Lejos de ser una enfermedad o una condición discapacitante que impida a toda costa trabajar y tomar decisiones, la tartamudez es sólo una alteración en la fluidez del habla. Pero esto es desconocido por el periodista Gabriel Levinas, quien de forma discriminatoria afirmó que el actual ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro no puede ser presidente por el hecho de tener este trastorno en el habla.
“La sociedad no está preparada para tener un presidente tartamudo”, expresó el comunicador durante una entrevista en el programa “Solo una vuelta más”, por TN. A pesar de los múltiples repudios, no se retractó y además ratificó sus dichos.
Para visibilizar a la tartamudez y derribar mitos, Nota al Pie dialogó con Janice Ninoná, licenciada en Fonoaudiología y especializada en tartamudez, quien además, es miembro de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Tartamudez.
Hablemos de tartamudez
La tartamudez se define como una alteración de la fluidez del habla y no es considerada enfermedad. De acuerdo a lo explicado por Ninoná, “es una condición de base neurobiológica que se caracteriza por prolongaciones de sonido, repeticiones, bloqueos. Esto quiere decir que la persona habla con tensión en algunos momentos”.
En tanto, con tensión se refiere a una tensión audible, es decir, que se escuche y también a una tensión visible. En este último caso la persona hace gestos y se nota un esfuerzo al momento de hablar.
Además, la licenciada en Fonoaudiología mencionó que es una condición involuntaria, ya que la persona que tartamudea no elige cuándo trabarse/bloquearse. También es cíclica, ya que hay momentos de mayor o menor fluidez. “Hay momentos en que la persona se traba más y momentos en que se traba menos o no se traba”, agregó.
En cuanto a la terminología, se suele hablar de tartamudez o de disfluencia. Sobre esto Ninoná explicó que “lo que sucede con el término de tartamudez es que muchas veces no se asocia a algo positivo porque la persona sufrió alguna burla, algún chiste relacionado a este término pero se utiliza en la clínica”.
Asimismo, la tartamudez es de causa multifactorial, esto quiere decir que son varios factores que llevan a que se pueda desarrollar. “Hay factores que predisponen y otros que desencadenan la tartamudez. En cuanto al tratamiento es fonoaudiológico con un profesional que esté especializado en tartamudez. La fonoaudiología es muy amplia, son varias áreas, entonces se necesita un profesional especializado en la temática”, indicó la experta.
La importancia de la detección temprana
Se desarrolla entre los dos y los cinco o seis años cuando les niñes están comenzando a hablar. “Puede suceder que se desarrolle más tarde, pero lo más frecuente es que aparezca cuando está desarrollando el lenguaje. Es por eso que es muy importante la detección temprana y no esperar. También que tanto el docente como el médico pediatra puedan derivar a tiempo”, aseguró la entrevistada.
“Antes se creía que había que esperar un tiempo y hoy en día se sabe que no. Lo mejor es intervenir adecuada y tempranamente porque el 80% de los niños que pueden acceder a un tratamiento fonoaudiológico especializado antes de los 6 años, van a poder revertir y restablecer la función de la fluidez”, detalló.
Recomendaciones para abordar la tartamudez
Dentro de los consejos, la Lic. Ninoná resaltó que la familia no debe esperar a que le niñe siga creciendo. También afirma que es fundamental “poder asesorarse y trabajar con un fonoaudiólogo especializado”. En esa línea, sostuvo que cuando son niñes, les profesionales “van a trabajar mucho con la familia porque hay que trabajar la comunicación y la dinámica familiar también”.
“Tienen que plantear todas las inquietudes y que la tartamudez se naturalice en la familia, que se hable del tema y que no se oculte. Esto va a llevar a que mejore el pronóstico y que el niño sienta más confianza a la hora de comunicarse y que viva experiencias más positivas”, resaltó.
Derribando mitos
Dentro de los mitos que todavía están instalados se puede mencionar el hecho de que se cree que es de causa emocional. “No se produce por un trauma como durante tanto tiempo se creyó. Hoy en día se sabe que la causa es multifactorial”, explicó la Licenciada.
Tampoco hay una relación con la inteligencia. “Otro de los mitos es que afecta al intelecto, cuando de esta teoría no hay ninguna evidencia. Hay muchos famosos que tienen tartamudez y eso no impide que la persona pueda desarrollarse, que pueda trabajar o que pueda estudiar. Sino que simplemente necesita un poco más de tiempo para expresarse”, concluyó Ninoná.