Tras más de 30 años en cautiverio, Kshamenk, la orca de Mundo Marino, podría recuperar la libertad. La organización Derechos de Animales Marinos presentó el proyecto de ley #StopAcuarios, que busca prohibir los espectáculos con animales marinos, como los shows de circo. Además, se pretende erradicar su exhibición, reproducción forzada y morbosa, la venta de material genético, la explotación y el abandono. En ese sentido, la iniciativa establece que las especies deberán ser liberadas y/o trasladadas a un santuario.
En 1992, una familia de orcas fue obligada a varar en la Bahía Samborombón, provincia de Buenos Aires. La única sobreviviente fue Kshamenk, un caso que se convirtió en emblemático de la lucha por la liberación de los animales marinos en cautiverio. Desde entonces, su vida transcurre entre 2 piletas de escasa profundidad, una de 3 metros y otra de 6, donde se realizan los shows.
Las orcas utilizan un sistema de sonar, con el que consiguen alimento y se comunican con su especie. Esto es imposible de practicar entre paredes de concreto y el grito del público, por lo que deben anular el sonar porque rebota en las paredes, aturdiéndose.
La ley que prohíbe espectáculos con animales marinos
Nota al Pie conversó con María Rosa Golia, integrante de Derechos de Animales Marinos, la organización que impulsa el proyecto.
“Cuesta entender que Mundo Marino es un circo, y no es que no sean personas empáticas con los animales. Existe una lejanía con estas especies, a diferencia de lo que ocurre con un perro o un gato. Al saltar los animales y hacer el show, pareciera que están felices pero todo lo que tienen que soportar es antinatural”, sostuvo Golia.
En junio del 2022, el proyecto de ley que prohíbe los espectáculos marinos fue presentado en el Senado, “pero no trabajaron ningún proyecto, no hubo reuniones de comisión”, informó Golia.
No obstante, el escrito fue presentado de nuevo el 6 de octubre, esta vez en Diputados, bajo el Expediente 4131-D/2023. “Es complementario al Código Penal, por lo cual va a regir en todo el país”, resaltó la entrevistada. Además, mencionó que el mismo contempla el abandono y establece que la liberación de los animales. “Algunos van a pasar una cuarentena y por un período de rehabilitación donde se les enseñe nuevamente a ser salvajes y a no depender de la mano humana. Luego pasarán a áreas protegidas o a santuarios”, detalló.
Pasar de estar en una pileta a estar en el mar, aunque sea en un “corral”, es decir, un espacio limitado, genera ciertas controversias y dudas sobre el impacto físico y emocional que podría tener en los animales. Respecto de los delfines, Golia aseguró que en casos anteriores de liberaciones de delfines, al poco tiempo recuperaron el color. “Automáticamente se resetean y vuelven a ser lo que eran”, aseguró. “La única orca que pudo salir en libertad fue Keiko. Vivió 5 años en el mar mientras que en ese lapso 18 orcas murieron en cautiverio. Después contrajo una enfermedad y fue al lado de los humanos a morir, pero sí pudo conectarse con otras orcas”, afirmó.
Kshamenk, la orca emblema del cautiverio
“Hace un año que Kshamenk no está bien de salud. Como no nos dejan ingresar con un veterinario, un profesional que trabajó con orcas en Loro Parque hizo el informe con fotos. Se le marcan las costillas, por lo que no estaría asimilando lo que ingiere. También se le marca el cráneo, algo común en orcas que van perdiendo masa muscular. Desde 2015 no hay ningún informe de la salud de los animales. Presentamos un amparo contra la empresa y contra el Estado por la salud de Kshamenk, sin tener respuesta”.
Aún estando en cautiverio, Kshamenk se reprodujo. “Lo quisieron vender a SeaWorld pero el Estado argentino lo prohibió, argumentando que no era propiedad de Mundo Marino. Contaban con una tenencia provisoria hasta tanto lo liberaran, pero lo empezaron a entrenar. Lo querian vender o prestarlo para reproducción y a cambio traerse una hija para practicar endogamia. Como no los dejaron, se capacitaron para extraerle semen a Kshamenk. Masturbaron una orca macho, algo sádico y morboso para reproducirlo”, informó.
“Lograron 24 muestras en un año, lo que anunciaban como un gran logro. En SeaWorld inseminaron con la misma muestra de semen a una madre y a una hija. No se pueden liberar porque son híbridos, nacidos de dos ecotipos diferentes”, sostuvo. Según contó Golia, dentro del Mundo Marino, Kshamenk no se reprodujo. Durante varios años convivió con Belen, una orca muy joven que sufrió varios abortos y terminó muriendo por infeccion urinaria en el año 2000.
Aunque sea difícil de entender, hay registros de orcas que se han suicidado estando en cautiverio. Uno de los ejemplos más triste es el caso de Hugo, una orca macho que se autolesionaba con frecuencia. Un día, tras 10 años de cautiverio en Miami Seaquarium, decidió chocar su cabeza contra la pared de la pileta, provocándose un aneurisma cerebral. Un hermano de Kshamenk también golpeó su cabeza la misma noche que lo habían secuestrado del mar.
Para apoyar la causa, se puede firmar la petición en este enlace.