Este miércoles, en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 (TOF 6) se realizó la primera jornada del juicio oral por el intento de magnicidio contra la entonces vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en 2022. Fernando Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo (conocides como la “Banda de los copitos”) son los acusados por tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego.
En la primera de varias sesiones, se escuchó la declaración de Montiel, el principal acusado. Él fue quien gatilló a la expresidenta el 1° de septiembre de 2022. “La idea era matar a Cristina. Yo la quería matar”, declaró. Además, negó que haya habido más personas involucradas y tener conexión con Revolución Federal.
Primera jornada y declaración de Sabag Montiel
El juicio comenzó con las acusaciones de la fiscalía, a cargo de Gabriela Baigún, y la querella de Cristina Kirchner integrada por los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira. Después, llegó el turno de las declaraciones de Sabag Montiel, que, entre muchas contradicciones, intentó desligar del caso a les otres imputades. “El día del atentado apunté a la cara. Gatillé una vez, no dos, y no le volví a dar recarga al arma porque fui interceptado”, declaró el autor material del crimen.
La confesión más importante de la jornada fue la afirmación de que él la quería matar y sus motivos: “Porque es ladrona, porque es una asesina, porque llevó a la Argentina a la inflación”. A su vez, señaló que él es apolítico (pese a tener un tatuaje con simbología nazi) y que las bases o incentivos por las cuales cometió el atentado no fueron “tener una posición a las antípodas o del kirchnerismo o estar en un sector contrario”, sino que tuvo más “una connotación profunda, ética y comprometida con el bien social que otra cosa”.
Para justificar el intento de asesinato también destacó como motivación la pandemia y el COVID y citó al periodista Eduardo Feinman: “El atentado está conectado con el Coronavirus porque es una injusticia muy grande que tantas personas hayan muerto”.
En ese sentido, también se ocupó de desligar de la culpa a les otres imputades. Sobre Brenda Uliarte señaló que ella “la quería ver muerta” a Cristina Fernández, pero que solo fue una espectadora, que simplemente “escuchó mis ideas, lo que quería hacer y a dónde quería llegar”. También la desvinculó cuando estableció que solo él llevó el arma, una parte en el bolsillo y el cargador en otro.
Sobre Nicolás Carrizo, su jefe, otro de los acusados, dijo que la relación con él fue muy corta y solo “laboral”. No obstante, acusó a ambos de “recibir dinero para empastar la causa”. “Más de la parte de Carrizo, que cobra planes sociales y tiene necesidad”, denunció Sabag Montiel. Además, con el fin de mostrarse como un “lobo solitario” también desconoció tener una relación con Revolución Federal: “Simplemente son personas que comparten aficiones de pensamiento sin relación directa”.
Durante la declaración de Sabag Montiel se vieron ciertas contradicciones. Primero, estableció como uno de los motivos del intento de asesinato que pasó “de haber sido una persona que tenía un buen pasar económico a ser un vendedor de copitos”. Cuando, previamente, sostuvo que no tenía necesidad de recibir plata porque tenía “una casa, cinco autos, dinero”.
También se contradijo en cuanto a cómo se sentía cuando realizó el hecho. Primero, explicó que fue un acto en contra de su voluntad porque “en el momento que lo hago, sentí que no lo quería hacer, pero lo tenía que hacer”. Después, ante una pregunta de Juan Manuel Ubeira, uno de los abogados querellantes, dijo que no se arrepentía de lo sucedido y que entendía lo que hubiese pasado si cometía el crimen.
Para esclarecer lo sucedido esa noche, el Tribunal Oral Federal 6 convocó a 277 testigos, entre los que se encuentran Cristina Fernández de Kirchner, integrantes de su equipo de seguridad, personas cercanas a les acusades y especialistas en diversas áreas.
La expresidenta no estuvo presente este miércoles y su única referencia al juicio la hizo con un retweet a Juan Martín Mena, ministro de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires en “X”. Él habla sobre como “el silenciamiento mediático y de la dirigencia política, resulta igualito al de jueces y fiscales que tienen la responsabilidad y obligación de investigarlo” y dejó “diez puntos para ilustrarlo”. La principal siendo que se borró el contenido del celular del acusado al día siguiente.
Uno de los puntos más importantes es que “nunca se profundizó sobre las supuestas organizaciones políticas que rodeaban a los atacantes”, ni la relación con Gerardo Millman, mano derecha de Patricia Bullrich. Justamente, la línea intelectual o política del crimen no formará parte porque la jueza María Eugenia Capuchetti dividió las pesquisas.
Este juicio continuará el miércoles que viene con las declaraciones e indagatorias de Brenda Uliarte, Nicolás Carrizo y, eventualmente, de algunos de los testigos.