Dos grupos de científiques en conjunto descubrieron que existe la posibilidad de que el glaciar Thwaites, ubicado en la Antártida occidental, colapse. Este cuerpo tiene el tamaño del Reino Unido, por lo que su desintegración provocaría un aumento de 65 centímetros de los niveles globales del mar, según dos estudios publicados en la revista Nature.
Un equipo científico conformado por ingleses, junto con otro estadounidense, dieron a conocer los detalles sobre las consecuencias del patrón de deshielo, basándose en la topografía de la zona. Además, describieron cómo influyen las interacciones entre el hielo y el océano. Según informó la agencia Sinc, esta situación tendría consecuencias en poblaciones costeras de Europa y el mundo.
Uno de los autores de esta investigación, el oceanógrafo Peter Davis del British Antarctic Survey (BAS), expresó que el glaciar Thwaites “está enterrado bajo el nivel del mar, en un lecho rocoso que se profundiza tierra adentro y, por tanto, sometido al riesgo potencial de sufrir un colapso rápido e irreversible”.
El líder del grupo científico británico señaló que “necesitamos comprender los procesos que están impulsando el retroceso de este glaciar”. Y agregó que esta es la única forma de “poder predecir con precisión el ritmo y la medida de incremento futuros del nivel del mar”.
La investigación
El equipo MELT Project realizó, durante 9 meses, una investigación en la frontera del glaciar, con el fondo submarino por debajo de la plataforma de hielo oriental del Thwaites. Así, lograron entender cómo interactúa la capa helada con el océano en ese sector crítico. En ese marco, llegaron a la conclusión de que el hielo se diluye más rápido en grietas y hendiduras, por lo que el glaciar sigue retrayéndose.
Los resultados muestran que la tasa actual de deshielo es más lenta de lo que estiman actualmente muchos modelos informáticos. Gracias a ello, pudieron comprobar que en ese sector el agua de mar se volvía más cálida y presentaba mayor concentración salina. Sin embargo, la base del hielo se había derretido en promedio entre 2 y 5 metros por año, una cifra menor a la prevista en el modelo anterior.
Si bien este dato suena alentador, les científiques encontraron que, pese a que el deshielo va a un ritmo menor al estimado, “todavía hay un retroceso rápido del glaciar”. Como consecuencia, pronosticaron que “no se necesita mucho para desequilibrarlo”.