “Tampoco la organización ha cumplido satisfactoriamente su misión de defender la soberanía territorial de sus integrantes, como sabemos los argentinos de primera mano, en la relación con las Islas Malvinas. Y llegamos, incluso, a una situación en la que – el Consejo de Seguridad – que es el órgano más importante de esta casa, se ha desnaturalizado, porque el veto de sus integrantes permanentes se ha empezado a utilizar, en defensa de los intereses particulares de algunos”.
En tanto, no hubo mención alguna a los atentados más graves que sufrió Argentina: la explosión en 1992 de la Embajada de Israel y la voladura de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en 1994.
La obsesión de Milei contra la Agenda 2030
En otro tramo de su alocución, Milei afirmó que el modelo de Naciones Unidas «que había sido exitoso ha sido abandonado» y que «ha sido reemplazado por un modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales, que pretenden imponerle a los ciudadanos del mundo un modo de vida determinado».
Expresó que «la Agenda 2030, aunque bienintencionada en sus metas, no es otra cosa que un programa de gobierno supranacional de corte socialista, que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía de los estados-nación y violentan el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de las personas».
«Es una agenda que pretende solucionar la pobreza, la desigualdad y la discriminación con legislación que lo único que hace es profundizarla, porque la historia del mundo demuestra que la única manera de garantizar la prosperidad es limitar el poder del monarca, garantizando la igualdad ante la ley y defendiendo el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad de los individuos», dijo.