La Corte Constitucional de Ecuador dio luz verde al juicio político contra el actual presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso. Los nueve magistrados que componen el máximo órgano analizaron la solicitud y, con seis votos a favor y tres en contra, aceptaron el pedido.
“El pleno resolvió inadmitir las dos acusaciones relativas al presunto delito de concusión y admitir la acusación de juicio político relacionada con el presunto delito de peculado”, señala un comunicado publicado por la Corte Constitucional.
La acusación contra Lasso
El Presidente, que llegó al gobierno en mayo de 2021, es acusado por presunta malversación de fondos. Más precisamente, de un supuesto peculado en el transporte de hidrocarburos.
El pasado miércoles 12 de abril, las asambleístas y solicitantes del juicio político Viviana Veloz y Mireya Pazmiño, presentaron las pruebas en la Comisión de Fiscalización de la legislatura. Ambas entregaron once cuerpos de pruebas documentales y doce pedidos de comparecencias.
Entre las primeras pruebas que llegaron al presidente de la Comisión de Fiscalización, Fernando Villavicencio, está una carta suscrita por Jorge Regalado, gerente comercial encargado de la Empresa Pública Flota Petrolera Ecuatoriana (FLOPEC).
Ahora, la Asamblea Nacional tiene un plazo máximo de hasta 45 días para someter al mandatario en el proceso de enjuiciamiento. Sin embargo, para destituirlo se necesita una mayoría de 92 votos, es decir, equivalentes a las dos terceras partes de la cámara.
El juicio político tiene origen en un reporte del medio digital La Posta del año pasado. El mismo reveló una supuesta estructura de corrupción para la asignación de cargos públicos en empresas estatales en los cuales estaría involucrado el cuñado de Lasso, Danilo Carrera; el ex delegado del Presidente, Hernán Luque; y el empresario Rubén Cherres, cercano a Carrera.
La autodefensa de Lasso
El presidente ecuatoriano no atraviesa su mejor momento, ni político ni personal. Tras su victoria en 2021, su imagen se desgastó como consecuencia de la derrota en las elecciones de medio término y en el referéndum gubernamental, en el cual no salieron adelante ninguna de las mociones planteadas por el mismo.
Además, perdió el apoyo de figuras que lo acompañaron en su trayectoria política. Varios de ellos formaban parte de la Fundación Ecuador Libre o del movimiento Creo, quienes fueron alejándose del presidente a medida que surgían las polémicas que sacudían al Ejecutivo.
Sin embargo, Lasso sostiene hace tiempo que el juicio político “no tiene ni pies ni cabeza, porque las mentiras inventadas no se pueden sostener”. Además, dijo que es “un intento desesperado, atemporal y violento de robar la estabilidad del país”.
“Primero, soy inocente. En mi vida personal, profesional y pública siempre he actuado con recta intención, por tanto, rechazo el juicio político que huele muy mal”, dijo Lasso en una cadena nacional acompañado de su esposa.
En ese marco, desde su perspectiva, está viviendo un ataque sistemático y mafioso que busca dañar su reputación. Además, su defensa se basa en los tiempos de la acusación, ya que el caso por el que será procesado ocurrió entre 2018 y 2020, cuando él aún no era presidente. “No me pueden atribuir algo que no hice porque no era presidente en esa fecha”, remarcó Lasso.