La Duma Estatal de Rusia aprobó la primera lectura de un proyecto de ley que hará retroceder, aún más, los derechos de la comunidad LGTBIQ+. Sobre todo, para las personas trans ya que el objetivo es prohibir los cambios legales y médicos de género.
Les legisladores aprobaron en la primera de sus tres revisiones el proyecto de ley. El mismo contempla la prohibición la modificación del género en el documento de identidad y el cambio de sexo.
A contramano de toda política de derechos humanos, Moscú anulará un gran avance social logrado hace 25 años. La medida afecta a les adultes y niñes por igual, aunque el presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, se apoyó en los más pequeñes para justificar la aberración de la ley.
Además del cambio en los documentos oficiales y registro públicos, también se prohibiría la terapia hormonal. En esa línea, les profesionales de la salud no podrán realizar intervenciones médicas destinadas a cambiar el sexo de una persona.
Para justificar esta iniciativa, les legisladores argumentaron que varios jóvenes estarían utilizando el cambio de género para eludir el servicio militar obligatorio.
El proyecto fue remitido a la Cámara baja por 400 diputades -de un total de 450- de los cinco partidos con representación parlamentaria, incluido el partido del Kremlin, Rusia Unida.
Las voces desde la Duma
Uno de los principales responsables de la redacción del documento es el legislador Pyotr Tolstoi, coautor del proyecto. El mismo sostuvo que se debe “proteger a Rusia con sus valores, tradiciones culturales y familiares, y detener la infiltración de la ideología occidental contra la familia”.
En esa línea, agregó: “Quiero que nuestros muchachos que actualmente defienden el honor de Rusia a costa de sus vidas puedan regresar y ver que el país ha cambiado, que su sacrificio no fue en vano”.
Por su parte, el presidente de la Duma, Volodin, intentó justificar el proyecto de ley. “Una persona se levanta por la mañana y decide que ya no es hombre, sino mujer, o mujer y no hombre. Va a una clínica privada, recibe un certificado y se va al registro civil, al departamento de documentos de identidad, a cambiar su apellido, nombre y patronímico (…) y puede ocurrir lo siguiente: contraen matrimonio y, no lo quiera Dios, adoptan un niño”, argumentó.
Además, apuntó a su mayor rival geopolítico: “No queremos que esto ocurra en nuestro país. Dejemos que esa política diabólica se lleve a cabo en Estados Unidos”. En ese sentido, aseguró que lo que sucede en Rusia respecto a esta cuestión es resultado de la propaganda occidental.
Cabe recordar que, en 2013, Vladímir Putin aprobó una ley que restringe los derechos LGBTIQ+, conocida como “ley de propaganda gay”. La misma prohíbe cualquier referencia en el espacio público a las “relaciones sexuales no tradicionales”.
Por otro lado, en 2020 el Kremlin impulsó una reforma para ilegalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. En su momento argumentó que “los matrimonios homosexuales no producen hijos”.
Por último, en diciembre de 2022 se aprobó una legislación que extendía a todos los grupos de edad la prohibición de hacer “propaganda de las relaciones sexuales no tradicionales”. Es por ello que no sorprende tanto la profundización de todas estas medidas en perjuicio de los derechos humanos.