El artista Abalam 666, en diálogo con Nota al Pie, sostuvo que el álbum Ángeles Rebeldes «es más que una colección musical». Asimismo, agregó: «Es un estilo de vida que quiero compartir con ustedes, y sé que se van a sentir muy identificados, ya que tengo muchos mensajes para darles y espero que los agarren».
Abalam es oriundo de Lomas del Mirador, La Matanza, y además de incursionar en la música, complementa esta actividad con su otra profesión: la barbería. Sin embargo, con el nacimiento de su hija, su vida dio un giro de 180°, enfocándose por completo en la música, especialmente en los géneros de reggaetón y trap.
“Todo lo hago sinceramente por ella y por mi familia. Pasé a otro plano desde su llegada, me iluminó el camino. La llegada de mi hija significa mucho para mi vida porque gracias a su llegada pude tomarme la música muy en serio”, confesó Abalam 666 sobre su madurez personal.
¿Cómo comenzaste en la música, Abalam?
En el 2019 mi hermano Eneka se había puesto a hacer música nuevamente, ya que anteriormente nosotros nos dedicábamos a hacer reggaetón con unos chicos del barrio de Lomas del Mirador, y eso me incentivó mucho a volver a hacer música y cuando empecé a escribir, me puse a escuchar sonidos de trap. En ese momento escuchaba mucho a Rick Ross, Wiz Khalifa y le hicimos la versión “spanish” a un tema de Rick Ross con un amigo y mi hermano. Después de eso me di cuenta de que era lo mío, de que nunca lo tendría que haber abandonado.
¿Cómo surgió Ángeles Rebeldes?
Apenas me puse en mente de armar un álbum, quise conseguir a los artistas perfectos para cada canción que yo tenía planeada. Entonces, cuando fui encontrando a cada uno de esos artistas, que la mayoría son de mi círculo, me fui dando cuenta de que un buen nombre de este material podría ser “Ángeles Rebeldes”. Cuando pensé en toda la gente que estaba dentro del álbum, enseguida se me vino a la cabeza “Ángeles Rebeldes”, teniendo en cuenta que el concepto principal era ser libres.
El trap es el género que está de moda actualmente, sin embargo, te desmarcás de lo comercial, ¿Por qué?
Nunca hice una canción pensando en hacer un trend, una coreografía ni nada. Yo lo que busco es que la gente se identifique con mis letras y que se puedan encontrar a través de los sonidos. Prefiero que se mantenga así; puro, de corazón, que pueda encontrar las emociones de cada persona, y cada canción mía que escuchás es una diferente a la otra, pero me mantengo siempre en el mismo sonido.
¿Cómo se dio ese cambio del reggaetón al trap?
No fue un proceso muy duro porque ya venía de años de no hacer música, estaba como muy verde, a mi parecer hasta el momento en que me puse a escribir o a buscar las melodías. Siento que fue un cambio muy bueno porque sé que el trap es mi sonido y por eso hoy en día sigo reinventando para poder lograr mi propio sonido. Es algo que ya lo tengo bien marcado, pero me gustaría como hacerlo más fuerte, más pesado, que tenga más presencia, llevar a mi nombre a otro lado con este sonido de trap.
Como artista emergente del Conurbano, ¿Qué dificultades atravesaste?
Yo creo que mucha gente tiene miedo de mostrar quién es realmente, entonces eso lo limita. Todo el mundo -en mi opinión- lleva a un artista adentro, nada más les toca descubrirlo. Pero son muy pocos los que se atreven hoy en día también, aparte de lo que nos hayan hecho creer. Hay que salir un poco de la zona de confort y ver de qué estamos hechos.
¿Qué nos podés adelantar de tu próximo show?
Se viene un show que va a ser en el Marquee, que es en Scalabrini Ortiz 666. Esto va a ser el 14 de septiembre, va a estar muy bueno. Posta que se va a vivir algo increíble, una experiencia diferente a lo que se venía viviendo durante estos años. Esta vez estamos mucho más profesionales, contamos con un equipo de puta madre. También, estamos armando una performance, ensayando a full, vamos a dejarlo todo en la cancha.