Fabiola Yáñez denunció al expresidente, Alberto Fernández, por violencia de género. Más allá de la noticia y el uso político del hecho, hay dos caras de una misma moneda: un gobierno que desfinancia las políticas de género y un exmandatario que supo tener un Ministerio para abordar esta problemática, pero se encuentra acusado de violento. ¿Alguien piensa realmente en las mujeres?
“Estoy muy feliz de estar poniéndole fin al patriarcado”, pronunció Alberto Fernández en 2020, cuando se legalizó el aborto. Esa no fue la primera ni la última vez que habló en nombre del colectivo feminista. Ahora negó las acusaciones a través de un comunicado.
Como consecuencia, la denuncia puso otra vez en discusión el rol de los feminismos, movimiento que históricamente luchó por la igualdad y por diferentes derechos, logrando en los últimos años importantes victorias. El más reciente es que por primera vez la derecha reconoce que la violencia de género existe y es un hecho repudiable.
La denuncia contra Fernández
El juzgado federal, a cargo de Julián Ercolini, tramita un expediente en el que está imputado Alberto Fernández. Se lo acusa de dictar un decreto durante su mandato que impuso la obligación a todos los organismos del Estado de contratar servicios de seguros exclusivamente mediante Nación Seguros SA, una subsidiaria del Banco Nación.
La justicia federal investiga la participación y el cobro de comisiones por parte de intermediarios de esos contratos. Entre ellos figura Héctor Martínez Sosa, esposo de la secretaria del exmandatario, María Cantero. Por esta razón, el celular de Cantero fue secuestrado y peritado por la Justicia.
De allí se extrajeron conversaciones e imágenes enviadas por Yáñez que daban cuenta de presuntas lesiones en un contexto de violencia de género. En un primer momento ella manifestó que no deseaba hacer la denuncia. Sin embargo, esta semana, dos días después de que estos chats fueron publicados por el diario Clarín, la exprimera dama contactó al juzgado para denunciarlo.
Ahora, Ercolini le impuso a Fernández la prohibición de acercamiento a menos de 500 metros de su expareja. En paralelo, le prohibió salir del país y le ordenó que “cese en los actos de perturbación o intimidación” hacia Yánez.
El problema no es cuándo
Los comentarios que cuestionan a Fabiola no solo la atacan a ella sino, como en otros casos, a cada mujer que vive una situación similar. Al respecto, es importante mencionar que no hay tiempos perfectos para salir de un círculo de violencia ni para animarse a denunciar.
Por otro lado, a Alberto le pegan todos: los propios que nunca lo quisieron y los libertarios, quienes ahora se pronuncian por los derechos de las mujeres. Fue necesario que el denunciado fuera parte de la oposición para que se le creyera a la víctima.
Más allá del debate que se genera en torno a esta denuncia, Fabiola no es un caso aislado. Según Amnistía Internacional, “la línea 144 de atención a víctimas de violencia de género, atendió entre 2019 y 2023 más de 1.200.000 llamadas y realizó más de 93.000 intervenciones”.
Dentro de sus informes, aseguran que en la actualidad hay 7 mil víctimas de violencia de género en situación de riesgo alto sin respuesta y a la espera de recibir la prestación financiera del Programa Acompañar. A su vez, denuncian que el Ministerio de Justicia disolvió la Subsecretaría de Protección de la Violencia de Género; es decir, que las políticas de atención y prevención carecen de institucionalidad.
¿Dónde están las feministas?
Ante cada denuncia que involucra algún partido político la pregunta en las redes sociales es siempre la misma: “¿dónde están las feministas?”. Las feministas están y estuvieron siempre, el problema es la falta de políticas públicas que aborden el tema de manera integral y que los hombres con poder quieran ser parte de la solución.
En las primeras horas de conocida la noticia comenzaron las interpretaciones sobre la hipocresía de Fernández y, junto con ella, la de la utilización electoral del movimiento feminista y de la diversidad.
En una nota para el medio LatFem, la periodista Agustina Paz Frontera planteó lo contrario. “Rápido sale el latiguillo de que fuimos usadas, somos víctimas de un macho más. Pero, ¿y si entramos en el Estado para garantizarnos derechos aún cuando no estábamos enamoradas?”, cuestionó.
Tras conocerse la denuncia, referentes feministas que fueron parte del gobierno anterior salieron a expresarse. La primera ministra de las mujeres, Gómez Alcorta, afirmó: “La violencia de género es una realidad que atraviesa transversalmente la sociedad, en los ámbitos de poder esa violencia se refuerza”.
Por su parte, Ofelia Fernández expresó: “De cualquier golpeador diría primero que es un hijo de puta. De Alberto Fernández creo también que es un psicópata por haber usado durante años al feminismo y a sus militantes”. “Hacerme cargo de haber creído tanta basura”, agregó.
Desfinanciamiento: género afuera
Tras la denuncia, el vocero presidencial publicó unos tweets en los que incentivaba a las mujeres a denunciar a la línea 144. Lo que no mencionaba es que, si bien sigue funcionando, está y otras políticas públicas sufrieron recortes de presupuesto y de personal.
En lo que lleva de gestión el gobierno de Javier Milei, según datos del Equipo ELA, se ejecutó un 28% menos de presupuesto de la Línea 144 en comparación con 2023. Además, despidieron al 38% del personal, quedando turnos con solo 2 trabajadores atendiendo.
Del mismo modo, aseguran que la línea recibió 10 mil consultas por el Programa Acompañar, del cual se ejecutó el 83% comparando con datos de 2023. Desde la organización denunciaron que “al no contar con información certera sobre la continuidad de estas políticas, las áreas de género locales dejan de ofrecerlas”.
La discusión se da cuando, semanas atrás, más de 30 instituciones reclamaron la falta de políticas para erradicar la violencia. “Con el cierre de la Subsecretaría de Protección Contra la Violencia de Género el Estado argentino se retrotrae a tiempos previos a 1987, cuando se creó la primera subsecretaría de la mujer, y desanda un camino de avance progresivo que logró en estos últimos 37 años”, afirmaron.