El fútbol representa grandes valores y siempre apoyó el lado humano al momento de “opinar” sobre los conflictos bélicos. Como sucedió con distintas sanciones a Rusia por sus constantes ataques a Ucrania, ahora el ambiente del deporte madre vuelve a ser noticia por otra guerra en Medio Oriente. En ese sentido, el club Niza francés suspendió al lateral argelino Youcef Atal por pronunciarse sobre el actual conflicto entre Palestina e Israel.
Con una disputa territorial como foco de la problemática entre ambas naciones, el futbolista se mostró a favor de la violencia mediante una publicación en redes sociales. En cuestión, ambos territorios pretenden adueñarse de Jerusalén Oriental y esa intención llevó a que se genere un conflicto tanto social como armado desde hace tiempo. Frente al panorama del deportista, la institución francesa castigó su accionar con una suspensión “hasta nueva orden”.
Asimismo, el pasado lunes, la Fiscalía de Niza llevó a cabo una investigación sobre el defensor por “apología del terrorismo” tras su controvertida publicación. Más allá de que el argelino borró rápido lo publicado y pidió perdón, el club brindó un comunicado acerca de su decisión. En el mismo indican que optaron por aplicar sanciones previas a las que podrían adoptar las instituciones deportivas y judiciales.
Una explicación preventiva
Con una delicada situación a nivel social que afecta a toda la humanidad, el club francés no tardó en involucrarse contra su propio jugador. Frente a la postura de Atal al mostrarse a favor del conflicto entre Israel y el grupo islamista Hamás, el Niza explicó que “tuvo en cuenta el carácter natural de la publicación compartida y su gravedad”.
“Queremos subrayar que la reputación y la unidad el OGC Niza son resultado del comportamiento del conjunto de sus empleados”, argumentaron en su comunicado. A lo que agregaron: “Ellos deben estar de acuerdo con los valores defendidos por la institución”. Este anuncio reafirma la postura del club con el “compromiso firme para que la paz prevalezca sobre toda consideración”.
A su vez, la entidad deportiva gala añadió que ante la actual estadía del jugador con su seleccionado, deberá responder frente a la directiva a su regreso. No obstante, la institución de la ciudad mediterránea francesa señaló que el defensor “ha reconocido su error, retiró enseguida la publicación y presentó excusas públicas”.
Repercusiones en todo el país
Por otro lado, diferentes personas y entidades se hicieron eco del caso del lateral y pusieron sus gritos en el aire. Tanto Christian Estrosi, Alcalde de Niza, como el Consejo Representativo de las Instituciones Judías de Francia denunciaron al argelino, desde el sábado, por su apoyo a la guerra de Medio Oriente. Este severo castigo recae en el argelino porque publicó un video en su Instagram de un predicador palestino que hacía declaraciones antisemitas y llamaba a la violencia.
En relación al contenido de lo publicado, el video muestra como el orador rogaba a dios enviar “un día negro para los judíos”. Incluso, proponía acompañar “la mano” de los habitantes de Gaza que “lanzan piedras” contra Israel. En tanto, la Fiscalía analizará si los mensajes podrían conformar un delito de provocación al odio o la violencia por motivos religiosos. El Presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Philippe Diallo, también brindó su postura al calificar el contenido como “contrario a la ética” de su deporte.
Por su parte, el propio jugador pidió disculpas el último domingo en las redes sociales y aborreció “toda forma de violencia”. Además, se mostró solidario con todas las víctimas y justificó que “nunca apoyaré un mensaje de odio”. Sin embargo, el argelino de 27 años, que está en el Niza desde 2018, siempre dejó ver su apoyo al pueblo palestino y ya sufrió un escándalo de la misma índole en 2020.
No es el único caso
A pesar de que las redes sociales son comunes en todas las personas, algunos individuos deben ser más cuidadosos al momento de publicar cierto contenido. Este es el caso de los deportistas, y en especial de los futbolistas que están dentro de un ambiente consumido por casi todo el mundo. Como sucedió con el caso del defensor argelino, también se conocieron situaciones similares en Alemania.
En primer lugar, el Mainz 05 suspendió al jugador Anwar El-Ghazi por una publicación en sus redes sociales a favor de Palestina en el conflicto con Israel. “Mainz 05 suspende a Anwar El-Ghazi de los entrenamientos y partidos”, aclara el comunicado del club bávaro. A lo que añadieron: “Esta es una respuesta a una publicación en las redes sociales del jugador de 28 años, ahora eliminado, el domingo por la noche”. “En ella, El-Ghazi había adoptado una posición sobre el conflicto en Oriente Medio que era intolerable para el club”, continuaron.
Asimismo, también sostuvieron que “la suspensión fue precedida por una discusión detallada entre la directiva y el jugador”. A pesar de la pronta eliminación de la publicación, el futbolista neerlandés no se libró de la sanción por parte del conjunto alemán. En tanto, el posteo del jugador, que se incorporó al club el pasado mes de septiembre, acusaba a Israel de genocidio y censurar contenido en las redes sociales. Incluso, señalaba que usaron imágenes de inteligencia artificial para difundir información errónea.
“El Mainz 05 respeta que haya diferentes perspectivas sobre el complejo conflicto de Oriente Medio que se prolonga durante décadas”, agregó la institución en el texto. “Sin embargo, el club se distancia claramente del contenido del posteo, ya que no refleja los valores de nuestro club”, concluyeron. Por otro lado, este choque de ideales alcanzó a otro club de la Bundesliga, el poderoso Bayern Münich, que castigó al futbolista marroquí Noussair Mazraoui por el mismo accionar.
El caso del jugador africano se asemeja a los otros porque también se mostró en sus redes sociales a favor de Palestina en la problemática contra Israel. Lo que toma más polémica en este asunto es que el jugador comparte plantel con el arquero israelí Daniel Peretz. Ante este panorama, el club no realizó ningún comunicado oficial y apartó a Mazraoui de los entrenamientos grupales. Asimismo, un diputado alemán exigió su inmediato despido y solicitó al Gobierno que lo expulsara del país.