Este sábado 11 de noviembre, a partir de las 19 horas en el Museo del Hambre (Av. San Juan 2491 – CABA), se inaugura la exposición fotográfica de Pablo Piovano, «Machi Millaray, guardiana del agua«. La entrada es libre y gratuita, ofreciendo una oportunidad única para sumergirse en las imágenes capturadas durante cinco años de trabajo etnográfico cerca de las comunidades ancestrales.
Piovano, conocido por su anterior trabajo «Mapuche, el retorno de las voces antiguas», realizado junto al periodista Maxi Goldschmid, ahora presenta la importancia de la «machi» y su rol medicinal en los pueblos indígenas.
Desde hace catorce años, Millaray Huichalaf lidera la resistencia contra Statkraft, una empresa estatal noruega de energías renovables, que busca construir dos centrales hidroeléctricas sobre el río Pilmaiquén sin respetar acuerdos y normativas internacionales de protección de las aguas y la biodiversidad. Esta lucha evidencia las continuidades del despojo iniciado por la conformación de los Estados-Nación argentino y chileno en el siglo XIX. basados en el saqueo y la apropiación de los cuerpos y las tierras indígenas, muestran múltiples líneas de continuidad en el presente.
Acerca del trabajo de Pablo Piovano
El fotógrafo, con más de una década de experiencia, ha explorado la violencia persistente de las corporaciones trasnacionales en los territorios. Su tiempo en las comunidades mapuche le permitió documentar la vida cotidiana y los procesos de recuperación cultural, espiritual, territorial y política en estos territorios, el aprendizaje del mapudungun y la práctica de sus costumbres ancestrales. A ambos lados de la Patagonia Andina.
A partir de esa experiencia, presenció no solo los conflictos por la preservación de la tierra y el agua, sino también sus juegos en ríos y lagos, sus creencias, sus medicinas, así como las ceremonias de agradecimiento y equilibrio con el entorno.
En la lucha por el territorio frente al avance del modelo estractivista, el cuidado de los animales y de todos los seres vivos, incluidas las aguas, sus espíritus y las energías Ngen son fundamentales para mantener la armonía de todo lo existente. Su existencia es clave en el equilibrio mental y físico de las personas, en la medida que permite hacer lawen o medicinas ancestrales preparadas con plantas nativas.
El rol de La Machi
La machi – autoridad ancestral, guía espiritual y mujer medicina – que tiene la función de interpretar los sueños, curar a los enfermos, orientar a la comunidad y ser el vínculo entre los antiguos y el presente, cumple un rol preponderante.
Es allí donde las comunidades mapuche se encuentran resistiendo desde la certeza de una sabiduría ancestral que sostiene la importancia de la vida por sobre la ganancia y el consumo.
En el contexto actual de emergencia climática global y aumento del extractivismo regional, comprender la historia de mujeres indígenas como Machi Millaray, defensoras de los ecosistemas naturales y espirituales, se vuelve esencial para proponer nuevas formas de conexión con nuestros entornos y recursos naturales.
“Lo que está en juego es la salud, la espiritualidad, el futuro. Nuestra lucha es para que podamos seguir haciendo lawen, la medicina que preparamos con nuestras plantas nativas. Esas plantas que usamos para curar -incluso a mucha gente no mapuche que viene en búsqueda de salud- están siendo afectadas en nuestro territorio por la construcción de dos centrales hidroeléctricas, y en otros lugares por petroleras, salmoneras o forestales. Y ese daño que hacen las industrias extractivistas es irreversible”, expresó Machi Millaray Huichalaf a raíz de esta muestra.
La muestra busca resaltar esta lucha, subrayando la importancia de la salud, la espiritualidad y el futuro en un momento en que estas comunidades enfrentan amenazas irreversibles por parte de las industrias extractivistas.