En los últimos días se hizo viral un video de una vecina de Nordelta el que se quejaba porque pagaba las expensas de tres lotes y tenía instalada una familia de carpinchos en su patio. En los últimos años, debido al desmonte abusivo y desmedido, el mayor roedor de Sudamérica se ve amenazado por no tener un lugar en el que vivir.
El humedal, su hábitat natural, está desapareciendo en Nordelta debido a que se ha desmontado el área que aún permanecía en pie. Debido a esto, se acercan a las casas para comer el escaso pasto de los jardines y descansar. También para utilizar las piletas, ya que son animales que dependen del agua prácticamente para todas sus actividades, como, por ejemplo, el apareamiento.
Nota al Pie dialogó con Carolina Correa Crovetto, presidenta de la Asociación Civil Nuevo Delta. A través de la difusión de la problemática de los carpinchos buscan que se destinen hectáreas dentro de Nordelta para la creación de una reserva donde pudieran conservar toda la flora y fauna del Delta. Actualmente hacen hincapié en reservas naturales, corredores biológicos y cruces de fauna. Además, le dicen no a su extinción.
Se constituyeron formalmente como Asociación Civil hace poco más de un año, pero venían luchando con proteccionistas y ambientalistas desde mucho antes. ”Amamos a los carpinchos, son nuestros principales aliados para sostener la lucha por sus derechos que son también los nuestros. Venimos siendo la voz de los que no la tienen”, afirmó Correa Crovetto.
Los carpinchos de Nordelta, acorralados entre cemento
“Nuestra fauna autóctona del Delta no cuenta en Nordelta con un lugar en el que pueda habitar, alimentarse y sobrevivir”, sostuvo la entrevistada. “Cualquiera puede ver por Google Maps las imágenes satelitales con los desmontes, rellenos, intervenciones sobre humedales, arroyos y espejos de agua naturales. Inclusive en los mismos mapas que difunde Nordelta S.A. en su revista”, agregó.
En esa línea, indicó que allí se encuentra un Masterplan total de Nordelta, donde se ve que es un lote al lado del otro. Sostuvo que “no hay espacios naturales que puedan remediar, restituir, reforestar, recomponer el hábitat. Nuestro ecosistema se va aproximando, en este caso puntual, a las 2.000 hectáreas de devastación”.
“La fauna estos últimos años, y sobre todo luego de la pandemia, ha sido desterrada. Con las últimas ampliaciones de la desarrolladora, ha quedado acorralada, sin hábitat y sin alimento”, describió. Por eso este animal busca en lugares urbanizados algo que comer y un lugar donde proteger sus manadas, habiendo animales con crías.
“En el caso de los carpinchos, por su tamaño y bondad, nos ayudan a visibilizar esta situación, que está claramente expuesta. Salen hacia la avenida principal de Nordelta corriendo riesgo de vida, buscando alimento y a diario se pueden ver familias enteras comiendo un pastito de un centímetro de altura, que sistemáticamente es cortado al ras”, mencionó. “Allí es donde casi diariamente vemos accidentes, a veces mortales, inclusive a causa del estrés que les provocan estas situaciones. Un riesgo para los vecinos que transitan por ahí también, cuando todo es absolutamente solucionable”, denunció.
Por una Reserva Natural en Nordelta
Desde la Asociación Civil Nuevo Delta tienen un objetivo claro: lograr que se destine una parte de Nordelta a la creación de una reserva natural para proteger a la fauna y flora local. “Luego de miles de lotes vendidos a una cifra alta cada uno, que la desarrolladora destine un macrolote a “Reserva Natural”, es lo mínimo que debería hacer para recomponer en parte lo que viene devastando. También para empezar a dar una solución, solución que está en sus manos”, explicó.
Proponen, además, que se debería complementar con corredores biológicos para que la fauna pueda desplazarse hacia la Reserva, un espacio natural con vegetación donde alimentarse y refugiarse. “El hábitat natural de los carpinchos son los humedales y allí está disponible su alimento primario. Lo que buscan en jardines alambrados es porque es el último recurso que tienen”, resaltó Correa Crovetto.
“Que no nos digan que ya está todo devastado y listo, que ya no hay lugar, porque el Masterplan de Nordelta S.A. es un Plan director abierto e ilimitado en sus ampliaciones. Muchos vecinos nos preguntamos ¿hasta dónde pretenden llegar arrasando todo para desarrollar un lote al lado del otro?”, cuestionó.
“Se pueden conservar lugares que guardan para sus ampliaciones y se puede remediar parte de todo lo destruído. Inclusive dentro de los barrios, destinar una pequeña zona de restauración como ha hecho el barrio El Yacht de Nordelta”, informó. Agregó que “con menos de 2 hectáreas la fauna tiene un pequeño reducto, actualmente minimizado con el trabajo de maquinaria pesada por todo el entorno. Allí se deberá proteger sus salidas naturales, para que no suceda el acorralamiento que viven en otros barrios. Tenemos también reportes de maltrato animal y seguimos ampliando nuestra base de datos”, afirmó.