Cuando The Conjuring (El Conjuro) de James Wan llegó a los cines en 2013, nadie podría haber anticipado que la película se convertiría en la primera entrega de una de las franquicias de terror y suspenso paranormal más aclamadas. No obstante, los fanáticos del género albergaban grandes expectativas, ya que su director es indiscutiblemente uno de los nombres más prominentes de la industria, habiéndo ganado el apelativo de «maestro del terror». Como creador de las exitosas sagas Saw (El juego del miedo), e Insidious (La noche del demonio), y con éxitos más recientes como Malignant (Maligno)y M3GAN, Wan posee un profundo conocimiento del panorama y los elementos que conforman una producción destacada.
La historia principal de este universo cinematográfico adapta sucesos de la vida real del matrimonio compuesto por Ed y Lorraine Warren. Edward Warren Miney, nacido el 7 de septiembre de 1926, y Lorraine Rita Warren, nacida el 31 de enero de 1927, se convirtieron en figuras legendarias en el mundo de la investigación paranormal durante el siglo XX. Su legado se ha mantenido vivo a lo largo de los años gracias a sus apasionados esfuerzos por explorar y documentar fenómenos paranormales.
Ed Warren, un veterano de la Segunda Guerra Mundial, y Lorraine Warren, una sensitiva psíquica, a lo largo de décadas, llevaron a cabo investigaciones de casos de actividad paranormal. Su trabajo se centró en la asesoría y ayuda a personas que afirmaban ser víctimas de posesiones demoníacas, casas encantadas y otros fenómenos inexplicables.
Uno de los casos más destacados en la carrera de los Warren fue el infame incidente de Amityville en 1975. La pareja fue llamada para investigar la casa donde ocurrió un brutal asesinato en el que Ronald DeFeo Jr. mató a su familia. Los Warren afirmaron que la casa estaba poseída por fuerzas demoníacas, lo que generó un gran interés mediático y resultó en la película The Amityville Horror. Otro caso notable fue el de Annabelle, una muñeca que, según los Warren, estaba poseída por un espíritu maligno. La muñeca se encuentra en la actualidad en el Museo Warren Occult, fundado por la pareja, y es un objeto de gran curiosidad para los entusiastas del ocultismo.
La dedicación de los Warren a su trabajo los llevó a escribir varios libros sobre sus experiencias, contribuyendo a popularizar el género de la investigación paranormal. Sin embargo, también enfrentaron escepticismo y críticas por la falta de evidencia científica sólida que respaldara sus afirmaciones.
Ed Warren falleció en 2006, mientras que Lorraine Warren lo hizo el 18 de abril de 2019. A pesar de las controversias y debates que rodean su trabajo, los Warren siguen siendo figuras icónicas en el mundo de lo paranormal y siguen inspirando a investigadores y amantes del ocultismo en todo el mundo.
El Conjuro expande su universo
Por intrigante que haya sido la vida del matrimonio, nadie esperaba que el éxito de The Conjuring se expandiera a un universo cinematográfico de películas que contara sus historias y la de las entidades sobrenaturales con las que han luchado a lo largo de sus carreras. El eje principal de la saga se centra en los Warren y sus investigaciones, mientras que tanto los orígenes de Anabelle, La Monja y La Llorona fueron contadas en sus propias películas derivadas o spin off. Con el estreno de La Monja II y el anuncio de una serie, la franquicia no evidencia signos de desaceleramiento.
A principios de este año, les fans de The Conjuring se alegraron con la noticia de que Warner Bros. Television está actualmente en el proceso de desarrollar también la franquicia para la pantalla chica. La serie tendrá a James Wan como productor, a través de su compañía Atomic Monster Productions. La serie encajará en los arcos argumentales establecidos en las películas y, al mismo tiempo, ofrecerá a los productores la oportunidad de explorar los numerosos casos paranormales investigados por los Warren que aún no han llegado a la pantalla.
The Conjuring Universe ha revitalizado el género de terror. Pone un mayor énfasis en generar horror y suspense en lugar de sobresaltos baratos y material de terror predecible. Los hilos entrelazados de las películas ayudan a añadir peso y sustancia a este mundo de pesadilla que se torna, por momentos, muy creíble.
Después de todo, hay un tesoro de objetos malditos en la sala de artefactos de los Warren y cada uno ruega que se exploren sus orígenes de una manera que satisfaga las curiosidades de su fandom. Si bien la última película de Annabelle, Annabelle Comes Home (2019), exploró algunos objetos malditos, como el Barquero y la Novia, todavía hay mucho más que aprender del depósito demoníaco. Sería interesante que la audiencia tuviera la oportunidad de profundizar en los casos reales investigados por la pareja y cómo se conectan con cada uno de los objetos malditos.
La próxima serie podría explorar los numerosos casos de Ed y Lorraine Warren
Hasta ahora, las películas de la franquicia se han visto limitadas por el tiempo de pantalla para explorar cada uno de los objetos que se encuentran en los estantes de Warren. Esto lleva a que les fans especulen sobre cuál podría ser la historia detrás de ellos. También hay información extraída de relatos de la vida real de los Warren que podrían servir para recorrer un poco más el mundo oculto en el que se sumergieron.
La oportunidad de ver cómo estas historias cobran vida en el estilo inimitable de El Conjuro es una perspectiva emocionante. Con tanto material por recorrer, tiene sentido que un programa de televisión sea el siguiente paso lógico para la franquicia. Esta riqueza de material narrativo también ofrece la oportunidad de explorar una fórmula que ha demostrado ser exitosa en el pasado con muchas otras series del género, como Supernatural (2006), Buffy, la cazavampiros (1997) y Expediente X (1993): la fórmula procesal del «monstruo de la semana».
La analogía con Expendientes X
La configuración de El Conjuro suscita comparaciones inmediatas con Expedientes X, un programa de investigación que introdujo a les espectadores en el intrigante mundo de dos agentes del FBI, Fox Mulder y Dana Scully, interpretades por David Duchovny y Gillian Anderson, respectivamente. A lo largo de su travesía, estes agentes investigaron fenómenos paranormales y eventos alienígenas, lo que otorgó al programa su distintiva identidad.
A pesar de que la narrativa principal de Expedientes X involucraba el encubrimiento gubernamental de visitas extraterrestres, fue en los episodios centrados en lo paranormal donde la serie alcanzó su mayor éxito y dejó una marca en la cultura popular.
En esencia, ambas producciones siguen una fórmula similar en su enfoque procedimental. En ambas, una criatura desconocida de origen sobrenatural se encuentra en el centro de un misterio o crimen, y un dúo de protagonistas se embarca en la recolección de pruebas, su análisis y, finalmente, la resolución del caso. Esta estructura narrativa proporciona una base sólida para la creación de episodios individuales que exploran diversos aspectos del mundo sobrenatural, como entidades demoníacas y espirituales. En este sentido, los Warren, con su extenso arsenal de objetos malditos y experiencias en el ámbito de lo paranormal, ofrecen un rico terreno de historias que podría dar lugar a la creación de villanos memorables, incluso más que Valak y Annabelle.
Sin embargo, uno de los elementos cruciales que hizo que Expedientes X fuera un gran éxito fue la química entre su pareja central y el constante suspense sobre su relación. Les espectadores se preguntaban si Mulder y Scully finalmente se involucrarían sentimentalmente. En contraste, en El Conjuro, la respuesta es clara: los Warren ya están casados. No obstante, gran parte del éxito de las películas de El Conjuro se debe a la creíble y reconocible química en pantalla entre Ed y Lorraine Warren, personificados por los talentosos Patrick Wilson y Vera Farmiga.
Esta química establecida es un ingrediente esencial para el éxito de la franquicia. Aunque no se ha confirmado si Wilson y Farmiga retomarán sus roles en la serie de televisión, considerando la abundancia de objetos malditos en su arsenal que se remontan a años e incluso décadas, podría ser una opción explorar una versión más joven de les protagonistas.
El futuro de The Conjuring Universe
Les productores de Warner han señalado que la serie de televisión continuará expandiendo el mundo presentado en las películas, posiblemente con una trama general que abarque un espectro más amplio. Esto plantea la posibilidad de que los eventos y personajes de la serie puedan dar lugar a futuras producciones, contribuyendo así al crecimiento constante del universo en un tejido interconectado.
Desde el lanzamiento de la primera película, esta franquicia de terror se ha convertido en una de las más exitosas de la historia, recaudando una impresionante suma de 2.100 millones de dólares en taquilla. Y, aunque no todas fueron producciones excelentes –como las dos primeras entregas dirigidas por Wan–, continúan llevando a les fans del terror a las salas de cine.
Es innegable que existe un vasto potencial en los archivos de los Warren que podría catapultar aún más el éxito de la franquicia. El modelo de narración procesual, combinado con la exploración de los diversos invitados demoníacos y espirituales que pasaron por la vida del matrimonio, podría dar lugar a episodios dedicados a explorar cada uno de estos seres, siguiendo el enfoque del «monstuo de la semana» que fue tan efectivo en Expedientes X.
La serie aún no tiene fecha de estreno, mientras que la última entrega de este universo cinematográfico, La Monja II, se encuentra disponible en cines.